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1820 

El nombre Kim Lip era escuchado por todos desde el día que llegó a la ciudad. Nadie la conocía antes de llegar, pero ella llegó como si fuese la dueña de todo, con su vestido y lujos que no se esforzaba en esconder, todos la trataban como si fuese la dueña de todo. 

Con un vestido negro, un sombrero negro que tapaba su cara y unas botas negras que le daban altura. Kim Lip miraba como un edificio, el primer edificio de la zona, se construía exactamente en el centro de la ciudad. Respiró hondo, fascinada a lo que estaba mandando a crear, era una maravilla arquitectónica, muy adelantada a sus tiempos. Todos los días se colocaba al frente de ese edificio, vigilando que todos los trabajadores hicieran bien su trabajo en cada segundo de su horario laboral, que era cada segundo donde el sol alumbrara la ciudad. Y así, sin siquiera hablar con nadie, comenzaron a surgir los rumores de ella. 

Nadie sabe de donde viene ni de qué familia venía. Solo tenían su nombre y ni siquiera sabían si era el verdadero. Algunos decían que era una loca millonaria. Ningún millonario normal vigilaba a sus trabajadores en todo momento y menos vestidos así.  Otros decían que era una bruja que solo estaba ahí para ayudar al verdadero dueño del hotel, que con solo mirarlo todos los días, le daría riquezas al dueño. Nadie sabía nada de Kim Lip. 

-¡Bienvenidos a MondHotel!- 

Cuando el hotel fue abierto, nunca más se le vio a la chica con ese vestido negro. Ahora utilizaba un traje de color rojo que combinaba a la perfección con el hotel. Parecía ser una mujer completamente distinta, agradable y con mucha energía. Trabajaba tan solo como una trabajadora promedio. Guiaba a los clientes a las habitaciones y les mostraba cada maravilla del lugar. 

MondHotel se había convertido en un paraíso y todo el mundo iba a quedarse ahí. 

-Una habitación especial, por favor-dijo una chica que estaba con su esposo. 

-La llevo inmediatamente-decía Kim Lip. 

La habitación especial era el inicio de la creación del infierno de MondHotel. Una mujer la pedía y Kim Lip, la llevaba como si fuese una habitación más, con la diferencia que ella entraba con el hombre, dejando a la mujer afuera. Las clientas no sabían muy bien que era lo que pasaba, pero en pocos minutos Kim Lip salía, despeinada y cansada. Ningún hombre ha logrado salir de esa habitación. Cuando una mujer, arrepentida o solo asustada, entraba a la habitación, no encontraba a nadie dentro de la habitación, ni siquiera una mancha de sangre. Cuando el rumor comenzó a hacerse conocer para mal, la idea de que Kim Lip es una bruja era la más pensada. 

-Una habitación especial-Kim Lip dejó de ver su libro y miró a la chica que le pedía la habitación en un susurro-por favor-rogó. 

Kim Lip entrecerró los ojos, la habitación no había sido pedida hace muchos meses, hombres comenzaron a temer de sus parejas y vigilaban a las mujeres para que no lo pidiera. Miró los ojos de la chica, extrañándose de que tuviera los ojos brillantes, llena de esperanzas y vida. Esa mujer estaba confiando demasiado en ella y eso le recordaba mucho a Choerry. Se levantó, agarró la llave de la habitación 602, la escondió en su bolsillo y agarró la de 603. Cuando se la mostró, un hombre de mucha edad se acercó y la agarró con brusquedad para luego llevar arrastrando a la chica. 

Puso el cartel de estar en el baño y acompañó a los clientes. La subida de las escaleras era incómoda, nadie hablaba y la chica no dejaba de mirar hacia Kim Lip. Esta se mantenía sería. Encontraba raro que la chica que parecia ser su misma edad, le pedia sus servicios a lo que claramente era su padre o familiar, se notaba en su parecido.

-¿No lo harás?-susurró la chica mientras se detenian frente la puerta del 603. 

-Dame las razones-le respondió también en un susurro y miró como el hombre entraba a la habitación, ignorando a las dos chicas. La chica miró a ambos lados, asustada de que el hombre la escuchara. 

Mondhotel [Loona| Artms| Loossemble]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora