Naruto veía a la nada, no pensaba en nada, simplemente se quedaba perdido en la imagen del bosque y del cielo, quería evitar recordar, observó el atardecer con cuidado, ese naranja intenso que siempre amó, la puerta se abrió dejando ver a Sasuke, el Uchiha apretó el ceño con duda, recordaba que en la academia era un chico alegre hasta que comenzó el acoso por su condición, lo vio aislarse, en algún momento lo observó sintiendo algo de culpa por también joderlo -sácame de una duda -el rubio giró levemente sus gemas hacia el Uchiha, apretó el ceño, no tenía humor para alguien como él -¿tienes una relación con Nara?, recuerda que mi hermano ahora es tu marido -Naruto simplemente lo observaba con el filo de su mirada -si esa es tu duda puedes irte tranquilo, él sólo me ve como a un amigo -Sasuke apretó el ceño -pero tú no, así que ni siquiera lo intentes -el nuevo Uchiha giró su mirada al bosque con tristeza -sé mi lugar -Sasuke lo vio con cuidado, se sintió mal por ese rostro en el menor -madre quiere que vayas a cenar -Naruto apretó el ceño -no tengo hambre -el azabache cruzó sus brazos con molestia, aunque él no lo aceptará estaba preocupado -no digas estupideces, llevas días sin comer nada -el rubio negó en su interior, sabía que no eran días, si seguía vivo era por el zorro -gracias, no iré -el Uchiha negó con fastidio, salió del lugar.
Naruto continuaba viendo ahora la luna que brillaba en lo alto de la aldea, la oscuridad del bosque no era suficiente para apagar su brillo, llevaba horas observando. La puerta de su habitación se cerró -¿no piensas comer nada? madre me dijo que no quisiste salir a comer otra vez -el Uzumaki no respondió, se levantó ignorando a su marido, entró en la ducha a tallar con coraje su piel. Itachi veía la puerta del baño, se había enojado un poco por ser ignorado y por qué no comía el menor, pero entendía el porqué de su actitud, lo observó con cuidado salir de nuevo con esa pequeña ropa y sentarse en la silla del escritorio, su mirada recorrió su pequeño cuerpo, negó con cansancio, no sabía como acercarse y ganar su confianza, entró al baño, se dio una ducha, al salir secaba su cabello viendo al rubio con cuidado, entró en la cama, suspiró con cansancio, llevaba días sin dormir, no lo iba a dejar continuar, tenía que ponerse un poco más estricto si quería ayudarlo -entra a la cama-
Naruto escuchó la orden, parpadeó por un momento desconcertado, asintió al entender que era su marido, su dueño, le debía obediencia, se levantó, subió a la cama en el espacio libre obedeciendo, era una cama cómoda, calientita, nunca había tenido algo así, acarició la manta suave sin sentirla ruida o maltratada, no olía a humedad, olía a bosque, con disimulo olfateó relajándose con ese aroma, observó el techo con cuidado. Itachi lo veía con intensidad observando su rostro y su mirada -llevas días sin dormir, tienes unas ojeras bastante marcadas, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que dormiste por última vez? -el menor giró sus ojos con seriedad al mayor -más de tres semanas -el Uchiha abrió sus onix bastante, un humano normal ya hubiera muerto, lamió sus labios con ansiedad -¿cuántos días llevas sin comer? -el rubio no respondió -¿para qué quieres saber? -Itachi apretó el ceño -puedes morir, ¿no te importa tu vida? -Naruto se giró dándole la espalda -si sucediera, sería lo mejor para todos -susurró bajito. El heredero parpadeo, entonces era verdad, su vida no le importaba, bajó su mirada observando que la blusita subió mostrando su cintura y sus costillas, apretó el ceño al verlas moradas, su piel estaba rasgada, su mano se levantó, suavemente tocó el lugar. Naruto se puso tenso por ese toque, le había dolido y lo había puesto nervioso, ¿quería por fin tomarlo? ese movimiento tenso fue evidente para el Uchiha quien prendió la luz y observó el enorme color morado en sus costillas, cuando lo vio en la ducha no se fijó, abrió sus ojos con terror -¿qué demonios te pasó? -entró al baño por su botiquín, salió a su cama donde el rubio estaba hecho bolitas en su lugar -nada-
Itachi apretó el ceño, sabía que no confiaba en él -levántate -Naruto se apretó en la cama negándose a hacerlo. Itachi negó con molestia, se acercó, comenzó a tocar las costillas, sabía algo de ninjutsu médico para emergencias, evidentemente estaba rota, no sólo una, tres de ellas, llevaban semanas, podía distinguir el proceso de soldado del hueso, seguramente por el chakra biju, comenzó a darle un poco de ninjutsu para que el dolor bajara y el soldado acelerara, al final levantó su blusita observando su piel bronceada y sus tetillas rosaditas, el azabache mordió su mejilla al caer en cuenta de lo que veía, el rubio se puso rojo bajo su escutrineo, giró su rostro para no verlo a los ojos, pero Itachi mientras le vendaba pudo observar con atención, no era un cuerpo masculino, era un cuerpo delicado, tenía una pequeña cintura y unas caderas marcadas, sus piernas eran largas y torneadas, su abdomen era firme, pero suave, sus tetillas se veían lindas, era delicado, pero no lo hacía ver mal, al contrario, tragó pesado al darse cuenta el rumbo de sus pensamientos, levantó suavemente su espalda mientras pasaba la venda por su cuerpo, su piel era suave a pesar de estar maltratada -puedo saber ¿por qué tallas tu piel hasta sacar la sangre? -Itachi ya sabía, pero quería que comenzara a tener confianza. Naruto bajó su mirada, negó, el Uchiha lo observó tan dócil dejándose curar, se veía tan frágil y lindo -haré esto diario, hasta que sanes por completo -el rubio asintió -gracias -la luz de la habitación nuevamente se apagó. Itachi se acostó a su lado, lo observó hasta que cayó completamente dormido, el Uzumaki veía la ventana sin prestarle atención.
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Muñeco (Itanaru)
Romance...no... no puedo, no quiero... jiji por favor, no hice nada... Mitzuki me engañó... -el anciano apretó sus puños... -firma o te mueres... será sencillo buscar una nueva nave para el zorro, no te creas único... sino accedes mañana mismo será tu juic...