Estaba recostada sobre el hombro de Christopher, nos habíamos quedado sin decir nada por un largo tiempo luego de que nos besáramos sobre su camioneta y entráramos en ella porque él no quería que "me resfriara" aunque la verdad no hacia tanto frío como para que lo hiciera, quizás él haya querido ocultárlo, pero creo que lo hizo porque pensó que aquel beso iba a llegar a mas, yo también lo pensé, pero no iba a dejar que eso sucediera en la primera cita, un beso era todo lo que el iba a conseguir de mi por ahora...o quizás dos, o tres,o cuatro, cuantos yo quiera.
Seguía pensando en el beso que nos dimos, creo que ya estaba bastante claro que me gusta Christopher, y aquel beso no hizo más que recordármelo con mucha más fuerza, como un montón de emociones encontradas viniendo hacia mi a 200 kilómetros por segundo, nunca había sentido nada como eso con alguno de mis novios, ni siquiera con Logan, quien creo que fue el que tuvo más relevancia en mi vida.
Christopher toma mi mano y entrelaza nuestros dedos, no a dicho nada desde que me dijo que entrara a la camioneta 5 minutos atrás, seguido de su, no muy valida, excusa. Tengo que aceptarlo... Su camioneta me asusta, no soy fan de los automóviles grandes como estos, pero creo que le van bien a el, por alguna razón, aunque si yo tuviese uno alguna vez me gustaría que fuera pequeño...mucho más pequeño que esta monstruosidad. Poco a poco me voy quedando dormida mientras estoy apoyada en su hombro, supongo que no estoy acostumbrada a estar despierta hasta esta hora, quizás sean las 2 de la madrugada, no estoy bastante segura, Christopher me da un leve apretón de manos que hace que abra mis párpados de nuevo, se lo devuelvo y levanto mi cabeza para mirarlo, el sonríe con ternura.
-¿quieres que te lleve a casa?
Niego con la cabeza
-quiero quedarme contigo un rato más.
-créeme que yo también quiero eso-dice acariciando mi mejilla-.pero necesitas ir a casa, a tus padres les daría un infarto si no te ven en tu habitación.
-ojalá se dieran cuenta-reí-.nunca van a mi habitación por las noches-en realidad, nunca van, aún así sea de día.
En verdad no me molesta, a sido algo muy positivo en mi vida la mayoría de las veces, aunque desearía que Scott fuera igual que ellos, o que al menos tuviera modales y respetara mi privacidad, pero ese animal salvaje no sabe ni tocar la puerta cuando entra en mi habitación.
-es probable que tu hermano lo haga, no quiero tener que ser golpeado por Scott en nuestra primera cita-dice casualmente como si estuviera pensando lo mismo que yo.
-¿cómo sabes el nombre de mi hermano?-pregunto medio somnolienta, no recuerdo habérselo dicho antes, quizás se conozcan...espero por mi bien que no.
-me lo dijiste cuando estabas contándome tu vida entera en el pasillo de la escuela-dice medio socarrón
Yo sonrío ante el recuerdo, luego lo analizo mejor y, sin soltarle la mano, le doy un golpe en el brazo.
-eso es por comportarte como un estúpido allí-digo volviendo a recostarme en su brazo, el ríe ante mi acción-.hablando de eso, sigo sin saber nada de ti-le digo casualmente.
No quiero que crea que necesito saber mas de el, aunque en realidad lo haga. Si bien le dije todo lo que podía decirle sobre mi aquel día, necesito que el haga lo mismo por mi, porque en verdad me cuesta entender a este chico.
-bueno...soy un chico de 18 años que aún vive con sus padres, acabo de comprar una camioneta que me costo un ojo de la cara, salgo con una chupamedias, casualmente es nuestra primera cita y quizás yo no quiera presumir... pero ella me beso primero-sonríe y yo aprieto su mano, eso no lo detiene-.trabajo en un bar por las noches...
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Raro ©
Romance-No soy tu amigo. No planeo serlo. No me hables o busques, alejate por tu bien. Un buen comienzo para una gran historia, me dije a mi misma irónica. ¿Y ahora cómo terminaría el puñetero trabajo que nos asignaron? Mi compañero y mi futura posibilida...