Mile miraba el fuego de la chimenea con una taza de café en las manos; para la sorpresa de todos, estaba lloviendo. Toda la familia de Bible, como la de Build, aún se encontraban en la casa de campo del joven cantante al igual que los empleados, disfrutando de los días libres. Había pasado un día completo desde que la feliz y recién casada pareja había partido hasta su luna de miel. Ninguno de los presentes sabía exactamente dónde era que Bible había llevado a Build, pero no importaba, de todos modos.
El moreno se encontraba en la sala, su café humeante entre sus manos y las llamas reflejándose en sus ojos. Estaba en paz y pensaba en todas las cosas que tenía que hacer para cuando Bible volviese y todos los nuevos insultos que podrían ocurrírsele porque ya los otros estaban muy repetidos. Y a pesar de que llevaba ropa cómoda, no sus típicos mocasines o sus trajes, sabía que eso no duraría demasiado.
Y tenía razón.
La puerta de la sala fue abierta revelando la encantadora sonrisa de una de sus personas favoritas en el mundo: Boss. El menor llevaba puesto un pijama de polar del capitán américa y en su mano llevaba una taza con un poco de chocolate caliente que, seguramente, Charlotte había preparado.
- Tío Mile - sonrió Boss, acercándose a el con cuidado de derramar su taza - ¿por qué estás solo?
Mile suspiró, apoyándose en el sofá.
- Quería tranquilidad - bromeó - pero en esta casa es imposible.
Boss rió suavemente.
- Si quieres tranquilidad, traeré a Neoul y al tío Apo.
El moreno no alcanzó a reclamar nada cuando Boss salió por donde había entrado, dejando su taza de chocolate en la mesita del centro.
"Demonios" pensó Mile, acomodándose en el sofá, otra vez, con nerviosismo, en donde estaba sentado.
Después de lo acontecido con Apo, Mile no había entablado una verdadera conversación con él; en realidad, sólo le preguntaba las cosas básicas y huía de él en cuanto lo tenía cerca. Y eso era algo a lo que no estaba acostumbrado: huir.
Por lo general, en cuanto a hombres se trataba, Mile era el que llevaba la batuta. El nunca huía de ellos, incluso, cuando había sido un encuentro casual de una sola noche; pero había algo en Apo que le inquietaba.
Mile tenía un concepto de sí mismo; el sabía que era una persona fría, calculadora y un perro sarcástico que no reparaba en nada cuando hablaba y le importaba una mierda los sentimientos de los demás. Pero después de darle vueltas al asunto de Apo una y otra vez, llegó a la conclusión de que el chico era demasiado adorable como para romper su corazón.
Mile no estaba involucrado sentimentalmente con el chico de cabello medio castaño y el sexo con él había sido genial, diferente. Tanto así, que estaba pensando seriamente en tener otro encuentro casual con él; sin embargo, temía por el piel canela.
Apo tenía un aura de bondad flotando sobre él, de amabilidad, de cariño y carisma que pensar en alguien haciéndole daño parecía una abominación. Por ese motivo era el que Mile lo estaba rehuyendo, el no quería ser la que le hiciera daño.
Sacudió la cabeza, terminando su guerra interna. Se estaba comportando como un idiota, como un adolescente hormonal que acaba de perder la virginidad y está pensando seriamente en llamar al chico con el que la perdió para una segunda vez o un posible noviazgo. Y el no quería eso. Había sido un encuentro casual, el lo sabía y Apo también. Nadie había hablado de sentimientos y el estaba haciendo de aquello algo de lo que arrepentirse. No lo necesitaba. Fue sólo una noche. Eso era todo lo que era. No tenía por qué hacerlo un problema de índole nacional. Estaba hecho y ya nada más podría hacer.
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Hey, Dad. [BibleBuild] [M-preg]
FanfictionLa vida de un famoso puede ser genial: fiestas, amigos, sexo, drogas y alcohol. Sin embargo, un error del pasado puede cambiar ése panorama. Pocas personas toman precauciones cuando son jóvenes y una de ellas fue Bible Sumettikul, un solitario y fam...