Capítulo 16

15.2K 1K 59
                                    

El dolor a un costado de mi cintura volvió cuando ya no pude meter aire a mis pulmones correctamente. Dios, como detestaba correr. Me pare en seco al no poder ordenar a mis piernas seguir moviéndose, tome un largo trago de agua y respire por la boca como si fuera un pescado fuera del agua. Scott me miraba con los brazos cruzados a un metro de distancia, no tenía los audífonos puestos porque los había olvidado en casa, pero en todo el camino estuvo ignorándome como si fuera así.

-¿ahora si me haces caso? ¿Cuando me estoy muriendo?-le reprocho en la cara mientras me apoyo con las manos sobre mis rodillas para lograr respirar mejor

Puede que este exagerando, pero el dolor que sentía a un costado de mi cuerpo era el mismo o peor que ayer, Scott tendría que aprender a tener compasión conmigo, más aún si esperaba que corriera 4 kilómetros sin descansar y no muriera en el intento.

-estas siendo dramática, Liza. Vamos de una vez-insistió con impaciencia, el tenía cierto tiempo para lograr correr de vuelta a casa y conmigo agonizando veía difícil que el llegara a la hora de siempre.

-no estoy siendo dramática-dije ya un poco más calmada mientras enderezaba mi cuerpo adolorido-. Esto no te pasaría si corrieras con Sydney

-basta ya, Sydney no tiene nada que ver con que seas una lenta de mierda.

Y ahí vamos...siempre que nombraba a Sydney el me empezaba a agredir con palabras, claro ejemplo ayer, cuando llegó de la universidad y le pregunte por ella, el rodó los ojos y me dijo que "dejara ya esa mierda" antes de ir y encerrarse en su cuarto. Se que mi hermano sabe lo que hace, se que si el quisiese se acostaría con quien le plazca y yo no tendría que meterme en ello, pero no puedo evitar preguntarme ¿por qué dejo a una maravillosa chica como Sydney cuando tuvo a una ex-novia como Samantha?...la puta de Samantha.

Qué horror de chica, ni siquiera al hombre de buen corazón que es mi padre le agradaba ella.

-si, Sydney tiene mucho que ver, porque si estuvieras con ella en el parque lo estarías pasando mejor que conmigo y se que yo tendría que hacer un gran esfuerzo para resistirme de trotar y quedarme en la cama, pero lo haría por ustedes-llevo mi mano a mi pecho para hacer énfasis en lo dicho, Scott sonríe con esa radiante dentadura que heredó de papá y se pasa la mano por su pelo castaño oscuro, mi hermano tiene todas las cualidades que una chica quiere en un chico y no entiendo como es que aún así me sigue causando repulsión. Estoy segura de que a Sydney y a muchas chicas más les pasa totalmente lo contrario que a mi.

-muy bien, te lo diré solo porque eres la única que logra darme buenos consejos y hacer que haga las cosas bien, enserio necesito tu ayuda esta vez-se acerca a mi y yo sonrío con autosuficiencia-.pero muévete porque no quiero llegar tarde-me empuja y yo gruño

Menos mal que ninguno esta corriendo, simplemente estamos caminando de regreso a casa. Es un gran alivio para mi cuerpo.

-¿en qué te puedo ayudar?-sonrío triunfante, me encanta ayudar a Scott con las chicas y más aún cuando se tratan de Sydney.

-bueno...-se pasa la mano por el pelo húmedo por el sudor-se que tu me ayudaste a que comenzará una relación con Samantha...

-gran error, no la vuelvas a mencionar-asiente convencido

-quiero que seas igual de sincera conmigo con respecto a Sydney, ella es una buena chica y...

-lo es, créeme que lo se ¡es jodidamente hermosa, Scott! No entiendo como alguien dejaría escapar a Sydney de sus brazos, por favor, no creí que fueras tan tonto-bufo

-¿podrías callarte y dejarme hablar?-me mira con fastidio y yo asiento con una sonrisa, me gusta enojarlo-.el día que ella vino a casa para que vayamos a cenar ¿lo recuerdas?

Raro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora