Trotaba encima de él sintiéndolo dentro de mí. Mordía mi labio con moviéndome con intensidad aguantado mis jadeos. Puse una mano sobre su pecho para sentirme mejor. Sin embargo el chaval no se cortaba el jadear. Cerraba mis ojos mientras me acostaba con él, pero su "feminidad" destruía el momento.
—E-Elizabeth..— Decía Peyton mi nombre entre jadeos, agarraba mi mano la que tenía sobre su pecho.—
—Callate.— Abría mis ojos moviéndome sobre él.— Me desconciertas.— Quité mi mano de él bruscamente mientras le miré seriamente.— Él asintiendo despacio cerrando sus ojos también. Ya estaba hasta aburrida de estar encima, es qué con él casi nunca llegaba al orgasmo por decir nunca. Fingí un orgasmo largo para que se creyera que había terminado. Vi su cara de felicidad al escuchar eso de mi.
Me bajé de el siendo bruscamente tumbandome al lado suya. Nada más solté un simple respiró de moverme tanto. Noté como se ponía de lado mirándome y teniendo su sonrisa de felicidad.
—¿Crees que esta bien perderse la primera clase de el segundo trimestre? Es decir.. la primera hora.—Susurró como si estuviera preocupado.—
—Y la segunda hora nos la vamos a saltar también, ponte encima.—
—V-vale.— Dijo desconcertado mientras intentaba ponerse encima mía.—
Cuando él estaba entre mis piernas se quedaba mirándome con esa cara de niño bueno. Se le notaba lo labios rosados, y gorditos. Lo tenía entre abierto observandamente, fruci el ceño sin entender que estaba haciendo, ¿Me escaneaba?.
Se inclinó a mis labios besandome despacio. Puse mis manos sobre su pecho apartandolo de mi boca.
—¿Que haces?.— Pregunté manteniendo distancia de nuestros labios.— —Besarte.— Susurró con la intención de volver a besarme.— —No.— Ponía mis manos contra su pecho esta vez más fuerte, negué rotundamente.— No me gustan que me besen cuando me acuesto con alguien.—
—E-Elizabeth yo..— Miraba mis ojos con desesperación como si quisiera decirme algo.—
—Venga Peyton, si no empiezas ahora llegaremos a la hora de comer.— Dije quitando mis manos sobre su pecho.—
Él asintió, y asintió como si no quisiera eso, finalmente se pegó a mí sin mirarme a la cara. Ya me estaba gustando más. Miraba al techo pensando.. que las cosas deben de ser a si.
A tercera hora llegamos al final. Era cambió de clase cuando entré. Hilary estaba junto a una compañera. Cuando me vio apartó a la chica de mi sitio dejando mi sitio libre. Me acerqué a ella sentándome en sitio, deje el bolso en la mesa.
—¿Por que has venido tan tarde?.— Preguntó Hilary.—
—Yo, Peyton, pegados, muy pegados.— Abría mi bolsa buscando un pequeño espejo que llevaba, al encontrarlo lo saqué y me miraba tocando mis labios.—
—¿Os habéis acostado viniendo al instituto?.— Dejo su boca abierta de sorpresa.—
—No tonta.— Me miraba en el espejo mientras hablaba con ella.— Fui a su casa esta mañana y ya, te imaginas el resto.— La mire de reojo.—
—Yo tambien quiero ponerme cachonda a esas horas.—
—Claro.— Pestañee varias veces mirándola. Guardé el espejo después de mirarme. Miraba toda la clase con atención sin encontrar a Emily. Otra vez preocupándome esta niña.—
Luego de el comedor salíamos para de nuevo las clases. Andando por el pasillo me encontré a Ewan mirándole como sonría al ver a Hilary. Fije mi mirada a él hasta que notó que le miré, borró su sonrisa poniéndose normal. Frucio su ceño mientras fijaba sus ojos en mí. Aparte mi mirada en seco sin parar de andar. Que ingenuo.
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Ahora ellas son los chicos.
HumorElizabeth Hardwicke tiene unas amigas que están harta de que se rían de ellas. Siempre juegan y la tratan como un trapo sucio. A diferencia de Elizabeth que es ella quién juega y trata a quién quiera. Ellas siempre acaban con el corazón roto. Cuando...
