XI

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Se removió en la cama y por primera vez su primer pensamiento no fue sobre el calor del lugar. Ahora lo encontraba agradable, como un abrazo dentro de una heladera. Abrió un ojo y sonrió levemente. Sentía su corazón cálido, como si acabase de vivir el mejor día de su vida.

Se puso boca arriba y cerro los ojos, sus recuerdos eran tan nítidos como borrosos, como un sueño que nunca olvidaría, pero ya no recuerda. Se tapó los ojos con su ante brazo, le habían dicho que eso pasaría, que las volvería a olvidar.

Pero esta vez sabia que son reales, eran más reales que cuando bebía y más real que su inocencia. Si se esforzaba, podía recordar.

Recuerda a haber hablado por horas con todas las chicas, sentadas en el comedor. Las chicas les contaba sus muertes como si fuese algo común. Vivi murió en los 60, poco tiempo de haber escapado de china, Yerim le contó entre risas de que se resbaló en la bañera, Jiwoo por un ataque cardiaco y Yves murió de ¿Murió?

Se levantó de golpe, se colocó la ropa mientras caminaba y sin zapatos corrió hacia el ascensor. Apretó el botón con desesperación ¿Cómo es que Yves ha muerto? Entró al ascensor y se dedicó a buscar en su mente. Se encontró con una escena de Yves en el suelo, luego recuerda verla pelear con Jinsoul y recuerda que prendió una vela roja.

–¡Despertaste!–escuchó Yeojin a lo lejos, corrió hacia la recepción y tensó su mandíbula al verla de negro–¿Lo recuerdas?–

–Muy poco ¿De qué murió?–

–Sobredosis–escuchó a Hyejoo que se encontraba oculta bajo la mesa de recepción. Asomó su cabeza y sacó una carpeta negra con muchos papeles–Jinsoul dice que se equivocó de jeringa, pero la conozco, lo hizo a propósito para que hagas el ritual de atrapar su alma–abrió carpeta y se dedicó a buscar.

–No recuerdo ningún ritual–dijo, y un recuerdo extraño se cruzó.

Ella estaba con la vela roja entre sus manos. Arrodillada ante el cadáver y colocando su sangre de su mano en el fuego para que este caiga mezclada con la cera. Revisó su mano, tenía una venda un poco manchada, se había hecho un corte grande y profundo en su palma. Hizo un gesto de desagrado al recordar que el líquido fue directo a la boca de Yves.

–¿Por qué me hicieron hacer eso?–

–Nadie te mandó a hacerlo–dijo Hyejoo–Heejin dice que lo sueles hacer por instinto, que lo has hecho con todas menos con Jinsoul, con eso su alma se queda en MondHotel–

–Pareció que fueras otra persona–dijo Yeojin–eras tú, pero con seguridad de que lo que estaba haciendo, una tú que recordaba a todas las chicas–

–¿Qué les dijo?–

–No hablaste, solo hiciste el ritual, pero se notó en la mirada que le tenías cariño a cada una, especialmente a Yerim y Jinsoul–

–¡Lo encontré!–interrumpió Hyejoo, sacando una carta escrita a mano–la dirección de los padres de Yves–lo dejó sobre la mesa y las tres la miraron, había muchos otros datos que la dirección. 

Había una despedida, muchas disculpas y un gracias. Yves le había escrito a sus padres y sus últimas palabras eran: Por favor, no carguen con la culpa por lo que sucedió, la elección fue mía. Les pido perdón de todo corazón. Con amor, Sooyoung. 

El ambiente se puso triste. No lamentaban su muerte, sus dos compañeras la seguirían viendo como antes. La tristeza venía por lo poco que sabían de su presencia en MondHotel, hasta Jungeun sabía que había dejado todo por estar ahí, pero ¿Qué era su todo? Miró a Hyejoo, no sabía nada de ella y sus ojos tristes le hacían pensar que tiene una historia parecida. 

Mondhotel [Loona| Artms| Loossemble]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora