Freen Sarocha es de una familia pobre, con padres abusivos y con un hermano pequeño que sufre de leucemia. En su trabajo la desprecian recibiendo un sueldo miserable. Prácticamente ha perdido todo lo bueno de su vida.
Becky Armstrong es todo lo cont...
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Siempre me senti amada y apoyada por aquellos que me rodeaban, debido a mi condición solian cuidarme más que a ellos mismos, eran mi familia, lo único que tenía en mi vida. Las personas que debían de amarme y protegerme, ahora me daban la espalda.
— ¡No permitiré que arruines tu vida con alguien que no tiene absolutamente nada para darte! — su madre la tomó de los hombros gritándole en su rostro, cerró sus ojos dejando salir las lágrimas que había estado reteniendo. — ella tarde o temprano terminara lastimandote.
— ¡Tan solo tienes que conocerla! Freen es increíble, inteligente y hermosa, siempre me ha trato bien, me ha demostrado su cariño de cualquier forma. Créeme que no importa su situación económica — escuchó una risa de su parte.
— ¡Eso no es amor! Lo que sientas por esa muchacha no debe ser llamado amor, es totalmente repulsivo lo que has hecho, se que mi pequeña no se fijaría en alguien que nació... pobre, en alguien que no esta a nuestro nivel, seguro estas confundida, si.. eso tiene que ser.. — pudo sentir como las manos de aquella mujer temblaban mientras tocaba sus mejillas, rápidamente las aparto bruscamente.
— ¡No lo estoy! Ella hizo todo lo que ustedes no hicieron por mi, se tomó el tiempo de venir a verme cada día, de llevarme a todos los lugares a los que siempre quise ir, y de poder aceptarme tal como soy. Incluso ella no se avergüenza de mi por ser ciega, así que no te atrevas a juzgarla sin siquiera conocerla, tu.. tú.. ¡vieja tonta! — grité lo más alto que pude, de inmediato mi rostro se volteo hacia un lado al sentir el impacto en mi mejilla. Era la primera vez que mi madre me golpeaba.
— No vuelvas a dirigirte a mi de esa manera tan.. vulgar, esta vez, haz caído bastante bajo.— le dio una bofetada tras otra, incluso no pudo contarlas, podía escuchar la voz de Nam gritarle, pero hacía caso omiso.
— ¡Ya basta! — el gritó de su padre hizo que todo parará. El hombre fuertemente la tomó del brazo llevándola a otra parte lejos de su madre. Hasta que la empujó a una habitación, la cual era la suya. — Becky... ¿Estas segura que eres amada por lo que eres, y no por lo que tienes? ¿Qué Freen no terminara siendo como las demás personas que te han hecho daño y se acercaron solo por el dinero?— antes.. temía que podría llegar hacer así, que fuese como todos los demás, era una de sus inseguridades.— Piénsalo de esta manera, nadie podría fijarse en ti, ni mucho menos amarte por ser ciega, al menos que quiera algo de ti y esa chica, no será la excepción. Apartir de ahora, no volverás a salir de esta casa sin nuestra supervision. — sin más, la empujó hacia la habitación, encerrandola.
— Ella no sería capaz de ser tan cruel conmigo... así no es mi Freen. — abrazo sus piernas mientras empezaba a llorar, podía escuchar el sonido de la lluvia que se hacía más fuerte. La habitación se sentía fría.
4 semanas después.
Todos lo trabajadores que se mantuvieron a mi lado, habían sido despedidos y reemplazados por personas nuevas, no tuve el valor de despedirme de ellos, había sido mi culpa. Cada día que pasaba se volvía peor que el anterior, fui perdido las fuerzas para levantarme de la cama, incluso dejé de comer por varios días, empecé a sentirme sola, como si todos me hubieran abandonado. Mi vida había vuelto hacer como antes y no podía hacer nada para cambiarla, al ser ciega no podía ir lejos sin alguien a mi lado.
