Capítulo 33

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Sasuke veía al rubio con cuidado -¿quieres un poco de tomate?, traje extra -Naruto lo vio con sorpresa -¿estás seguro?, el tomate es lo máximo para ti -el Uchiha apretó el ceño -tch agárralo antes de que me arrepienta, tienes hambre puedo verlo -el pequeño lo tomó con agrado, comenzó a comerlo, masticaba con emoción al ver que tenía la confianza de su cuñado -¿qué harás con la espada del Dios del trueno? -Naruto lo vio con cuidado -¿Itachi te dio a Kusanagi? -el Uchiha asintió -sí, dijo que él ya tenía espada sagrada, que no me preocupara -el rubio vio a su sensei, negó -perteneció al tío de Tsunade-sama, a ella no le interesa, no creo que sea correcto tomarla -Naruto levantó un puchero, él no tenía naturaleza de rayo -la guardaré, tal vez Shisui la quiera, lo escuché estar de envidioso con los poderes divinos de Itachi -Sasuke sonrió con diversión -tienes razón, le gustará ¿quieres ir a entrenar? -el pequeño lo vio con duda -hoy no puedo, le prometí a tía Tsunade acompañarla a un casino, dice que tengo suerte para los juegos, quiere que le ayude a pagar sus deudas -sonrió con diversión -Sasuke negó con diversión -bien, tal vez mañana, escuché que hay un lugar de pasta de tomate en el centro -Naruto sonrió con emoción -vayamos, será increíble-

Kakashi veía bastante interesado a su pequeño alumno -me invitan, suena rico -Naruto asintió sin dudar -claro que sí sensei -Sasuke talló su frente, pero no dijo nada, al entregar la misión el rubio corrió con su sensei, Kakashi detuvo a Sasuke viendo cómo los otros dos se iban -¿qué sucede kakashi? -el peliplata rascó su nuca con  cansancio -sabes que Naruto ama a Itachi, ¿no es así? -Sasuke abrió sus ojos demasiado -pero anikii -el peliplata negó -el golpe de estado en su mayoría fue planeado por tu hermano para eliminar a Hiruzen por el daño que le hizo a Naruto, nadie hace eso por alguien que no le interesa, los he visto juntos en la aldea, lo ve con amor Sasuke, no lo digo para lastimarte, pero es obvio lo que sucede y no quiero que te lastimes más -el azabache bajó su mirada analizando, ambos salieron de la torre. Sasuke no estaba tan seguro, la seriedad de su hermano le hizo creer que tal vez sólo quería llevarse bien con el rubio, apretó su mandíbula con ansiedad, tenía que comprobarlo, no quería renunciar, en verdad le gustaba su cuñado.

….

Sasuke veía con curiosidad la habitual seriedad de su hermano, con disimulo lo observaba con atención, apretó el ceño con duda, tomó un poco de pasta con tomate mientras comían, habían ido al nuevo restaurante e increíblemente Itachi estaba con ellos -está bastante rico otouto, es bueno conocer nuevos lugares para comer -Sasuke sonrió -me alegra que te haya gustado anikii -kakashi sonrió -es verdad, supongo Naruto piensa igual -el pequeño levantó el rostro con un fideo en su boca, los labios llenos de tomate, Itachi sonrió por la ternura de su pareja, levantó una servilleta, limpió sus labios suavemente -está muy rico, gracias Itachi -sonrió con diversión el menor, Sasuke parpadeó con sorpresa por la acción de su hermano -veo que te encantó, deberíamos venir un poco más seguido, ¿te parece? -el Uchiha Uzumaki asintió con velocidad -sí quiero-

Itachi giró sus onix serios hacia su hermano -veo que hay un grupo de chicas en el clan que te siguen otouto -Sasuke infló ligero su mejilla -son bastante fastidiosas, son como Sakura, llenas de fanatismo -Kakashi sonrió al entender que hacía Itachi, su kohai era bastante inteligente, nunca creyó que se uniría a la salida -en algún momento te comprometerán, ¿estás consciente? -Sasuke suspiró con cansancio -supongo, no me agrada mucho la idea -Naruto sonrió ligero -a Itachi y a mí nos costó al inicio adaptarnos, pero ahora somos felices -el azabache sonrió con cariño, Sasuke abrió sus ojos con sorpresa al ver esa expresión en su rostro, giró su mirada a Kakashi quién sonreía agradable, se enderezó, perdió uno de sus palillos en el suelo, se agachó para recogerlos, giró su mirada bajo la mesa viendo la mano de su hermano en la pierna del rubio acariciarla suavemente y con cariño, parpadeó, se enderezó, sonrió algo forzado, continuó comiendo y platicando tratando de disfrazar el sentimiento de decepción que sentía, se había ilusionado en vano, no había querido ver la realidad, eso era obvio.

Muñeco (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora