Mondhotel [Loona| Artms| Loossemble]

12

1986

Los años ochenta, era algo que mucha gente llamaba que eran los mejores años. Estaban siendo los mejores años para Hyunjin, Heejin y Kahei. Todo era fiestas, todos parecían felices y lo mejor de todo, todo era muy colorido. Los peinados eran lo que más le gustaban a Heejin, eran extrañamente fantásticos. También estaban siendo los favoritos de Jinsoul, que podía ver como entraba diferente tipo de drogas y comenzó a drogarse con sus clientes. Drogarlos y luego matarlos por un susto, era maravilloso.

¿Cómo podría ser una época tan magnífica luego de 100 años de miseria?

Tres chicas entraron al MondHotel, las tres reían a carcajadas y llevaban una maleta llena de colores y dibujos tiernos hecha a mano. La primera corrió hacia la recepción y mientras las otras dos trataban de recuperar la respiración y regular los latidos del corazón de una de ellas. La primera anotó los nombres de Kim Yerim, Kim Jiwoo y Kim Jungeun.

—¿Son hermanas?—preguntó Heejin mientras le entregaba la llave de una habitación con tres camas y la chica rio.

—No, solo amigas de la infancia—dijo Yerim y su sonrisa se fue levemente—. He escuchado que en este hotel los dolores se van de lo cómodo que es ¿Crees que también funcione con el dolor de corazón?—lo último lo susurró—. Hemos venido por Jiwoo, ella tiene problemas en el corazón y queríamos que lo pasara bien antes de, ya sabes, ir al cielo.

—Veré si podemos hacerles un tratado especial—dijo Heejin—. Por mientras, puede pasar a las piscinas que no tienen un cobro extra, yo preguntaré si podemos darle un pase gratis a las otras actividades. Los masajes de Haseul son fantásticos.

—Muchísimas gracias—agarró la llave y se dio vuelta para ir donde sus amigas. Cuando quiso devolverse para preguntarle sobre el horario de desayuno, La recepcionista ya había desaparecido. Le restó importancia y corrió hacia Jiwoo—¡Me acaban de decir que hay una piscina!

—Chuu necesita descansar—dijo Jungeun mientras la ayudaba a caminar—. Te dije que teníamos que evitar reírnos mucho-trató hablar con seriedad.

—¡Yo no dije nada! Ella fue la que comenzó a reírse de la nada—Yerim llevó las maletas de sus amigas.

—Estoy bien—dijo tratando alejarse de Jungeun—Vamos a acomodarnos en la habitación y luego vamos a la piscina, hace mucho que no voy a una.

—Ni se les ocurra hacer una guerra de agua—Yerim se acercó a Jungeun—No lo hagas.

—Pero, mi amoooor—dijo Yerim abrazándola.

—No me llames así en público.

—¿Por qué no confías en que Jiwoo no pueda soportar una simple guerra de agua? Además ¿Cuál sería el sentido de ir si no se puede?—dijo con un tono infantil. Jiwoo se tapó la boca para no reírse.

—La besa y la mato—escucharon un susurro.

Yerim se alejó y le desordenó el cabello a Jungeun. Su cabeza le dolía como nunca antes le había dolido. Miró hacia atrás y se encontró con una mujer fumando en un pilar del lugar, le dio escalofríos. Se sobó la cabeza ¿Por qué dolía el doble de lo normal? Como si tuviera dos cerebros juntos sufriendo. Se tambaleó levemente, pensó con poca seriedad de que Jiwoo le había contagiado, y siguió caminando hacia las chicas que ya la habían caminado hacia el ascensor.

(...)

—Adoro los 80—dijo Jinsoul que se encontraba en la piscina mojándose los pies. Usaba lentes oscuros y un bikini azul. Al lado suyo estaba Kahei bebiendo un jugo—¿No que es una hermosa vista?