Mondhotel [Loona| Artms| Loossemble]

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Una niña de tres años caminó de la mano de su padre. Heejin dejó de mirar el diario al notarla, era la primera vez que miraba a una niña en el lugar, miró hacia arriba, preguntándose que es lo que planeaba MondHotel con esa niña.

-Una habitación para dos-dijo el hombre y Heejin sacó la habitación 301.

-Se tiene que anotar-dijo pasándole el libro de registro- Y a su hija también-

-¿Que hago si no tiene firma?-

-Solo ponga el suyo-

Se quedó mirando a la niña mientras el hombre se anotaba. La niña era tranquila y no tenía rastro de tristeza, además el hombre parecía ser una buena persona. Heejin se había convertido una experta en notar el peligro y entre ellos no había nada.

-¿Puedo preguntar por qué han venido?-

-Se nos quemó la casa-respondió el padre-nos quedaremos hasta que encuentre otro lugar para dormir ¿Cuánto es?

-No se preocupe, la casa invita.

-No es necesario, tengo un poco de dinero.

-Ganamos lo suficiente para regalar unas cuantas habitaciones, no se preocupe. El hotel invita-

-Muchísimas gracias- agarró las llaves y caminó con su hija.

Heejin agarró el libro y por curiosidad leyó el nombre de la niña "Jo Haseul" Lo anotó en un papel y se lo guardó en el bolsillo para volver a dedicarse a leer el diario. Estar por casi 50 años en el hotel le ha hecho darse cuenta de que MondHotel siempre elige a sus clientes. Trajo constructores cuando terminaron los planos del ascenso, trajo exterminadores cuando tuvieron problemas con ratas y trajo a Jinsoul cuando la necesitaban. No sabía cómo lo hacía, pero mucha gente entraba por algo, por conveniencia del hotel, por destino, para matarlos o para un crecimiento del cliente. Traía gente para salvarlos o para traumarlos ¿Pero una niña? Le preocupaba.

-¡Mira lo que logré!-levantó la vista y miró como Jinsoul corría hacia ella con un masetero entre sus manos-¡Acabo de crear vida!-

-¿Como lo hiciste?-

-Sabía que me preguntarías-levantó un vaso de agua-Magia pura- regó la planta de y esta fue creciendo-Con esto pronto podré dominar el mundo-

-No digas estupideces-

-Haré crecer plantas carnívoras-

-No son como te las imaginas-

-Las criaré para que sean como quieran-

-¿Con quién hablas?-interrumpió Jungeun.

-Me acaban de regalar una planta, es un cerezo- Jungeun frunció el ceño y se puso seria. -¿Dije algo malo?-

-No, solo recordé que te vine a dar buenas noticias.

-Una no pone una cara seria si tiene buenas noticias, cariño.

-No le digas así-dijo Heejin.

-Regresaré a casa, he venido a despedirme.

-Esas no son buenas noticias.

-No se puede ir-dijo Heejin-Dile que se quede.

-¿Y dónde vives? ¿Podré ir a visitarte? -

-A mi esposo no le gustan las visitas-

-A la mierda ese señor-se subió a la mesa para alcanzar un papel-Anótame tu dirección y cuando tenga vacaciones te iré a visitar-

-llevo 50 años sin vacaciones-dijo Heejin.