¿Y si Darth Vader hubiera criado a Luke y Leia? ¿Y si Padme sólo hubiera estado en estado de coma? ¿Y si Obi Wan no hubiera sido tan fiel a la Orden Jedi como aparentaba y tuviera que saldar cuentas con su pasado? Todo esto y más en: Mi luz, tu fuer...
Luke estaba en estado de shock, no sabía qué pensar o qué decir, sin embargo, se dio cuenta de que el "hombre" frente a él no le estaba mintiendo, podía sentirlo, y esta cosa de la Fuerza (que aún no terminaba de entender), la había heredado de él, todo esto era como si hubiera estado dormido toda su vida y al fin, hoy abriera los ojos y descubriera una realidad totalmente nueva y diferente de la que conocía.
—Estoy perdido —dijo Luke con tristeza bajando la mirada.
—Lo sé hijo mío, pero no te preocupes, estás conmigo ahora, yo me encargaré de guiarte en tu entrenamiento para que cuando crezcas seas el Sith más poderoso de toda la galaxia —dijo Vader.
Ante eso, Luke miró a su padre con una confianza renovada, se levantó de la cama y lo rodeó con sus brazos. Vader fue tomado por sorpresa por esta repentina muestra de afecto, pero no tardó en corresponderle a su hijo alzándolo en brazos.
—Vamos mi pequeño aprendiz —dijo Vader llevándose a su hijo.
Así Luke salió del hospital y conoció la nave TIE avanzado x1 de su padre.
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Su expresión al verla por primera vez fue ésta...
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Vader no pudo contener su risa al ver la cara de su hijo, su fascinación por el vuelo le recordaba a la suya propia la primera vez que había volado una nave, se disponían a ir por las cosas de Luke y luego regresarían a casa. Al llegar, Luke se apresuró en empacar y llevarse lo más importante: Entre sus cosas estaba por supuesto su T-16 Skyhopper, y, escondido bajo su almohada (y casi olvidado), se encontraba su único secreto guardado a sus tíos, su brazalete, bueno, no el suyo, el de ella, Luke sabía perfectamente que las probabilidades de volver a verla eran escasas, pero aunque Emmaline terminara disminuyéndose hasta convertirse en un simple recuerdo lejano de su mente, no podía olvidar que lo había salvado curándolo de alguna manera, ni de los breves momentos que habían pasado juntos, por lo cual tomó el brazalete y lo metió en su bolsillo.
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Al terminar de empacar y volver a la nave, sus cosas fueron a uno de los compartimentos, y al retomar el camino a casa, Vader le habló a Luke sobre su hermana, le dijo que su nombre era Leia y que los esperaba en casa para conocerlo, (ella había estado en el hospital pero Vader la había enviado a casa con un Stormtrooper). Luke se intrigó ya que había tenido sensaciones al respecto, así que, dándole la bienvenida a su nueva vida, se relajó en la nave de su padre y disfrutó del viaje.
