El partido se encontraba casi por terminar. Iban cero a cero, nadie metía un gol y la defensa del equipo adversario era buena al igual que el arquero. Quedaban tres minutos, y aún faltaban que dieran los minutos adicionales. Uno de los jugadores del Arsenal, Campbell, tenía la pelota, y se pasaba a los jugadores del Chelsea como el profesional que era, sin embargo, uno de ellos, Cahill, lo pasó a llevar con pelota y todo, haciendo que Campbell cayese casi fracturándose el pie.
El árbitro tocó el silbato, sacó amarilla para Cahill y el juego continuó, como si nada. Campbell se levantó a duras penas, cojeando.
- ¿¡Pero qué!? - Boss exclamó, llevando sus manos a la cabeza, mirando la televisión - ¡Ni si quiera puede caminar bien! ¡Eso era tarjeta roja, maldito árbitro !
- No maldigas a las personas, Boss- Bible comentó, tocando algunas cuerdas al azar con la guitarra - eso no es bueno.
- ¡Pero era roja!
Boss parecía realmente desesperado por la tarjeta que el árbitro había sacado. Bible estaba seguro de que si su hijo se encontrara en el estadio en ese mismo instante, mataría al juez del partido por tal decisión. Pero no lo estaba, y Bible intentaba componer.
- Dudo que te escuche a través de la pantalla - el mayor rodó los ojos - deja de gritar.
- Argh
Boss sabía que a su padre le gustaba el fútbol, pero no lo veía como una manera de vida como él lo hacía. Boss amaba el fútbol como amaba comer, y su padre no entendía eso. Sin embargo, si se lo explicaba de una manera que Bible entendiese, él quizá no le diría que dejase de gritar.
Bible tocaba las cuerdas de su guitarra lbanez con fluidez buscando alguna nota que diera inicio a alguna canción nueva, la cual, sería acompañada luego por las suaves melodías de las teclas de un piano, las cuerdas del bajo y los ritmos de la batería. La música lo relajaba, haciendo que olvidara el incidente de la ropa, aunque, de todas maneras, él ya necesitaba comprar más, ya que la que tenía, había pasado de moda. O eso se decía a sí mismo, para no matar a Boss mientras dormía.
Estaba a punto de iniciar la canción, cuando el timbre la puerta de su casa, sonó.
Bufó algo molesto.
Por lo general, Charlotte abría la puerta cada vez que alguien venía, sin embargo, ella se encontraba en su día de descanso al ser domingo. Aun así, era extraño que alguien tocara la puerta de su casa, ya que, él y los guardias de seguridad en la puerta con los pies descalzos. Al abrirla, se llevó una gran sorpresa, dos pares de ojos cafés le miraban con cariño, pertenecientes a sus mejores amigos.
- ¡Bible!
El chico de cabello castaño le sonrió, acompañado de un chico moreno de pestañas largas, el oji miel abrió sus brazos amistosamente hacia el mayor.
- ¡Barcode! - sonrió Bible, abrazándolo y miró a Jeff a su lado - ¡Hey! ¿Cómo estás, Jeff?
- Bien, Bib - el moreno comentó - ¿Qué hay de ti?
Bible se separó de uno de sus mejores amigos, sonriente y con ojos brillosos.
- Estoy bien - comentó - pensé que estaban de luna de miel. ¿Qué hacen aquí?
- La luna de miel terminó, y nos enteramos de que estás con descanso - comentó Barcode, alegremente - así que, hemos decidido venir a verte.
- ¿Sorpresa? -el moreno rió, abrazando a su amigo - te hemos extrañado, Bible
- Yo también chicos - Bible sonrió, separándose de Jeff - tengo algo que contar
- ¡GOL!
Desde dentro se escuchó la voz chillona de Boss, gritar casi a todo pulmón el gol que su equipo había anotado a último minuto de terminar el partido.
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Hey, Dad. [BibleBuild] [M-preg]
FanfictionLa vida de un famoso puede ser genial: fiestas, amigos, sexo, drogas y alcohol. Sin embargo, un error del pasado puede cambiar ése panorama. Pocas personas toman precauciones cuando son jóvenes y una de ellas fue Bible Sumettikul, un solitario y fam...