Capítulo 24

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•°•°•°•°
Narrador: Tara Block

"¿Ducal?"

Absorta en el apellido del chico casi me volteó hacia ellos.

Como un imán, otro personaje me rodeaba.

Merda! Y no es uno cualquiera..."

Shiba Ducal, el mejor amigo del segundo villano de la historia.

En la novela se le representa como una mamba negra, una especie de serpiente veloz, inquieta y letalmente venenosa.

Como su forma animal es un ser maligno, perverso y engañoso.

Desde muy joven se convirtió en el dueño de la segunda empresa más rica del mundo y un gran actor.

Ese último dato solo lo conoce el segundo villano, puesto que la mayoría de las personas lo ven como un playboy con una personalidad buena: afable, cordial y diligente.

¡Todo ficticio! Su forma de ser, su forma de sonreír, sus buenas acciones y sus sentimientos.

Es un sociópata que carece de humanidad.

Al mínimo error u ofensa puede arruinarte en un día. Y si es mayor tu falta, te matará.

Fue el cerebro que ideó y elaboró cada uno de los planes del segundo villano.

" ¡Merda,merda,merda! ¡Escape de una mierda para meterme en otra!"

Puesto que por fin se marcharon, alterada me apresuré a irme pero una mano me detuvo.

- ¡Tara!

- Lo siento, Mallory, me voy. - dije apartando cariñosamente su mano.

- Pero... ¡Espera! - exclamó siguiéndome.

Cuando salimos, se paró delante mía para detenerme.

- ¡Dime qué pasa! - dado que no respondía, siguió interrogándome - ¿Por qué Shiba Ducal te busca? ¿Y por qué escapas de él? ¿Os conocéis?

No sabía que responderle. ¿Mentir o decir la verdad?

Cada vez que me encontraba en una indecisión, usaba las frases hechas de mi padre: quien no arriesga no gana.*¹

[Exp.*¹: significa que si no nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort, nunca vamos a poder realizar cosas que quizás sean realmente sorprendentes.]

- Es mi vecino e intentó ligar conmigo. - le conté - Y le provoqué para luego abandonarlo. Él no sabe que soy su vecina.

Apenas finalicé, la expresión atenta de Mallory se transformó en una alegre llena de carcajadas.

"¿Le hace gracia?"

- Ay... Ja ja ja. Es la primera vez que alguien le hace eso a un Ducal. - me puso las manos en los hombros - ¡Eres impresionante, amiga!

No pude evitar reírme.

Posteriormente, me acompañó al taxi mientras charlábamos sobre mi precioso pelo y mi disfraz convincente.

Y concluimos nuestra noche quedando para tomar un café.

•••

Mis intentos para hablar con Luka sentía que se volvían un acoso: fui a su casa,le envié mensajes, llamadas... Sin contestación.

Si, claramente me evitaba, entonces, opte por dejar de atosigarla y proseguir con mi vida cotidiana.

Pese a que quería evitar a Jan, parecía demasiado sospechoso y... me quedé sin excusas para faltar a las clases así que las retomé.

El cazador no reanudó su intento de acercarse.

Me extraño.

Y supongo que me alivió.

E indiferente, me enfoque en la clase de economía avanzada y en las demás clases siguientes hasta la hora de descanso.

Estaba revisando unas tareas cuando sentí la presencia de tres personas con aires de grandeza.

Eran las tres hermanas A: Andrea, Amanda y Ana.

- Hola, Tara,¿cómo estas? Escuche que tuviste un accidente.

"¿Cómo se enteran de todo?"reflexione rememorando a mis compañeras chismosas del colegio y de la universidad.

Admito que me gusta estar informada sobre lo que me interesa, siempre me impresionó la facilidad en que esas personas conseguían saber de todo y de todos.

Según Francis Bacon, <el conocimiento es poder>, y cada día esas palabras tiene un gran peso en la sociedad.

- Bien. - contesté - No fue muy grave.

- Si no fue tan grave,¿ por qué faltaste tanto? - preguntó Andrea.

La arrogancia es una de los peores enemigos de este tipo de personas.

Lo sé por experiencia y sé que buscan conseguir.

- ¡Oh, me dijo el medico que debía descansar bien! - contesté sonriente y de forma inocente para que dejaran de interrogarme.

Les incomodó mi actuación.

El plan había funcionado.

- Ah...

Acto seguido se marcharon desinteresadas.

Las demás horas de clase transcurrieron con normalidad.

•••

Pocas horas de salir de la escuela, recibí un mensaje de Luka.

[Hola. ¿Podemos vernos mañana?]

No dude en responderle que si.

Tenía muchas preguntas.

Y hasta que la vi sentada en esa pequeña cafetería con la cara decaída y demacrada, no me di cuenta lo mucho que quería ayudarla.

La revise de abajo a arriba.

Pese a que se vistió de forma elegante, su ropa desentonaba con su rostro pálido.

- Hola, Luka. - le saludé antes de sentarme.

- H-hola.

Cada uno se pidió un refresco y hasta que las dos le dimos un sorbo a la bebida, ninguna comentó nada.

- Tara, yo... ¡Lo siento! - pronunció angustiada. - Desde aquel día te ignoré porque me daba vergüenza. ¡Lo siento mucho!

- Luka - incliné y tomé su mano que sostenía el vaso con fuerza - No pasa nada. Sólo quería saber cómo estabas. Soy tu amiga y me preocupas.

Me miró fijamente analizando cada una de mis palabras, agarró fuertemente mi mano y , poco a poco, las lágrimas brotaron de sus grandes ojos y se distorsionó su linda cara.

Me apresuré a sentarme a su lado y acogerla entre mis brazos dejando que expresará toda la carga que soportaba ese frágil y diminuto cuerpo.

Indiferente a las miradas de los espectadores, la abracé hasta que se calmó.

Con los ojos hinchados y con los pañuelos en las manos,   decidió abrí su corazón.

- Odio a la amante de mi padre. Odio a mi padre... Pero, a quién más odio es a mi madre por fingir estar enferma para retener al hombre que la engaña.

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⏰ Última actualización: Oct 02 ⏰

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La villana rechazada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora