Before I Fall // Kookmin

08

Jimin pov

Una mano calida estaba tocando la mía, de alguna extraña manera podía escuchar en todo el baño los latidos de mi corazón; Lo miraba a los ojos pero de verdad me preguntaba a mi mismo ¿Que diablos estoy haciendo?
Se suponía que esta basura no debía pasar, yo sabía que hacía lo mismo con todos y aún así estoy aquí, en esta estupida escena con él...

Nervioso por su acción me solté de su agarre sin saber que hacer con ello, me miró sorprendido, claro, típico truco.

—Lo siento...No quería incomodarte —dijo tímido.

Claro, ahora se hace el tímido, con esa tonta cara de cachorro.

—No, está bien, sólo —suspiré— No vuelvas a hacerlo por favor.

—No lo haré, pero...¿Te quedarás conmigo otro rato?

—Bueno...No te gustaría ir a otro lugar?

¿Otro lugar? Pero soy un idiota, al parecer a mi boca no le gusta escuchar a mi cabeza.

—Claro! —sonrió— Tu elige el lugar.

Salimos del lugar evitando que alguien pudiera vernos en aquella vergonzosa situación. Seguía pensando a dónde diablos lo llevaría por abrir mi boca. Aunque, había un lugar al que iba solo cuando me sentía presionado o triste, pero ¿Estoy seguro de quererle enseñarle ese sitio? Digo, es especial para mi, luego puede que lleve a sus chicas ahí y...Ugh, joder, ni siquiera puedo imaginarlo.
Bueno, al parecer no tengo otra opción ¿Verdad?

—Y bien, a dónde iremos? —dijo ya saliendo de las aulas.

—Sólo sígueme.

Hizo caso a mis palabras y me siguió el paso mientras caminaba a mi preciado lugar, esperando que no se le ocurriera delatarlo con los demás, era un espacio alejado de las canchas de béisbol, había un mini lago donde se encontraban algunos peces (yo los había llevado ahí) Pregunté antes en una veterinaria si podía dejarlos ahí y dijeron que estaba bien mientras que los pudiera alimentar; Eso estuve haciendo desde que los coloqué, cada vez que puedo voy y los alimento...Hablo con ellos y bueno, me desahogo.

—Vaya... —dijo asombrado— Es un hermoso lugar...Todo está tan lindo y perfecto.

—No es para tanto —suspiré sentándome en el frío pasto— Pero, no se te ocurra decirle a nadie de éste lugar.

—¿Porqué no?

—Porque...Bueno, aquí me siento...Seguro —intenté evadir su mirada.

—No te preocupes Jimin —sonrió amigable sentándose a mi lado— No le diré a nadie.

—De verdad no puedo confiar en ti —encogí mis piernas.

—¿Eh? ¿Porqué no? —inclinó su cabeza para verme.

—Porque eres tú.

—Esa no es una razón.

Cállate idiota, no ves que no puedo ni mirarte a los ojos, ¿Porqué se empeña en hacerlo conmigo? ¿Porqué está tan interesado? Dios, lo detesto.

—Por cierto...Esa llamada del otro día —sentí algo raro dentro de mí— ¿No te volvieron a molestar?

Sólo pude negar con mi cabeza, no salió nada de mi boca.

—Si te vuelven a molestar házmelo saber —dijo mirando los peces.

—Tu...¿Serías capaz de defenderme?