|11|

507 43 3
                                    

EMILIO LARA.












Otro partido más en el que no era titular y no tenía minutos, habían pasado varios partidos desde que comencé a ser una baja notoria en el primer equipo. Miguel Layún se había quedado con el puesto de lateral, mientras yo me quedaba siendo banca.

Trataba de ver las cosas desde la mejor perspectiva, animando al equipo que al final tenía el mismo objetivo que yo. Intentaba, por supuesto, pero también venía a mi mente la plática con Alex y Jonathan.

¿Tamara de verdad estaba siendo una distracción para mi carrera?

Trataba de no culparla por que ella no es quien entrena por mi, sin embargo si sé que está en mi cabeza constantemente y eso me comenzaba a asustar un poco. No se supone que debería estar pensando en ella constantemente, no se supone que este contrato vaya más allá de lo que es. No debo ni quiero criar un vínculo afectuoso con ella

El partido terminó con una victoria para el equipo, nuevamente aquí iba a felicitarlos y a darles mi mejor sonrisa aunque no estuviera tan satisfecho de lo sucedido. Digo, para nadie es muy bonito quedarse sentado, viendo sin poder hacer nada.

Todos estaban en su euforia, así que simplemente tomé mis cosas para cambiarme de ropa e irme a casa. Necesitaba despejar la mente de esto y sabía bien como hacerlo.

— El Tano quiere hablar con nosotros, no deberias irte — mencionó Henry en cuanto me vió poner la maleta en mi hombro.

— Ya me sé el discurso de siempre, Henry. Pero mejor que hable con quienes van a jugar, no creo que necesite instrucciones para calentar la banca — respondí dejando salir palabras que demostraban mi poco estado de ánimo.

Henry soltó un suspiro y se acercó a mi, haciendo que me sentara en el banco que había a un costado. Sabía lo que se venía y no me quedaba de otra más que escuchar, tal vez pueda venir algo bueno de esto.

— Yo mejor que nadie sé lo frustrante que es no poder jugar, estar en un lugar y no poder hacer nada. No quiero minimizar lo que sientes Emilio, pero creeme que es peor estar en el campo y ser abucheado por no llenar la expectativa que la afición tiene de nosotros — puso su mano en mi hombro.

— Pues prefiero que me abucheen por hacer las cosas mal, pero al menos haberlo intentado y no por estar sentado — henry negó moviendo su cabeza.

— Aún eres joven y te quedan muchas cosas por aprender Pelón, pero como tu amigo te digo que es mejor quedarse sentado. Los abucheos por no hacer algo bien, van a llenar tu cabeza de dudas sobre si deberias seguir intentando ser alguien en el fútbol o mejor retirarte. Te hablo desde mi experiencia, el Tano solo está protegiéndote para que puedas volver a retomar tu confianza y tu nivel. No estás en banca por ser un mal jugador, por que te sobra talento Emilio, pero te falta madurez y con malos comentarios o abucheos no la vas a conseguir. Piénsalo amigo, veras que es lo mejor  y si necesitas hablar al respecto, sabes también como encontrarme.

Las palabras de Henry me llegaron demasiado, era verdad que el había pasado por mucho aquí y que su historia de superación es increíble. Sin embargo ahí estaba la duda sobre si yo me podría reponer como lo había hecho el, por que tenía razón pero yo veía duro y tupido el camino para esa madurez que necesito.

Mi plan de irme fue fallido, pues en lo que Henry me aconsejaba, el Tano ingresó a vestidores para la charla habitual posteriormente al partido.





[..........................]













Arroje las llaves al mueble que estaba al lado de la puerta, caminé a oscuras por la sala hasta llegar al pasillo. Ahí solo había una pequeña lámpara que alumbraba el pasillo, así que sin problema pude llegar a mi habitación.

𝙋𝙨𝙞𝙘𝙤𝙙𝙚́𝙡𝙞𝙘𝙖 |𝙀𝙢𝙞𝙡𝙞𝙤 𝙇𝙖𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora