Cap. 14. El reencuentro

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X: - Tranquila, tienes que confiar en mí, hice muchos negocios para que unos antiguos amigos tuyos quisieran trabajar en esto, solo necesito que vengas y te contaré todo.
T/N: (empecé a intentar rastrear su ubicación mientras hablábamos) - Sabes, alguien te ganó y acabó de aceptar un trabajo (marcaba una ubicación en Japón, era un edificio abandonado en un antiguo barrio rojo de Japón, a las afueras de Kyoto)... Y si me conoces bien, sabrás que no me gusta mezclar trabajos.
X: - Lo sé, lo sé, pero créeme este trabajo te gustará, te veo mañana en la estación de Hashimoto a las 16:00 horas, no llegues tarde cariño. (Colgó la llamada)

¿Cariño?... Esa voz, esa frase... Reconocí a la persona que me estaba llamando por esa palabra.
Fabien, un chico espía francés con el que había trabajado en mi penúltima misión. Nuestro objetivo era desmantelar una red de trata de blancas, lavado de dinero y narcotrafico, una situación que fue muy fuerte emocionalmente y yo no estaba lista para lidiar con eso, pero él, él me dio valor y me apoyo cuando más lo necesite, teníamos un vínculo increíble y debo admitir, confiaba plenamente en él, estaba enamorada, pero mis estúpidos sentimientos me cegaron y él me traicionó; todo lo que habíamos logrado juntos estuvo a punto de derrumbarse por su culpa.

Comenzó a trabajar para el jefe de la banda, conseguía información y saboteaba intentos de rescate e incluso logró que 3 de los altos mandos desaparecieran, como si el mundo se los hubiera tragado y todo porque le ofrecieron el doble de lo que nos iban a pagar inicialmente.

Sí, logré rescatar a todas las chicas y destruir todos los sitios de operación de la banda e incluso llegué a pensar que estaba muerto, la última vez que lo vi, había descubierto su mentira y él intentó convencerme de ser parte de todo a cambio de ganar millones y de permanecer juntos, también me mintió sobre sus sentimientos, me manipuló diciéndome que era amor lo que sentía, me llamaba querida y cariño cada vez que podía y en nuestra última pelea me demostró quién era en realidad, ambos estábamos llenos de golpes y sangre, el lugar se incendiaba, y yo simplemente disparé antes de que él lo hiciera, mis ojos estaban llenos de lágrimas y en mi pecho sentia un gran dolor, solo me marché de ese lugar sin mirar atrás, estaba demasiado rota y aún tenía que escapar de ahí.

Han pasado algunos años de la última vez que nos vimos, no podía creer que estuviera con vida y mucho menos que tenía el descaro de buscarme después de lo que había pasado.

Me arreglé, guardé algunas armas en mi mochila, estaba lista para partir.

Me arreglé, guardé algunas armas en  mi mochila, estaba lista para partir

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