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—Te dije...Te dije que yo podía llegar a casa soloo.

Entre hipidos y con una voz apenas entendible llegaba a tropezones Jimin hacia aquella enorme casa; Debido a su estado no se había dado cuenta que no estaba en su departamento.

—Oh, de repente mi apartamento se hizo grande? —observó el lugar riendo.

—Jimin, ven acá —lo tomó de la cintura— Vas a caerte si sigues así, te dije que no bebieras tanto.

—Una vez al año no hace daño jukie —sonrió.

—¿Cómo me llamaste?

—Jukie.

—Me gustó ese apodo —sonrió tímido— No dejes de llamarme así de ahora en adelante.

Los dos chicos subieron las escaleras con cuidado, el castaño de verdad estaba perdido, aveces sonreía, aveces reía y luego cerraba los ojos dormitando y cayéndose en el hombro del otro.
Aunque fue un trabajo duro por fin dió con su habitación; Prácticamente lo lanzó a su cama para poder descansar su espalda en un pequeño sofá que tenía ahí, gimió un poco agotado por el cansancio.

Luego de un momento fue hacia el chico y le quitó sus calcetines, así estaría más cómodo, así mismo también la chaqueta y volvió a acomodarlo para que pudiera dormir bien. Aunque le desagradaba que el olor a alcohol quedase impregnado en su habitación por culpa de Jimin.

—Minnie, ¿No quieres darte un baño? —se acercó a él sentándose en la orilla de la cama— ¿Minnie?

El chico se encontraba en un profundo sueño en ese momento, sólo pudo apoyar su mano en la cama agachando su cabeza y suspirando resignado a lo que no quería; Tuvo que encender su humidificador para que el aroma a borracho no lo molestara al dormir.
Fue a su closet para cambiarse y ponerse su pijama, le dió algo de tiempo para lavarse los dientes y su rostro. Él había tomado mucho igual, pero de alguna forma su cuerpo desecha muy rápido el alcohol.
Regresó a la habitación y se metió entre las sábanas, ya le había puesto una por encima a Jimin así que no se preocupó tanto por él, además de que estaba tan dormido que no creía que fuera a moverse mucho.

La mañana siguiente el castaño se levantó con un fuerte dolor de cabeza, culpa de la resaca, aún se sentía mareado y confundido, se levantó poco a poco quedando sentado en la cama; Frotó sus ojos suavemente para aclarar su vista y sorprendido notó que esa claramente no era su habitación...Pero el aroma que emanaba le resultaba familiar.

Torpemente se levantó colocándose unas pantuflas que se encontraban al costado de la cama, salió con cuidado de la habitación y escuchaba ruidos en la parte de abajo; Un olor muy rico lo atrajo, bajó con cuidado las escaleras aún notando cada detalle de la enorme casa en la que había dormido, entonces al estar en el vestíbulo pudo ver una enorme fotografía familiar y en efecto, era la familia Jeon.

Se quedó ahí observándola a detalle, encandilado por la sonrisa que posaba Jungkook que en ese tiempo tenía el cabello oscuro, por un momento sonrió ladino pero fue interrumpido por una voz que lo llamaba.

—Oh, ¿Ya despertaste?

—Ah...Si...Lo lamento, tuviste que cargar conmigo, de verdad me siento muy apenado Jungkook.

—¿Eh? —se acercó a él sonriendo— ¿Ya se te olvidó como te dije que me llamaras?

El castaño se notaba confundido, la verdad es que no recordaba nada de lo que había pasado el día anterior. El rubio se colocó detrás abrazándolo por la cintura lo que lo congeló sintiendo como su corazón latía más rápido y sus mejillas se calentaban.

Before I Fall // Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora