Era viernes. Y estábamos a última hora de clase. Yo ya no sabía nada de ese estupido grupo. Bueno, solo lo decía por Jason por que por los demás. Aunque el de la taquilla tampoco lo conocía mucho, ni me interesaba. Hilary no paraba de darme codazos durante clase. Bajé mi mano debajo de la mesa. Le pellizque varias veces la piernas. Gire mi mirada a ella seriamente.
—Duele.— Susurró dolorosamente parando de dar codazos, frucía el ceño.—
—¿Que quieres Hilary?.—Pregunté susurrante, en tono de fastidió. —
—Preguntar si vendrías conmigo al centro comercial.—
—Vuelvo en cinco minutos.-Decía la profesora, saliendo de clase.- Ahora podríamos hablar en voz alta. -¿Para qué? ¿No habías quedado hoy con Ewan?.—
—Es un poco temprano aún para tirarme a su cuello.— Enredeaba con un dedo un mechón de pelo rubio mirándome.— Y si quiero eso, primero me comprare un conjunto, para que me vea guapa.—
—Iré entonces, tampoco tengo nada que hacer hoy.— Qué raro qué hoy no le hubiera insistido a ese chico de quedar. Por qué cuando Hilary quiere algo, se pone pesada.
Andábamos por el centro comercial pero no entramos a ninguna tienda. Me arrastro a un fotomatón. Salía en la mayoría de las fotos tocando mi pelo. O escondiendo mis labios. Incluso salía Hilary besando mi mejilla. Dios. Se guardaba la foto andando hacia una escaleras mecánica. Andaba detrás de ella arreglando el vestido azul oscuro que llevaba. Subía la mirada al ver qué Ewan y el otro chico, Peyton, bajaban hasta llegar al suelo. Hilary los saludó a los dos. ¿Es esto una casualidad o qué?. Me estuve quieta mirandolés a los dos. Peyton fue a saludarme dándome dos besos. Ewan solo me dio la mano. Hilary se giro para mirarnos ladeando su cabeza. Sonreía ampliamente.
—¿Vamos a la sala de juegos?.-Preguntó ella con toda esa alegría en su voz.— Ella estaba con Ewan jugando al billar. A los coches de carrera. A las pistolitas. Mientras yo solo les perseguía junto a Peyton. En ese momento. Hilary cogió de la mano a Ewan saliendo de la sala de juegos. Pero solo a la puerta. Rodee mis ojos apoyandome en un muro. Esto era una cita en toda regla. Paré de ignorar a lo que tenía al lado mía. Me fijé en Peyton. Le pillé varias veces de como me miraba. Tenía su pelo alborotado castaño oscuro. Sus ojos castaños claros color miel. Y sus labios gorditos de color rosado. Parecía pijo. No era tan feo ahora que me estoy fijando. Es guapo, más guapo que el blancucho de Jason, si. Peyton daba pasos lentos hasta ponerse a mi derecho junto al muro.
—Siento si no soy yo lo que esperaba.— Decía Peyton con su voz afeminada.— —¿Como que lo que no esperaba? No lo entiendo. —
—No soy Jason, y lo que vi en el coche, pues..— Seguía hablando con esa voz afeminada. Me daba un poco de grima.—
—No es mi tipo, no me gusta él, si es lo que quieres saber.— Dije directamente fijandome en sus ojos.— —¿Ah no?.— Echo una risa tímidamente. Puso una mano en su nuca.— Vaya, pues que sorpresa.—
—¿Y por qué?.—
—Nada.—Dijo rápidamente quitando la mano en su nuca, dejó su boca en "O".—Nada.— Este era el tímido. El otro el imbécil. Vi de lejos como Hilary le hacía una seña a Peyton para que fuera hacia a ella. Decidí ir junto a él. Hilary de repente cogía el brazo de Peyton llevándoselo a otro lado de el centro comercial. Giré dándome la vuelta. Lo que faltaba. Me había dejado a solas con Ewan. Ahora entiendo por que Hilary me habia dejado a solas con él. A ver como era este.
—¿Te gusta Hilary?.-Pregunté directamente.-
—¿Qué?.—
—Que si te gusta o no.—
—¿Y por que me preguntas eso?.—
—Hm, curiosidad.— —Es agradable.—
—¿Solo agradable? ¿No tienes ojos o algo? Tiene tetas y culo, y es rubia.—
—Tengo ojos y si tengo que responder tu pregunta, se lo diré a la consejera, lo que pienso de Hilary.— —El flequillito es rencoroso.— Cruzaba mis brazos, mirando hacia otros lados.—
—¿Flequi.. flequillito? Soy Ewan.—
—No me lo repitas más tu nombre, todos los días me lo repiten.—
—¿Qué?.—
—¡Ya estamos aquí!.— Gritaba una voz femenino. Me giraba a mi espalda a ver quién era. Hilary junto a Peyton. Nos saludaba con la mano.—
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Ahora ellas son los chicos.
UmorismoElizabeth Hardwicke tiene unas amigas que están harta de que se rían de ellas. Siempre juegan y la tratan como un trapo sucio. A diferencia de Elizabeth que es ella quién juega y trata a quién quiera. Ellas siempre acaban con el corazón roto. Cuando...
