Pov Becky.
- No puedo volverme a encontrar con ella - Tape mi rostro avergonzado con una almohada, me encontraba en un hospital desde hace dos días, cada que Freen venía me negaba a dirigirle la palabra o simplemente me hacia la dormida. - Debe de odiarme...-
Me levante tratando de caminar hacia la ventana, me sostuve de los muebles para así no caerme, aun no sabía lo que me sucedía solo escuchaba las conversaciones de mis padres con el doctor exigiéndole saber sobre mí salud, pero él ni siquiera sabía lo que pasaba.
-Supongo que estaré un tiempo aquí...- me recosté en el sofá cerrando mis ojos, no sería la primera vez quedándome en este lugar pero significaba no volver a salir otra vez.
- Becky...- me tense al escuchar su voz, mi corazón empezó a latir y aguante mis ganas de sonreír, sentí su mano tomar la mía apretandola suavemente. -Me alegra que esta vez estés despierta. - Asentí sin decir nada -¿Estas molesta? Acaso... ¿Fue por el beso de aquella vez?- agache mi cabeza apenada, sentía como mi rostro se ponía caliente, creí que recibiría un rechazo pero simplemente escuché su risa. - No me molesto, al contrario, me gustó mucho pero no la parte en la que mordiste mi lengua...-
-¡Fue un accidente! ¡Era mi primer beso y no sabía lo que hacías! - varias risas de su parte se escucharon por la habitación, su mano se puso en mi mejilla donde la acariciaba, ella solo respondió "lo entiendo" - entonces... cuando nos sintamos tristes o felices ¿podemos besarnos? -
Pov Freen.
Abrí mis ojos en grande, no me esperaba esa pregunta, dentro de mi me sentía emocionada y sin quererlo sonreí, solo había probado sus labios por unos segundos pero había quedado encantada por su sabor, queriendo probar un poco más.
- Por supuesto - me acerque a ella cerrando mis ojos y uniendo nuestros labios, empecé a moverlos suavemente, una de sus manos apretaba con fuerza mi sudadera podía, sabía que estaba nerviosa y a su vez tensa, podía escuchar perfectamente sus latidos que iban bastante rápido. - Becky tienes que mantenerte relajada. - dije separándome de ella.
- Lo siento, solo estoy emocionada... - Sonreí al verla su sonrojo, no era la única, me sentía entraña al besarla y algo en mi se removia, nunca antes había experimentado esas sensaciones. - ¿Puedes volver hacerlo? -
Sin decir nada volví a unir nuestros labios, estaba vez era un ritmo normal y Becky empezó a seguirlo, sus manos se pusieron en mis mejillas profundizandolo, puse las mías a los lados costados subiendo un poco más hacia ella. A los minutos tuvimos que separarnos por falta de aire, su boca estaba entre abierta y su respiración agitada, Becky me miraba fijamente para luego soltar un pequeña risa y sonreírme, sin saberlo hace lo mismo, puse mi frente con la suya dando dos besos en sus ojos.
Así estuvimos por un rato, aun podía escuchar sus latidos y sabía que ella también escuchaba los míos, no quería que esto terminara y tener que regresar a casa, ¿era normal sentirme completa con ella? ¿Sentir las tan llamadas "mariposas en el estómago"? Desconocía lo que me pasaba con Becky pero si conocía el sentimiento de no querer irme ahora de su lado. Pues tenía la sensación de siempre protegerla antes que a mi.
- ¿Qué hacen? - Al escuchar la voz de Nam Becky me separo bruscamente mandándome al otro lado del sofá. - ¿Ustedes estaban...- se detuvo al hablar cuando escucho la voz de los padres de Becky acercarse a la habitación. - Tienes que irte ahora, no pueden mirarte aquí - rápidamente se acercó jalandome fuera de la habitación.
- ¿Por qué no puede quedarse? ¿A donde la llevas? ¿¡Quien no puede mirarla aquí?! - sentía la desesperación en la voz de Becky, la cual trató de caminar hacia nosotras pero cayó en su intento, al verla me solté del agarra de Nam y corría hacia a ella. - ¿Freen? -
- Prometo volver pero ahora no puedo quedarme aquí - con rapidez tomé sus mejillas y plantee un beso en sus labios importarme poco si Nam nos miraba. - Tienes que esperarme hasta que regrese ¿si? - la vi asentir un poco triste y salí casi corriendo de la habitación, siguiendo a Nam.
- No quiero una explicación tan larga -nos encontrábamos en su auto, se podía ver molesta. - Solo quiero saber ¿estas jugando con ella? Consigues lo que quieres y luego te iras..-
-....- guarde silencio por un segundo, no sabía que decir. - Tal vez.. no se sepa como me siento con Becky, pero de algo estoy segura y es que no me atrevería a hacerle daño. - mire a Nam con el ceño fruncido, en ese momento mi celular empezó a sonar.
Pov Becky.
- Hija ¿por qué tus labios están hinchados y rojos? - la voz de mi padre hizo que saliera de mis pensamientos. - Saldrás dentro de poco, no están grave, solo necesitas unos chequeos más. - Asentí sin decir nada, desde que Freen se fue sentía como volvía mi antigua soledad. - iremos hablar con el médico. - Asentí recostandome en la cama, estaba cansada por la reciente inyección y poco a poco fui cayendo dormida.
- Entonces.. mi hija..-
- Ella tiene muchas enfermedades menores, desde que tuvo ese accidente de pequeña le costó una gran parte de su vida, Becky tiene problemas en su corazón ¿A estado en situaciones que la hacen que se acelere de más? - sus padres se miraron entre sí, negando. - evidente que se acelere más de lo normal, si esto sucede podría sufrir de un infarto. Seguiré haciéndole un par de pruebas más para saber lo que sucede con exactitud. -
Pov Freen.
-¿¡Dónde está mi hermano?!- rápidamente le indique a la recepcionista el nombre de Anong, me indico en que habitación se encontraba.
Al llegar abrí la puerta encontrándome con un doctor y su maestra. - ¿Qué fue lo que sucedió? -- Tuvo otro sangrado nasal y luego de eso se desmayo. - al escuchar a si maestra me sentí frustrada y a la vez una mala hermana, lo había dejado aún lado, olvidándome por completo de sus cuidados.
-¿Usted es su hermana? - asentí. - estuvimos revisando lo que sucede con su hermano, se que será difícil para usted pero lamento decirle que él sufre de leucemia. -
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Blind Love | FreenBecky
RomanceFreen Sarocha es de una familia pobre, con padres abusivos y con un hermano pequeño que sufre de leucemia. En su trabajo la desprecian recibiendo un sueldo miserable. Prácticamente ha perdido todo lo bueno de su vida. Becky Armstrong es todo lo cont...