All Good Things [Michael Jackson Fanfic]

Capítulo 1: Un nuevo trabajo

“Ojala pudiera explicar lo que la vida me da por hecho”

Amo mi vida ahora. No siempre fui feliz mientras alcanzaba lo que quería, pero, no importa hablar del pasado ahora. Mi trabajo como maquilladora profesional apenas está empezando, aunque haya decidido dictar talleres y seminarios sé que aún me queda mucho por hacer.

—Ginny, hay una pequeña petición. Espero que no te molestes por el atrevimiento de haber decidido por ti pero creo que es una gran oportunidad.

Miro con ojos de duda a la encargada de mi salón de belleza, Esther. Con la cantidad de actividades que hago diario no me queda tiempo de están dentro de mi salón de belleza y coordinarlo, ella es mi mano derecha.

—Y ¿ahora qué hiciste?—Digo en tono de broma.

—¿Si sabes quién es Michael Jackson? Bueno hace unos días estaba realizando algunas encuestas para seleccionar al personal de la siguiente gira, ¿y qué crees? Están buscando una maquilladora personal para él.

—¿El quién?—Digo sin prestarle mucha atención.

—Ginn, sabes que estoy podría ayudarte a dar más reconocimiento.

Esther empezó a darme detalles de los requisitos que estaban solicitando, pero yo sigo caminando dentro de los pasillos de mi salón, observando a los demás trabajar y corrigiendo uno que otro trabajo.

—Sabes que no soy negativas con las oportunidades.— me siento y la invito a lo mismo.—Pero, estoy considerando tomarme un descanso para estar más cerca de Tom ahora que…

—Ginny, lo siento.—me interrumpe.—De verdad no recordaba que él está… Empeorando.

—Pero, tal vez pueda capacitar alguno de ustedes y podría representarme.

—Creo que nadie podría reemplazar tus habilidades.

Muy internamente acepto el alago, pues desde que tengo dieciocho años me he dedicado al mundo del estilismo con mucha determinación. Pero estoy casada… Mi esposo Tom ha estado para mí desde que somos pequeños y está pasando la etapa de un cáncer muy avanzado que para mi dolor, ha hecho metástasis y no me queda mucho tiempo a su lado.

Al llegar a casa entro con cautela para no despertar al hombre alto británico acostado en mi sofá. Incluso así durmiendo se ve tan angelical.

—Cariño…

Antes de terminar de entrar a la habitación lo escucho intentar levantarse, pero lo detengo acercándome a él.

—Shh… Si, ya estoy aquí.—Acaricio su cabello dorado—¿Qué tal la televisión hoy?

—No mucho, sabes que odio los deportes. Pero quisiera saber si ya hablaste con Esther.

—Sí, todo normal.

—Me comentó la noticia. En verdad me siento muy orgulloso de ti.

—Tom, sabes que no puedo ir. Tu eres lo más importante ahora.—me acuesto a su lado en un pequeño espacio—Y ya lo decidí.

—Siento que soy una carga para ti.

—¡Oye! No digas eso, desde que supe que compartiríamos vidas tú has sido mi prioridad, lo único que necesito.—le doy un corto beso—Además necesito un descanso.