✓ |Halley.| Teen Wolf.| Liam Dunbar.

018| Levántate.

Episodio Dieciocho: Levántate.

Stiles veía fija la pantalla de su computadora, parecía tener un dolor de cabeza debido a que se encontraba pensativo, acariciando las arrugas de su frente. Malia mantenía la cabeza torcida, leyendo un libro sobre la cama de su hermano.

Y Halley trataba de no morder sus uñas. Iba a reprobar. Okay, lo iba a hacer. Iba a reprobar historia y tenía la sensación de que sería probablemente castigada por eso. En su muy humilde defensa, no era una chica con tiempo de sobra. Claro, ya no tenía precio su cabeza, pero aún sufría algunas consecuencias.

Entonces ya estaba hecho, no pasaría el examen de historia. Dios, internamente deseaba que no fuera ni remotamente parecido a la realidad. Tal vez debía dejar de pensar en esa situación y enfocarse en ideas más... productivas.

Avanzó a su hermano mayor, quien fingía no verla.

─No le dijiste a papá─. Señaló, puesto que de haberle dicho, estaría en una celda o algo parecido. Su familia era algo sobreprotectora, Stiles más que su padre.

El joven no quitó la mirada de su libro, aún recargado en su codo. ─Estoy reconsiderándolo─. Confesó en voz alta.

─Pues vas por buen camino. No deberías molestarte porque tengo amigos y vida social─. Humedeció sus labios con su lengua. ─Sé que no soy exactamente normal, pero me gustaría vivir cosas similares a lo que la gente de mi edad experimenta─. Por primera vez, Stiles alzó el rostro.

─Estás creciendo─. Susurró, como si lo acabara de descubrir. Halley arrugó la nariz, porque parecía decirlo para sí mismo.

─Sí─. Terminó por contestar.

─No lo había notado─. El chico cerró la laptop que utilizaba y se levantó de su lugar, dándole un abrazo inesperado a su hermana, quien solo parpadeó con confusión antes de devolverle el gesto. ─Mamá estaría orgullosa de ti─. Murmuró en voz baja, tensando parcialmente a la joven, que formó una línea con los labios, pero no dijo nada.

¿Lo estaría?

No recordaba mucho a su madre. No realmente. Era muy pequeña para tener uso de la memoria, y nunca la conoció con normalidad. Recordaba los hospitales, las grandes cuentas, las noches de vela, a su padre cansado y a Stiles llorando. Recordaba los gritos de su madre al verla, apuntándola con odio y miedo, señalándola tal criminal. Recordaba como no podía charlar con ella siempre, no podía contarle cosas de su vida... porque no siempre era ella. A veces, solo se le permitía verla cuando dormía, porque causaba crisis constantes en su madre.

Se separó de él después de unos segundos, sonriendo y tratando de mostrarse tranquila ante sus palabras.

Escuchó a lo lejos a su padre subiendo las escaleras y entrando casi al instante a la habitación de muy buen humor. ─Dejen lo que están haciendo. Voy a llevarlos a los tres a comer. Lo que quieran─. Sonrió alegre, pero Stiles formó una mueca.

─Papá, no creo que un hombre con tus deudas deba invitar a nadie a nada─. Acarició sus manos, algo avergonzado por la invitación de su padre.

─Bueno, hay una deuda de la que ya no nos tenemos que preocupar─. Levantó un sobre, mostrándolo a sus hijos.

─¿Y eso qué es?─. Inquirió dudosa la joven, tomando el papel con curiosidad.