44| Sol.

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44. Sol:































Reconocía las muy buenas o muy malas películas de terror. Todas generalmente iniciaban así; con un grupo de personas -de amigos, o en cambio, enemigos- que se adentraba a algún lugar peligroso -una casa, un pueblo, o algo así- debido a la curiosidad o por el poder del guión. El primero en morir era el bromista escéptico o la chica tonta que confirmaba lo sobrenatural, luego alguien que se sentía culpable por eso o discutía con el grupo por la primera muerte. Y al final, solo quedaba el intelectual y su novia.

Esperaba no morir por culpa de Mason, genuinamente no quería morir.  Así que cuando los tres; Liam, Mason y yo emprendimos un viaje sin Corey, siguiendo la maldita brújula por el bosque, sentí escalofríos al terminar en una casa gigante que se veía del terror.

Lugar de muerte: Listo.

Y evidentemente titubeé, a punto de negarme cuando el pelinegro fue el primero en pasar. Claro, siendo humano tenía más valentía que Liam y yo juntos.

Entonces, tras darle una mirada a mi chico, decidí que lo mejor sería avanzar y no dejar delante al de tez oscura, puesto que podrían haber problemas que no me gustaban para nada imaginar.

Imaginen mi sorpresa al encontrarme con mi Alfa, imponente y sorprendido en el medio de la sala principal, con una cara de confusión y congelado. No es que Scott fuera feo del todo, sí, tenía sus defectos pero algo en él lo hacía atractivo de alguna manera. Pero en ese momento, salté del susto junto a los chicos, jadeando junto a ellos al verlo.

─¿Qué haces aquí?─. Colocó sus manos en su cadera el antiguo rubio, dirigiéndose al mayor.

─Esta es la casa de Alex. ¿Qué hacen ustedes aquí?─. Regresó la pregunta.

Alex era el niño que Liam y yo nos habíamos encontrado en el bosque anteriormente, y si esa era su casa... ¿por qué se encontraba en tan mal estado?

─Nos trajo la brújula─. Señalé el objeto que Mason llevaba, él parecía pensativo y sorprendido.

─¿Qué brújula?─. Cuestionó el moreno. El de camisa de botones la alzó, mostrándosela. La flecha que tenía solo giraba, sin apuntar a un lado en específico.

─¿Mischief está aquí?─. Le pregunté a Scott, y él asintió.

─Está arriba─. Comentó antes de regresar la atención a la brújula, con la frente arrugada. ─¿Por qué está haciendo eso?─.

─No tengo idea─. Admitió Mason.

Y Liam sacó su teléfono de su bolsillo, mostrando como aquella brújula estaba perdida, son signos de interrogación en lugar de la señal adecuada. ─Todas lo hacen─.

Tragué en seco, tratando de hacer fluir el aire en mis pulmones. Algo estaba mal. Muy muy mal, exageradamente mal. Pero no podía descubrir lo que era, no tenía ni una sola idea.

La brújula hizo un sonido fuerte cuando su vidrio se rompió debido a la poca estabilidad interior, lo que me hizo sobresaltarme de mi lugar. Y entonces unos sonidos en la parte de arriba de las escaleras se hizo presente.

✓ |Halley.| Teen Wolf.| Liam Dunbar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora