capítulo 9

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Narradora: Tara Block.

-¡Hey! ¡Hola, chicos!
- Hola.

Según la tercera ley de Newton, toda acción tiene una reacción. Mis acciones desde que acepté, a sabiendas, ir con Anthea de compras, me ha llegado al encuentro que quise evitar: estar en una mesa con los protagonistas.

- ¡Oww, la pareja más famosa del día se ha dignado a hacer presencia! - exclamó Rose.

La conversación fluía a medida que llegaban los pedidos de los recientes allegados.

Sin inmiscuirme me dediqué a tomar los aperitivos de la mesa.

Mi madre decía 'si no quieres buscar problemas, llena tu boca.'

- Hola, Tara - la voz de Aisha atrajo la mirada de todos hacia mi y me detuvo que coger el siguiente aperitivo. - Me alegro de que te encuentres bien.

Dichas palabras, me hicieron intentar asentir. Luego, continúe sin darme por aludida comiendo.

-Siento mucho no haberte visitado. - ella también sin darse aludida continuó hablando. -Estuve ocupada.

"Ah...ya me acuerdo."

Uno de los principales motivos de mi disgusto hacia los protagonistas era la falsa empatía de la protagonista.

Los días que Tara estuvo inconsciente, Aisha se aferró a Tristan. Se sentía insegura por el vínculo de parejas.

Creía que si se acercará mucho a ella, el corazón de él cambiaría así que busco maneras de hacer que se mantuviera a su lado: llorar, acostarse con él, ponerlo ansioso y preocupado evitándolo...hasta que Tara despertó y se confirmó la ruptura de la unión.

Más adelante, cuando supo la ausencia de la loba de Tara tuvo sentimientos encontrados: feliz porque la posibilidad de que Tristan la dejará era poco probable , y triste porque una persona perdió a alguien muy apreciado.

Esos sentimientos no la animaron a ayudarla a recuperar su loba; cuánto más tiempo pasaba menos importancia tenía y con las acciones de Tara, se olvidó de la pérdida provocada.

Todo esto porque ella era el mate de su enamorado.

Descubrirla como alguien buena y amable sería cubrirla con falsos atributos.

Una persona puede cometer errores pero si buscas la solución al problema puede ser perdonado.

Aisha Ray no busco un remedio al desastre que causó. Fue egoísta igual que Tristan.

Ninguno se preocupo de solucionarlo y hasta al final ni pensaron que si lo hubiesen reparado no habría sido mayor el daño.

- No te preocupes. No hacía falta.

- Es verdad, no pasa nada -comento Rose- Ah.. ¡La próxima vez deberías ir ya que serás nuestra Luna!

Una simple palabra provocó miradas incómodas y otros alegres.

- Yo ...

- Y... ¿Desde cuando estáis juntos? - Anthea, quién estuvo callada habló.

- Bueno ... - batiendo sus pestañas inocentemente vaciló por un momento.

El héroe acudió a su auxilio.

- Desde hace un año.

"Auch.. si la verdadera Tara estuviera aquí le dolería."

- ¿Y por qué lo mantuvisteis en secreto? - preguntó el perro faldero de la protagonista, Owen Wilson.

"¿Rechazado antes de confesar? Si, creo que ese Owen."

La villana rechazada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora