Capítulo 3: Me ha dejado...

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Michael pidió que me recogieran en mi casa y además llevarme en el yet privado donde iba Sandy su manager y otras pocas personas de seguridad y asistencia.

—Pensé que no era necesario que conocieras al resto del equipo sino hasta llegar a Alemania.—me dijo al oído mientras subíamos al yet.

—Soy como el resto, no era necesaria tanta atención.—le digo tímida.

—El resto no detalla mis rostro como si viera algo angelical.—me sonríe.—Solo tú.

Sandy y los demás se sorprendieron al verme entrar, pero no se detuvieron a saludarme e indicarme mi lugar el cual intuí que no estaba planificado pues estaba en los últimos asientos, lejos de Michael.

—Parece que no eres fan.—dice Michael mientras se sienta a mi lado.—La última vez que te vi mis canciones estaban sonando por todo el salón de baile, y fue curioso no escucharte tararear ni una canción.

<< ¿Y por qué tendría que concentrarme en el exterior? Si solo te veía a ti>>

—Ahmm, dejé de escuchar tu música por mi esposo.—intento no perderme en mis pensamientos.—Empezó a tener días en los que ni siquiera tu voz podía ayudarlo.

—Entiendo.—dice serio.—Espero que tu esposo esté bien. Pero por ahora quisiera que me escucharas.—me da una walkman.—No por ser egocéntrico, solo te ayudo a estar al tanto para los ensayos.

—Michael, debemos empezar.—Sandy interrumpe.

Michael se levantó dedicándome una amable sonrisa y alejándose a los primero asientos para empezar hablar con otras personas, tal vez arreglos del concierto.

Para alivianar las nueve horas de vuelo me dediqué a escuchar las canciones del walkman que por fuera tenía rotulado el título "Dangerous Tour List" imaginando cualquier escenario para cada canción, llorando en algunas y dando pequeños bailecitos en otras. El sueño que no pude tomar antes me ganó y me quedé dormida hasta que sentí unas manos acariciando mi cabello, al abrir los ojos veo a Michael quitándome los audífonos del walkman.

—Lo siento no me quedé dormida porque haya sido aburrido.—digo.—Tienes una voz muy suave.—me atrevo decir todavía un poco dormida.

—Tal vez te suene mejor si te canto para dormir.

Sin hacer ningún esfuerzo de levantarme, volví a cerrar los ojos y me dejé tumbar en el hombro de Michael sin pensarlo mucho. Cada nota que hacía con su voz me daba paz.

Me despiertó el sonido de la bocinas anunciando nuestra pronta llegada. Desconcertada veo a mi lado, recordando si fue un sueño o tal vez enserio estuvo aquí conmigo cantándome. De cualquier manera me arreglé un poco y ví que Sandy se aproximó a mi asiento hasta quedar frente a mí.

—Tal vez se preocupe mucho por ti.—me dice apoyándose en un asiento delante de mi.—Pero no te confundas, a veces es tan amable como un niño sin razón alguna.

No dije nada y dirigí mi mirada hacia donde estaba él, leyendo unos papeles parado en el pasillo.

—Ya sé que me dirá, que solo vengo hacer mi trabajo y no a conquistar a la estrella.

—Exacto.—me señala afirmando.—Incluso si pasara algo, no tendría otro remedio que despedirte.

Antes de responder de la misma manera insípida que él lo hizo, el yet anunció que estqba a punto de aterrizar y debíamos tomar nuestros puestos. Es la primera vez que estoy en un país diferente y sola.

Al llega también nos encontramos con el resto del staff para el concierto, llegamos de noche así que intentamos no llamar la atención de paparazzi. Rápidamente nos instalamos en un hotel a unas cuadras cerca del estadio Olímpico de Munich, donde sería el concierto. Había dos pisos exclusivos para todo el staff, pero Michael pidió mi habitación al lado de la suya con la excusa de tener que ayudarlo a preparar temprano.

All Good Things [Michael Jackson Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora