Mi luz, tu fuerza, nuestro equilibrio

Capítulo 9

Luke había terminado de guardar sus piezas y se sintió tan entusiasmado que decidió hacer lo que más le gustaba en el mundo, volar su T-16 Skyhopper, así que lo buscó y salió a jugar luego de pedir permiso a sus tíos quienes le recordaron volver a tiempo para la cena, una vez afuera comenzó a "tomar vuelo".

—Aquí Luke Skywalker listo para despegar —dijo mientras hacía sonidos para emular un despegue.

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El niño empezó a correr como loco hasta que se fue alejando poco a poco de su casa (aunque no tan lejos como para perderse), se puso a saltar y a correr fingiendo que estaba en una nave, pero, estaba tan distraído jugando que...

—¡Ay!

Luke había chocado con alguien, una niña, no mucho más grande que él.

—¡Aj! ¡Pero qué grosero! —dijo la niña con indignación y un sutil toque de altivez mientras se levantaba y se sacudía la arena de la ropa con gracia, (pues había caído con la fuerza del empujón).

—¡Lo siento mucho! —respondió un avergonzado Luke—¿ Te hiciste daño?

—No, estoy bien —respondió ella con más calma mientras levantaba la cara para mirarlo con una sonrisa.

Luke se paralizó, aquella niña era por lejos la más bonita que había visto (aunque su criterio se basaba básicamente en que las únicas niñas que había conocido eran las de su escuela). Aun así mantuvo su opinión y se le quedó mirando fijamente mientras le devolvía la sonrisa.

La niña por su parte se sentía atrapada, jamás había sentido tantas emociones en una mirada, los ojos azules de aquel chico la abrumaban, y por más que intentara apartar la mirada de él no podía.

—¿Eres una princesa? —preguntó Luke sin dejar de ver a la chica.

—No, ¿por qué? —cuestionó ella.

—Escuché que son muy elegantes al hablar y moverse, igual que tú —respondió Luke casi con reverencia.

—Lamento desilusionarte, pero estoy lejos de ser una princesa —informó con amabilidad.

—Está bien, te creeré por ahora —dijo aún con dudas sobre su negativa.

La niña soltó una risita, no podía creer las ocurrencias de aquel amable y dulce chico.

—¿Eres nueva por aquí? Nunca te había visto —preguntó Luke con curiosidad.

—Sí, pero mi primo y yo sólo estamos de paso, no nos vamos a quedar mucho tiempo —dijo ella.

—¡Oh! —respondió un decepcionado Luke.

—Oye —llamó con voz suave la niña—, si no acabara de conocerte hasta pensaría que te decepciona que me vaya.

—Tal vez lo hace —admitió Luke.

—Bueno, tal vez podrías mostrarme cómo te diviertes aquí, aparte de andar chocando gente por donde quiera que vas —sugirió la niña con una sonrisa burlona pero sin rastro de maldad en su voz.

—Está bien —Aceptó Luke riendo entre dientes—¿ quieres dar un paseo en mi X-34? Te prometo que conduzco mejor de lo que corro.

—Ja, ja, ja —Rió ella—, está bien despistado, acepto.

—Soy Luke por cierto —dijo él.

—Emmaline —respondió ella.

—¿Vamos? —preguntó Luke extendiendo su mano hacia ella.

—Vamos —confirmó Emmaline tomándola.

Así los dos niños pasaron un buen rato y se olvidaron de todo lo que no fuese ellos dos mientras Luke le mostraba Tatooine a Emmaline.

Cuando el sol empezó a ponerse Luke y Emmaline regresaron al mismo punto donde se conocieron.

—Gracias por todo, hace tiempo no la pasaba tan bien con alguien —agradeció ella.

—Para servirle mi Lady —respondió él.

—Ya basta —pidió ella avergonzada.

—Emmaline, ¿dónde estás? —Se escuchó desde la distancia.

—Me debo ir, esa es la voz de mi primo —le dijo Emmaline a Luke.

—Por favor, dime que volveré a verte —suplicó Luke, no queriendo que ella se alejara.

—Desearía poder prometértelo Luke pero no lo sé, lo único que puedo jurarte sin temor a mentirte es que no te olvidaré jamás —dijo Emmaline.

—Yo tampoco te olvidaré Emmaline —prometió Luke.

—Puedes decirme Emma —dijo ella.

—¡EMMALINE! —Se volvió a escuchar con más vehemencia esta vez.

—¡YA VOY! —respondió ella al llamado—, adiós Luke.

—Adiós —dijo Luke mientras la veía alejarse corriendo.

»Emma —Suspiró mientras la nombraba con un profundo anhelo.