Freen Sarocha es de una familia pobre, con padres abusivos y con un hermano pequeño que sufre de leucemia. En su trabajo la desprecian recibiendo un sueldo miserable. Prácticamente ha perdido todo lo bueno de su vida.
Becky Armstrong es todo lo cont...
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Sentí el aire golpear mi rostro, abrace mis rodillas para recostar mi cabeza sobre ellas, no podía dejar de pensar en la misma escena de aquella noche, se repetía una y otra vez, aún seguía doliendome.
- Ten. - Tomé el café que Mind me había extendido, para luego sentarse junto a mí. - Debes de descansar, más ahora que empezaste a vender tu sangre, lo haces seguido sin tener en cuenta las consecuencias, sabes perfectamente que tú cuerpo no tardará en colapsar por el cansancio.
- No importa lo que me suceda, tan solo quiero que Anong este bien, así que haré lo necesario para que se quede junto a mi. - decidí cortar la conversación.
- ¿Qué hay de Becky? Debe de estar preocupada por ti, ha pasado un mes desde la últi..-
- Mi prioridad es la vida de mi hermano, no una chica ciega. - dije, para luego irme y entrar nuevamente al hospital, camine hasta llegar a la habitación y me sentí tranquila al ver que Anong se encontraba despierto.
Me alegra verte despierto..- Sonreí acariciando su cabeza. - Sabes, estuve pensando, cuando salgas de aquí.... nos iremos lejos de Bangkok, tal vez vivamos en la playa, es tu lugar favorito ¿cierto?
- ¡Por supuesto! Recuerdo cuando me llevaste por primera vez, así mamá y papá no nos encontrarán, entonces vivamos allí ¿lo prometes? - Asentí sonriendo, aguante mis lágrimas pensando que había una posibilidad que de esa promesa no pueda cumplirla. - ¡Becky dijo que también le gustaría visitar la playa! ¿Ella puede venir con nosotros?
- No lo creo..- mordí mi labio inferior, no podía mostrarme débil.
- ¿Terminaron? - tal vez él no sabía el gran dolor que llevaban esas palabras, recosté mi cabeza en su pecho, esta vez no pude aguantarlo y solté un sollozo mientras deje mis lágrimas empapar su bata, sentí sus pequeños brazos rodearme mientras daba palmaditas a mi espalda. -No estés triste, tú la amas, solo tienes que decírselo y quizás puedan hablar y arreglarlo, así los tres podríamos ser felices viviendo juntos en la playa.
- Ojalá y fuese así de fácil... yo y Becky somos diferentes, no podríamos seguir juntas. Entonces solo seremos nosotros dos. -
- Pero... lo prepare todo. - me aleje un poco y vi como su rostro estaba enojado.
- ¿Qué haz estado ocultandome? - sonreí pellizcando suavemente sus costados, haciéndolo reír para luego poner una expresión seria.
- ¡Prepare su boda! - Solté un carcajada riéndome de él, sus mejillas se volvieron rojizas. - ¡No te burles de mi! Escuche a mi maestra decir que el matrimonio une a las parejas para siempre, por eso quería que tu y Becky lo hicieran, para que así puedas ser feliz junto a ella. - una lágrima se deslizó por mi mejilla, agache mi cabeza sonriendo. -
- ¿Planeabas casarme sin mi consentimiento? - Escuché sus risas cuando empecé a hacerle cosquillas. - ¿Hay algo más que el señor me esta ocultando?
