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Narrador: Tara BlockLas constantes insistencias del cazador hacia mi se volvieron tan agobiantes e irritantes que le pedí al Sr. Quiles un informe para ausentarme de ir a la academia, pero, su negativa, me llevó a buscar nuevos métodos de convicción.
La primera fue aparentar estar enferma.
Un fracaso: sorprendentemente tenía al doctor en marcación rápida.
La segunda, fingir tristeza.
- Echo de menos a mis padres y amigos. También añoró mi cuidad....
- Señorita... ¡Debería llamarlos!
Otro fracaso.
La tercera, pedir un informe del médico acreditando mi indisposición.
Un fiasco a medias: acabé en el hospital y con la documentación deseada.
Increíblemente sin ningún tipo de esfuerzo.
- Rotura de muñeca, varias heridas en piernas, brazos y cara; y un pequeño golpe en la cabeza que le dejara una leve conmoción - dijo el médico - Debe reposar y no usar fuerza física.
"Yo no quería esto..." Pensé mirando a la niña sentada en la cama con la cabeza decaída.
- En cuanto a la señorita, tres semanas con el brazo enyesado. - añadió.
- Oh, gracias, doctor.
A excepción de Luzma, Julie y Sr. Quiles vinieron al hospital tan pronto los llamé.
Después de una larga reprimenda por parte de los dos, uno se fue a encargarse del papeleo del hospital y el otro a comprar refrigerios.
Su comportamiento y su preocupación me hizo recordar a mis padres y , esa sensación de que le importó a alguien ajena a ese mundo de la novela, era un sentimiento agradable.
Divagando, réparé en la pequeña niña.
Suavemente me aproximé y me senté en una silla al lado de su cama.
- ¿Cómo estás?
- ¿Eh? Bien ...- contesto tímidamente - Yo...¡Gracias por salvarme!
Asentí y le sonreí.
A pesar de sus heridas, podía verse su piel blanca bien cuidada, sus grandes ojos verdes claros,su nariz chata y sus labios rosados.
"Parece un conejito."
Y su pelo rubio fresa corto la convertían en un ser delicado y dulce.
- Soy Tara. - me presentó.
- ¡Yo me llamó Luka! - su voz temerosa y blanda la hacía más adorable.
- ¡Encantada, Luka! - agregué sonriendo.
- ¡Hmm! - movió su cabeza para estar de acuerdo con una sonrisa de oreja a oreja - ¡Si!
- Luka, ¿como acabaste involucrada en ese accidente ?
Su expresión volvió al principio, silenciosa y mustia.
Con eso entendí que no quería hablar del tema.
- Está bien, en un rato viene la policía. - continúe explicando ya que Luka no decía nada - Deberiamos contactar con tus padres.Sabes el núm....
- ¡No! - gritó.
Sus pequeños ojos mostraban nerviosismo y miedo.
Generalmente los hijos, cuando comenten un error, tienden a esconderlo de los padres.
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La villana rechazada
Fantasy•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°• Tara no sé lo podía creer: el día que cumplió 22 años ,había muerto y reencarnado en la villana de la novela que más odiaba. Detestaba tanto los protagonistas como la trama. Así que, quería regresar con su familia y amigos. ¿Si...