✓ |Halley.| Teen Wolf.| Liam Dunbar.

33| El Pasado Por Alto.

Episodio Treinta Y Tres:

Halley mantenía su cabeza contra el hombro del chico, respirando con tranquilidad. Por primera vez en mucho tiempo, se sentía apaciguada a pesar de todo.

Liam estaba sentado a su lado, con su cabeza contra el tronco del árbol, sosteniendo con fuerza la mano de la Beta a su lado, casi aliviado.

─¿Sabes? Cuando... morí... es decir, mientras agonizaba...─. Comenzó la menor de los Stilinski, notando como el corazón del rubio aumentaba sus latidos. Pero eso no le detuve. ─Vi... mi vida pasar en un segundo. Siempre creí que era una simple mentira profunda de las películas o algo... pero yo fui testigo de que es real─. Susurró, permitiéndose que solo Liam escuchase aquello.

La oscuridad del bosque era la única que podía presenciar aquella escena; no habían problemas reales, no mientras ellos dos estaban juntos, tomados con fuerza de la mano casi con temor. Temían que el otro desapareciera en el aire.

─¿Qué fue... lo que viste?─. Masculló él, pegando su cabeza sobre la contraria, aspirando su aroma.

─Nos vi... a nosotros─. Inició la explicación. ─Nuestro primer beso..─. Lo oyó reír suavemente, apenado. ─Vi a Stiles... a papá... a mí madre...─. Soltó un suspiro agotado.

Pasaron unos dos o tres segundos de silencio, antes de que el chico hablara para continuar la conversación.

─¿Qué fue lo que pasó... con tu madre?─. Soltó en un titubeo, no muy seguro de preguntar.

Halley no se inmutó, solo su pulso aceleró un poco. ─No recuerdo mucho sobre ella... solo que enfermó y tenía estos... ataques de ira hacia mí o Stiles...─. Hizo una pausa, sintiendo un nudo en el estómago, subiendo hasta su garganta. ─Nunca tuvimos la mejor relación, honestamente. Todas las noches que pasábamos en el hospital por ella, le preguntaba a Mischief por qué no tenía una madre como la de mis amigas... alguien que me cuidara a mí. Siempre tuve que cuidarla a ella─. Mordió su lengua, tratando de aguantar las ganas de llorar.

Sintió el toque cálido que había pensado jamás en sentir sobre sus mejillas, luego esos labios suaves en su frente. El caliente aliento del chico tocó la parte de arriba de su cabeza.

─Lo lamento tanto, Hally─. Se disculpó en voz alta, sin saber qué decir.

Ella trató de sonreír, negando. Pasó su mano por sus ojos, tallándolos. ─Está bien. Ahora no importa mucho, no realmente─. Trató de dejar a un lado el tema. El chico le sonrió un poquito, intentando tranquilizar a su chica. ─¿Alguna vez pensaste en un futuro... conmigo?─. Lo oyó tragar en seco.

─Sí─. Admitió en voz alta, sin vergüenza alguna. ─No se me hace muy complicado o poco realista. Es algo... que quiero─. Confesó en voz alta, maravillando a la chica a su lado. ─Pero, si no fuese así... quiero que sepas que salvaste mi vida─. Fue entonces que las lágrimas de los ojos de la chica por fin pudieron salir.

─Y tú salvaste la mía─. Admitió ella.

─Fuiste... mi primer beso─. Halley soltó una risita, negando suavemente ante sus palabras. ─Mi primera novia oficial, mi primer todo... y no me arrepiento. Todo lo contrario─. Ella besó sus labios, sin poder sonreír a pesar de las gotas que bajaban pro su rostro.