✓ |Halley.| Teen Wolf.| Liam Dunbar.

34| La Perdición Del Lobo.

Episodio Treinta Y Cuatro:

Halley soltó un jadeo al escuchar un sonido irritante proveniente de las bocinas de la escuela que molestó a todo el grupo estudiantil que recorría los pasillos. Cerró su casillero de casi un portazo, con el libro de cálculo en sus manos.

─Atención, estudiantes. Las clases del señor O'Quinn están canceladas hoy. Si alguien sabe su paradero, por favor que lo haga saber en secretaria inmediatamente─. Frunció el ceño ante las palabras del locutor, y lo arrugó aún más al sentir la presencia de alguien más a su lado.

Se giró bruscamente al percibir el olor de la Quimera, que sonrió de oreja a oreja, recargando una de sus manos contra un casillero.

─Halley... me alegro que estés viva─. Comentó Theo, con esa chispa característica en él.

─¿Te alegra algo? No sabía que tenías sentimientos─. Escupió ella, dándole una mala cara. No le gustaba para nada que él se acercase a ella.

El falso Beta soltó una risita, chasqueando la lengua.

─De hecho, tengo una duda al respecto. Es decir, tus emociones son falsas, tu personalidad es falsa, tus intensiones son falsas y... eres una maldita copia barata de un verdadero Beta, ¿quieres un autógrafo o algo? Creo que tengo un bolígrafo por aquí...─. Le sonrió de lado al castaño con músculos, buscando en su bolso una bendita pluma. ─En serio me sorprendes, ni siquiera una persona eres...─. Tensó la mandíbula cuando Theo alzó su rostro, pegando su nuca contra el metal frío detrás de ella, golpeando un poco la zona en el proceso.

─Es muy interesante la mirada que Liam nos está dando en este momento...─. Susurró cerca de sus labios, la Beta apretó los labios. ─No busco una pelea contigo, no en este momento─.

─No me interesa lo que busques─. Respondió ella, soltándose de su agarre.

El muchacho soltó una risita, casi divertido. Era irritante. ─Solo para que lo sepas, yo no planeé lo de Hayden. Ella lo hizo. Sola─. Expresó, sacudiendo ambas manos, prestando atención a éstas.

Halley pasó su lengua por sus labios, antes de darle una ojeada a su alrededor que no estaba tan frecuentado, no pudo evitar notar que Liam ya no estaba. Luego se giró en dirección a la Quimera, tomando su cuello de la camiseta para estamparlo contra el metal.

─Dañaste a mi manada, y eso no es algo fácil de superar─. Susurró ella, aplicando fuerza en el muchacho.

Su hermano la mataría después, ¿pero qué importaba?

─Parezco el malo ahora, pero luego entenderás que lo hago por el bien de todos─. Ella negó.

─¿Sabes qué creo? Creo que todo esto lo hiciste para pretender hacer algo bien, y luego darte unas palmaditas en la espalda, felicitarte por tanto arduo trabajo─. Hizo comillas con sus dedos, soltando a Theo, que se acomodó el cuello.

─¿No es eso lo que hacen ustedes?─. Negó, tensa.

─No me gusta mucho eso de las amenazas vacías, la verdad, entonces no juraré matarte. Pero te prometo hacer de tu asquerosa vida, una aún más miserable─. Dijo por última vez antes de salir del pasillo, dejando a un sonriente Theo.