Mondhotel [Loona| Artms| Loossemble]

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1875

Jinsoul se encontraba sentada en las escaleras, mirando el caos entre los clientes. Heejin y Hyunjin corría por todo el primer piso, haciendo todo lo posible para atender a todos los vivos, eran las únicas trabajando, ya que los otros trabajadores se escaparon y nadie tenía la energía de trabajar. 

Estaban en guerra y no había lugar más seguro que MondHotel. Era raro hasta para Heejin. Los bombardeos parecían no existir dentro del lugar, la gente que más necesitaba ayuda encontraba el lugar y la enfermera del lugar hacía todo lo posible para salvarlos para que la tasa de muerta se mantenga tan solo a uno al día. 

Jinsoul seguía con su trabajo de la peor forma posible. Las chicas no podían ver como lo hacían, si no estaba en la escalera esperando a que alguien parecida a Jungeun apareciera en la puerta. Se encontraba totalmente desaparecida y luego se enteraban de que alguien había muerto. No había sangre, un grito ni un disturbio. Tan solo escuchaban el cuerpo caer a la misma hora de siempre. Jinsoul se había convertido a una extraña luego de la muerte de Jungeun y no ha hablado con nadie por veinte años ¿Dónde quedó su personalidad ruidosa?

-Esto va a doler-habló Haseul, la enfermera del hotel que utilizaba un traje blanco.

-¿Voy a morir?-lloró el soldado. 

-Claro que no, no te dejaré morir hoy. Solo aguanta la respiración y todo pasará-El soldado cerró los ojos y contuvo la respiración. Escuchó un fuerte "Clack" que provino de su rodilla y mordió con fuerza su mano para no gritar-Ya pasó- El soldado bajó la mirada y sonrió al ver que su pierna volvió a su posición original-Ahora solo debes de descansar. Duerme todo lo que puedas y relájate, no hay guerra en MondHotel- 

-Muchísimas gracias-Se levantó con su ayuda y con ayuda de otro soldado se fue del lugar. 

-Ese era el último-Hyunjin le entregó un plato de comida. 

-¿¡Papá!?-gritó una mujer al entrar al hotel. Jinsoul se levantó con rapidez y se teletransportó a su lado, no le importaba la existencia de los vivos -¿Dónde está mi padre?- le fue preguntando a todos. 

-¿Cuáles son sus características?-le preguntó Haseul.

-Es un soldado, me han dicho que estaba en esta ciudad y este es el único lugar que no está destruido-Haseul le hizo un gesto para que respirara y al recuperarse siguió hablando-Tiene cuarenta y tres años, cabello como el mío, pero con canas, es alto y de estructura delgada, aunque con músculos- 

-pregúntale su nombre-susurró Jinsoul.

-Los soldados por ahora se encuentran descansando, pero para no molestarlo, siéntese en cualquier sillón y espere que bajen al bar, todos los soldados lo hacen luego de recuperar las fuerza, para beber o para hablar- 

-Vamos, Haseul, pregúntale su nombre- 

-Muchísimas gracias- 

-Cualquier cosa, me llamas ¿Okay? Solo di mi nombre, Haseul-

La mujer se sentó en uno de los sillones y Jinsoul se sentó a su lado. Se quedó viendo como ella miraba a la gente hablar entre sí. Analizó cada parte de su ropa. Usaba un vestido costoso, aunque menos costoso que la de su vida anterior. Sus ojos no solo transmitían inocencia, sino también tristeza y miedo. La época de guerra hacía que todos los seres vivos tuvieran eso en su mirada. Era algo inevitable, la muerte se encontraba en todos lados. 

Jinsoul estiró su mano para tocarle el cabello. La mujer se alejó levemente y miró con curiosidad hacia su lado. Sus ojos estaban tres centímetros y claramente no la podía ver. No cabía duda de que era una de las reencarnaciones de Kim Lip. Era igual a Jungeun, era la versión triste y dos años más joven. Jinsoul sonrió y le susurró.