Había quedado a la tarde con Emily en la bolera para ir al hospital juntas ya que hoy era el cumpleaños de Hilary. Le llevaríamos un pastel casero por lo "adorable" que es ella.
Me dirigía al sitio dónde quedé hasta encontrarme con la situación. Multitud de gente. La policía sacando a gente de la bolera. Cintas poniendo prohibido el paso. Parecía que algo había ocurrido a dentro ¿Pero el qué?.
—Dentro de la bolera había una discoteca no legalizada y se vendía drogas, bebidas a menores, han encontrado gramos de cocaína entre las botellas de aquella disco, menudo descerebrados, ¿eh?.— Hablaba una persona conocida a espaldas mía. Me contaba lo que sucedía como si se hubiera enterado de ahora. Pero yo ya sabía quién era.—
—Hm.— Me giré hasta ver su rostro. Jason. Alcé una ceja un poco extrañada por cómo narró lo sucedido.— ¿Que haces tu aquí?.— —Yo pensaba que eras tú más lista.— Nego un poco riéndose irónico. Se puso al lado mía mirándome.— Que pena qué tu sitio favorito dónde ibas para olvidarte de todo lo vayan a cerrar, ¿Quién habrá puesto esos gramitos de coca dentro de esa discoteca no legalizada?.— Decía insinuando mientras no paraba de reírse.—
—Tú ha sido quién ha puesto la cocaína y has llamado a la policía.— Dije mientras me quedé un poco asombrada por su plan.— —Él mismo he sido yo.— Se señalaba a si mismo mientras seguía riéndose con ironía.—
—Vaya.— Dije sin más mientras quité la mirada de él. Miraba aquél sitio y la policía.— Has mordido la mano a la que te ha dado de comer.—
—Solo me sacaba un par de dólares tampoco exageremos, lo hice para fastidiarte, tú me hiciste perder mi reputación, mis principios y tú has perdido la bolera.—
—Con qué eso era..—Se me salía la sonrisa de lado sin mirarle. Menudo idiota, pensé.— Hay más cafeterías en Brooklyn no te voy a negar qué este sitio era mi favorito pero nadie se va a morir, sin embargó tu me acabas de confesar qué has perdido tus principios, y era el de.. Nunca enamorarse de ninguna.—
—Que sabrás tu de mis principios.—
—Como una vez tu mismo dijiste que los dos nos parecíamos en algo, en lo frío que somos, y en manipular.— Volteé mi mirada a él mientra alce mis dos cejas.— Eres bueno escondiendo sentimientos, pero no tanto.—
Su cara cambiaba cada vez que le hablaba de los sentimientos. Parece que le aterrorizaba ese tema. Oí a Emily detrás mía hablar pero ella se calló al verle a él. Jason suspiró al verla ella y le quitó la mirada.
Se fue, como siempre hace. Me giré a mirar a Emily. Ella estaba con su cabeza agachada. Como vergonzada. Pobre de ella. Y pobre de él idiota.
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Ahora ellas son los chicos.
HumorElizabeth Hardwicke tiene unas amigas que están harta de que se rían de ellas. Siempre juegan y la tratan como un trapo sucio. A diferencia de Elizabeth que es ella quién juega y trata a quién quiera. Ellas siempre acaban con el corazón roto. Cuando...