Muñeco (Itanaru)

Capítulo 22

Su marido le pidió colocar un sello de privacidad en la propiedad, ahora tenía el jardín entero para estudiar, era un lugar bastante amplio, habían conseguido mucho material para avanzar con velocidad, estaba feliz, le compró equipo para aprender a lanzar kunais y shurikens, le enseñó el modo correcto de hacerlo, algunos clones limpiaban y hacían la comida mientras él practicaba el taijutsu, leía los pergaminos con cuidado, las posiciones, recordaba cómo lo había corregido Itachi, acomodaba las posiciones y comenzaba a practicar, había clones practicando su control de chakra, aún le faltaba para sellos más avanzados, nuevamente su marido le dijo que ejercicios hacer, estaba cansado, se acercó a la cocina por un vaso de agua, sólo traía un pequeño short y una playera para entrenar, recordó las noches anteriores, su marido en cuanto lo veía quería tomarlo, sonrió divertido, le gustaba, lo deseaba, su corazón latía con fuerza a su lado, mientras estaba en su mundo de ensueño, el timbre de la casa sonó, lo vio con duda, tal vez era suegra o cuñados, en estos días se mudarían, caminó hacia la entrada, un escalofrío recorrió su cuerpo, ahora podía distinguir chakras, comenzó a temblar, no dudó en enviar una alerta por el sello en su hombro que Itachi había colocado para emergencias.

-Naruto-kun, sé que estás ahí -el rubio temblaba con terror -sino abres, no sólo Shikamaru sufrirá las consecuencias, sino también tu marido, será mejor que abras -el pequeño temblaba con miedo, giró la perilla lentamente, no quería que lastimara a ninguno, de inmediato se alejó algunos pasos del anciano quien sonreía con maldad, revisaba el lugar observando que ya estaba amueblado y hogareño -veo que has disfrutado bastante del contrato -

Naruto no respondía, no podía hablar, estaba aterrado -¿por qué el jutsu de privacidad?, ¿acaso tu marido sabe algo que no debería? -el rubio negó con velocidad -no, no he dicho nada, lo juro -el anciano asintió observando que era sincero, el menor no sabía mentir y él sabía leerlo a la perfección -?sabes lo que sucederá si abres la boca? -Naruto asintió -si, lo sé, por favor, no los toque -el anciano sonrió al ver que seguía en sus manos, lamió sus labios al ver sus hermosas piernas sin ropa -sabes, te has puesto aún mejor, más deseable -el rubio tragó pesado enviando más chakra a su sello, sentía asco al ver la mirada del cerdo sobre él, lo revisaba con morbo -ven aquí o lo haré a la fuerza, no tengo humor para correr tras de tí-

Naruto negó comenzando a llorar, tenía desde el día de su boda que no lloraba, lágrimas y más lágrimas salían de sus ojos, ¿dónde estaba Itachi? -muévete -el pequeño comenzó a caminar lentamente, el anciano lamió sus labios con morbo y deseo, estaba por tocarlo, unas voces se escucharon -entonces mañana comenzaremos la mudanza, será increíble, volver a donde crecimos -Itachi sonrió forzado, abrió la puerta de su casa con velocidad -lo sé, mis padres están contentos de volver al barrio, pasa, Naruto debe tener la comida lista -el pequeño giró su mirada aterrada a su pareja quien sonrió para calmarlo.

-Hiruzen-sama, ¿nos visita? -el anciano cambió su semblante, pero ambos Uchihas vieron la mirada de morbo y odio en él cuando llegaron, fingieron un poco -Hokage-sama, que bueno que lo veo, necesito entregar el reporte de vigilancia -el anciano negó con una sonrisa forzada -ahora no Shisui, debo irme, sólo vine a ver como estaba en su nueva casa Naruto, me preocupaba -ambos asintieron, el anciano salió con rapidez, el rubio se dejó caer de rodillas al suelo, comenzó a llorar en silencio, tapó su rostro, los brazos de Itachi lo rodearon con amor -¿estás bien? -el rubio negó escondiendo su rostro en su pecho -dijo que si no lo hacía te mataría y también a Shika -Shisui abrió sus ojos demasiado -¿qué sucede Itachi?, el hokage… -

El heredero negó -es un hijo de puta -Shisui apretó el ceño con coraje al entender -desgraciado -Naruto sé sincero, él ya no puede tocarte, fue él quien abusó de ti, ¿no es así? -el rubio mordió sus labios con la mirada baja, temblaban con terror -no puedo, los matará -Itachi negó -no lo hará, no te preocupes -Shisui estaba asqueado, ahora entendía la condición en la que llegó a la casa desde el día de la boda el rubio -¿te obligó a firmar el acuerdo de esa forma? -el comandante escuchó a su primo con terror, Naruto temblaba -el día que Mitzuki me engañó, dijo que había traicionado a la aldea, que si no lo firmaba y obedecía me esperaba la muerte, tenía mucho miedo, así que lo firmé, intenté quitarme la vida justo después, pero Shika me encontró, me ayudó a escapar de la aldea, cuando estaba por cruzar el río, el cerdo me encontró -comenzó a llorar nuevamente -dijo que si no me casaba mataría a Shikamaru-

Itachi lo abrazó con fuerza -hiciste bien en mandar chakra al sello, hijo de puta, te juro que pagará pequeño, por la mañana Sasuke me informó que Jiraiya-sama ya estaba en la aldea, está oculto en el recinto Nara -Shisui los escuchaba con sorpresa -¿qué es lo que planean Itachi? -el heredero vio con molestia a su primo -que pagué por lo que le hizo a mi esposo, quiero justicia Shisui, es un criminal el sujeto que está en esa silla, ya lo escuchaste, lo amenaza con mi vida también -el comandante asintió, era verdad, negó con fastidio -nunca creí que iríamos contra el Hokage,  vayamos a hablar con Jiraiya-sama -Itachi asintió -coloca un sello para ocultar tu chakra y tú presencia pequeño, ve por una capa -Naruto obedeció con velocidad, salió tropezando, estaba muy nervioso. Shisui apretó el ceño -esos sellos estaban en la bodega Hokage, ¿Itachi? -el heredero se levantó acomodando su cabello con calma -es su legado, son sus cosas, ese anciano no puede quitárselas, tenemos meses con ellas, no te preocupes, están ocultas -el comandante lo vio mal -cuando todo acabe te castigaré por insubordinación -Itachi sonrió -bien, pero ayúdame -Shisui negó con fastidio y preocupación, una vez más iniciaban con el golpe de  estado. Naruto regresó con una capa, sólo se veía su rostro, Itachi sonrió al ver su ternura -deja un clon, que meta y saque la basura cuando nos vayamos, que se dé cuenta que sigues dentro, coloca el sello en nosotros también, un clon nuestro irá a la base, usaremos un genjutsu para ocultarnos. Shisui asintió con fastidio, no le agradaba ir contra su líder, pero era un maldito cerdo, un delincuente.