Las siguientes acciones que hice fueron por impulso, ni siquiera recordé mi equipaje en el hotel donde me hospedaba. Todo lo que tenía en mi mano era mi celular y una pequeña billetera con mis identificaciones, por suerte también el pasaporte.
Durante el vuelo tenía una sensación extraña. Me sentía triste pero luego de dejar a Michael y recordar sus palabras "Pero te necesito, aún te necesito" no salieron más lágrimas solo un vacío en el pecho y desconcertada porque todo pasó tan rápido. No me pude despedir bien de él, pero tal vez lo que me tenía tranquila fue su espontáneo abrazo, ese donde no importaba quien era él o yo, a él solo le importé yo por unos instantes, y que bien se sintió su atención.
Al llegar a Los Ángeles tome de inmediato un taxi hasta mi casa, mi pierna no dejaba de moverse por lo nervios y ansiedad de llegar. Aunque sabía que Tom no estaría ahí, solo necesitaba estar segura de que no estaba soñando y que el momento había llegado.
Mi casa y el jardín estaba repleto de personas vestidas de negro y murmurando mientras salía del auto. Saludé algunos amigos de Tom pero a ningún familiar, todos en esa familia me tenía cierto rencor desde que Tom y yo nos casamos y decidió dejar una oportunidad de trabajo en Asia ayudando a la empresa familiar de primos y tíos, para quedarnos en Los Ángeles mientras yo terminaba mi curso de belleza. Decidió mis proyectos antes que los suyos con tal de no sepáranos nunca. Al llegar a la sala me encontré con lo que más temía, el ataúd abierto de mi esposo con flores a su alrededor, al acercarme no lloré solo persistía ese vacío en el pecho que me costaba respirar.
—Llegaste.—sentí una mano en mi hombro.
Al voltearme me conseguí con el rostro de Ann, la hermana menor de Tom. Tenía sus ojos azules irritados de tanto llorar y su cabello rubio despeinado pero recogido con una coleta a medio lado. Era la viva imagen de Tom.
—Hola.—la abrace muy fuerte.—Esto pasó muy pronto, yo...
—Pero debía pasar.—me interrumpió.—Nunca estuve con él durante su padecimiento pero le conocía, sabia cuando mentía mientras me llamaba. Su dolor nunca fue algo justo para él.
—No debí irme.—dirijo mi mirada al ataúd.—Debí quedarme.
—Incluso si lo hubieras hecho, no habría cambiado nada.—Ann sé queda junto a mí mirando.—A veces era él, a veces no era él. Prefirió los analgésicos y otras sustancias estúpidas como forma de derrota.—reprocha.
—Sí, era muy doloroso verlo perderse. Cambiaba mucho su estado de ánimo.
<<Perderse...Michael...>>
—Ann tengo que hacer una llamada.—camino hacia la salida.
—Espera.—me detiene tomando mi codo.—Tengo algo para ti.—me entrega una carta que tenía en su bolsillo de la chaqueta.—Es una carta de hizo Tom la última vez que fueron de vacaciones a mi casa, aún no estaba tan mal pero decidió hacerla y encargármela para entregarla en el momento y pues.—hace una mueca.—Es el momento.
Tomé la carta y me alejé de las personas del jardín para sentarme en la acera. La carta tenía su perfume, al abrirla todo se volvió a sentir como si también fuera a morir.
"Hola bombón, tal vez no
esperaste esto de mi parte.
Siempre he sido un hombre precavido,
y esta carta es por si razones del
destino no nos decimos
el último adiós. Aunque preferiría
no decirle adiós a la chica
de mi vida entera. Sé que
habrán formas de aún
hacerte feliz después
de irme, a mi lado o no
te dejo ir, así como debes
hacer conmigo.Te dejo ir para
que sigas buscando esa
felicidad que todavía mereces
que por desgracia no te seguiré
cumpliendo. Debes recordar
que te amo más allá
de cielo que me espera,
más allá de tus anhelos
siempre estaré ahí como
tu fan numero uno mundial
para que sigas siendo la
mujer que me enamoro
Desde que teníamos 10 años.
Vive por ti y por mí.
Con amor abrazador,
Tom.
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All Good Things [Michael Jackson Fanfic]
Fiksi PenggemarGinny es una maquilladora que después de la muerte de su esposo tendrá que irse de gira con Michael y descubrir un sentimiento temprano hacia el. "Respira aunque duela" es la frase que le da su compañera de gira a Michael mientras el pasa por la eta...