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Mientras caminaba en una oscura y desolada calle. Jungeun se encontraba maldiciendo a cada nombre que pasaba por su cabeza mientras golpeaba una piedra. Había sido un día mas de mierda en su vida de mierda y no tenia donde dormir, por lo que caminó hasta que sus ojos se fijaron en un antiguo hotel. 

No tenia nada en especial, de talvez unos doce pisos. Sus paredes estaban desgastadas y sucias por la contaminación de la ciudad. Las luces que no dejaban de parpadear en la entrada hacia que la chica le temiera un poco y las letras en neón que decía "MondHotel" le daba un poco de seguridad, en su opinion era un nombre hermoso para un hotel tan descuidado y antiguo.

Miró ambos lados y se acercó a la entrada. Empujó, con mucha fuerza a comparación que otra puerta que a abierto, y sintió una ráfaga de viento caliente, como cuando abres un horno luego de hacer un delicioso bizcocho. Miró el lugar que era muy distinto a lo que vio en el exterior. 

Un enorme candelabro colgando en el centro del techo era lo primero que le llamó la atención, las alfombras rojas con detalles cafés eran hermosos, pero estaban muy gastados, los muebles de roble con detalles elegantes y unos sillones que combinaban perfectamente con todo lo anterior. Ahí se encontraba dos chicas hablando, las dos muy alegres en su mundo que ni siquiera notaron como Jungeun pasó a su lado para acercarse a la recepción. 

Tocó la campanilla mientras miraba con fascinación el lugar. No creía poder pagar ni siquiera una hora en la peor habitación, pero también quería quedarse ahí, la belleza del lugar le atraía mas que las luces neón de afuera.

Dejó de mirarlo cuando sintió el olor a cigarro en su nariz. La recepcionista era hermosa, extrañamente también combinaba con el lugar pero no era por su ropa que era unos jeans que le quedaban un poco grandes, una ajustada camiseta negra y una cinta negra en su cuello , no llevaba nada en los pies y en el pecho había una pequeña placa con lo que parecía su nombre "Yves". Lo que le hacia combinar era su aura de misterio. 

-¿Cuento por su habitación menos costosa?- 

-solo dame dos billetes-dijo con desagrado, botando el humo en el proceso. 

-¿Que billetes?- 

-cualquieras, aprovecha que estoy de buenas-

Sacó de su bolsillo trasero su billetera, le entregó dos billetes no tan altos y cinco monedas, era casi todo el efectivo que tenia. La chica lo miró, contó el valor y se escondió las cosas en su seno izquierdo mientras volvía a soltar todo el humo casi en la cara de Jungeun. Se dio vuelta para así luego entregarle la llave de la habitación 602. 

-quédate el tiempo que quieras, el dueño esta de vacaciones y el sueldo siempre es la misma mierda-dijo mientras se iba-¡Bienvenida a MondHotel!-gritó mientras cerraba la puerta de su escondite.

-¿Gracias?-

Miró la llave, una de las antiguas y muy oxidada. Pensó en decir algo pero solo se dedicó a caminar hacia al ascensor. Esta vez se sentía incomoda, las voces de fondo de las dos chicas charlando ya no estaba y al mirar hacia ese lugar se encontró a ambas mirándolas con curiosidad y con miedo, como si no quisiera que se quedara ahí. Jungeun agitó un poco la cabeza, pensaba que ya estaba pensando cosas extrañas solo porque estaba cansada de un dia tan mierda. 

"al menos encontré donde quedarme" se intentaba animar. 

El ascensor era igual de antiguo que todo lo que miraba en el lugar. Con una rejilla y botones difíciles de apretar. No había algún lugar que le indicara en que piso iba pero no le importó. Sacó su celular para mirar la hora y gruñó levemente al ver que no tenia señal. Lo volvió a guardar, no se quejaría, de todas formas no tenia con quien hablar o que ver. 

Cuando las puertas se abrieron se encontró con un largo pasillo que la hizo marearse levemente. La alfombra desgastada tenia un diseño un tanto molesto, un patrón de rombos amarillos, rojos y blancos. Tratando de ignorarlo, fue a su habitación y la abrió con facilidad. 

-esperaba algo mucho peor-susurró al ver la habitación. 

La habitación era espaciosa, casi como un departamento mono ambiente pero mal iluminada. La decoración era parecida a la entrada pero mucho mas pobre. La cama, cubierta con una sabana levemente gris y una sola manta café. Un ventanal que deba una vista al edificio de al lado y a la oscura calle.

-pero también esperaba algo mucho mejor-dijo al tirarse a la cama. 






Mondhotel [Loona| Artms| Loossemble]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora