22 - Olvidar

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–¿Qué hago, Miku? –Soltó la pelirroja, su amiga la miró intentando ignorar el frío que hacía afuera donde estaban ellas sentadas

–¿sobre qué?

–Yokune, yo... no sé qué hacer, ella me llamó el otro día y me preguntó si ella era distinta a él, a su padre, ya sabes, yo... seguí tu consejo, me quedé en casa, no fui a verla aunque se escuchaba tan mal y cuando le corté mi pecho dolió tanto que quise llorar, ella estaba mal y llorando y simplemente la ignoré, si ella estuvo mal y yo hice oído sordos ¿entonces que diferencia hay entre quienes la dañaron y yo? Yo... me rebaje al nivel de quienes lastimaron a Yokune

–¿Ella pensó en ti cuando te quiso forzarte a hacerlo? –Hatsune no quería sonar así de dura, pero era la única forma de que Kasane entendiera, ahora que sabía que Yokune no tenía sentimientos por Kasane podía decirle a la misma que simplemente la soltarla

–No, pero ese día estaba mal y enojada, quizás aún está mal

–¿Se ha disculpado?

–No, pero eso es porque no sabe disculparse correctamente

–Deja de justificarla, esa relación no es buena, nunca lo fue, así que deja de pensar en ella, nunca te dio las gracias y nunca se disculpó por alguna de las cosas que te hizo, así que ya deja de priorizarla, no seas tonta, Teto –Los ojos de Kasane se pudieron cristalinos, estaba apunto de llorar, al verla Hatsune simplemente se levantó de la banca y acomodó su falda –Te dejo para que puedas llorar –Kasane asintió y Hatsune se fue, cuando esta estuvo lo suficientemente lejos Kasane dejó caer un par de lagrimas.

Cada palabra que le dijo Hatsune le dolió, no porque fuera dura o directa, sino porque sabía que tenía razón y que decía la verdad, Yokune nunca le dio las gracias y tampoco se disculpaba por sus acciones, pero Kasane siempre la justificó y la priorizó. Si era tonta.

–No seas tonta, Teto... –Repitió para sí misma

Hatsune tenía razón, a veces hay que decir "Amiga, date cuenta" y seguir con la vida.

Se secó las lagrimas, se levantó y siguió con su vida

Al menos ese era plan, ese mismo día se encontró a si misma sentada en el sillón de su casa envuelta en una manta viendo una telenovela que nunca en su vida había visto, pero que se veía trágica y triste, en sus manos habían un pote de helado de chocolate y una cuchara embarrada del mismo helado, su cabello en una coleta alta y unos pantalones cortos negros combinados con la polera de Inuyasha que Yokune le había regalado la navidad pasada

–¿Y yo no podría reemplazarlo? ¿No podría tomar su lugar en tu vida y la vida del bebé? –Dijo la protagonista pelinegra de la novela, la escena era simple, la protagonista estaba sentada de mariposa en un departamento, estaba frente a la puerta de una de las habitaciones y desde dentro se oían los sollozos de otra mujer

–No –Al oír la respuesta de la otra protagonista Kasane se molestó y apuntó con su cuchara a la pantalla regañando a ambos personajes como si de verdad la oyera.

–No es justo, ella ha hecho de todo, ¿por qué no la acepta? –Exclamó –Y que estúpida es Yukari también, ¿por qué se aferra a ella? Que tonta –Y ahí se dio cuenta que Miku si tenia razón y que estaba actuando igual que la protagonista de la novela, se estaba aferrando a alguien con quien no tenía esperanzas y lo sabía –Yukari y yo somos iguales

Su inversión y reflexión fueron interrumpidas por el timbre de su casa sonando, no esperaba a nadie y su hermano no había dicho nada de recibir algo o a alguien en la casa, pensó que eran mormones o algo así, así que simplemente lo ignoró, pero quien estuviera afuera insistía tocando el timbre.

–¡Ya voy! –Gritó y a regañadientes dejó el helado y la cuchara en la mesa de centro, se levantó dejando la manta en el sillón y se dirigió a la puerta, al abrirla vio ahí parada a Yokune jadeando y sudada cargando consigo un cuaderno azul con su nombre –¿Yokune?

–Yo... –Habló y comenzó a jadear aún más fuerte, el aliento de se escapaba

–Espera, voy por agua –Rápidamente corrió a la cocina y en vaso echó algo de agua, corrió de vuelta con el vaso, al tener a Yokune enfrente se lo dio y ella lo bebió desesperada

–Gracias –Dijo extendiendo el vaso, Kasane se quedó atónita, ¿acaso había ducho "gracias"? –No entiendo como haces para correr tanto y no cansarte –Comentó, Kasane seguía atónita, estaba más desconcertada por el gracias de Yokune que por el echo de verla ahí

–¿Qué haces aquí? –Kasane preguntó a la par que tomaba de vuelta el vaso

–Yo... hoy me disculpé con Seeu y con todos los demás, así que cuando lo hice pinté el gato, también pinté un poco cuando me di cuenta de mis errores, voy por la mitad, aún no me disculpo con mi mamá y tampoco lo he hecho contigo.

–Espera espera –Interrumpió –¿Pintando un gato? ¿De que hablas? –Yokune sacó del cuaderno una hoja con un gato dibujado y pintado hasta la mitad

–Este gato soy yo, mira –Le extendió el dibujo y Kasane lo tomó mirándolo

–"Nivel de bondad, Yokune Ruko" no entiendo, ¿Qué es esto? ¿Y por qué me lo muestras?

–Me di cuenta de que tengo que cambiar muchas cosas de mí y tengo que disculparme con los que están a mi alrededor por el daño que les he causado, pero sentía que no avanzaba nada, así que tu amiga me dibujó este gato y me dijo que cuando avanzara pintara un poco el gato para ver mi desarrollo y todo eso, voy por la mitad, significa que estoy avanzando, me di cuenta de en que me equivoqué y me disculpé con todos menos contigo

–¿y para eso viniste? ¿A disculparte?

–sí, vengo a disculparme por todo, por como te he tratado y te he hablado, has estado conmigo aguantándome y yo no-

–¿Qué sientes por mí?

–¿Qué?

–¿Qué sientes por mi? ¿o que soy para ti?

–Eres importante

–¿por qué lo soy?

–Siempre estas para mi

–¿Entonces es solo por eso? ¿Por qué soy tu trapo para secar tus lágrimas?

–No, no

–¿me amas?

–Amarte... no, tu sabes que no, Ritsu es-

–Entonces no quiero nada, Miku hoy me dijo que dejara de aferrarme a ti y si te disculpas conmigo voy a querer aferrarme a ti y a una relación que no funciona, llevamos más de un año juntas dando vueltas en lo mismo una y otra vez, tu ni siquiera nunca me has llamado por mi nombre, ni quiera mi apellido, yo... te quiero, te amo... me gustas, me gustas tanto que me siento estúpida y hoy me di cuenta de que tengo que dejar eso, que dejes de gustarme, me has gustado por poco más de un año y no es bueno, me di cuenta de eso y me impuse a mi misma tener que cambiar y dejar de quererte y ahora vienes y te disculpas y... y así no me dejas avanzar, así que sólo déjame –Alejó a Yokune sacándola de la casa, está estaba desconcertada, creyó que Kasane aceptaría sus disculpas y la abrazaría fuerte, la llenaría de esas calidez que necesitaba sentir –Me alegra que estés avanzando, te felicito por eso, ahora vete a casa, ve con cuidado y abrígate, hace frío –y cerró la puerta dejando ahí parada a Yokune con una sensación de vacío y tristeza, debió escuchar el concejo de la chica de coletas, sí no sabía que sentía por Kasane entonces no debió haber ido a disculparse, no esperó que Kasane le preguntara si la amaba, la tomó por sorpresa

–Kasa- Teto –Llamó hablándole a la puerta con la esperanza de que Kasane respondiera –Teto, ábreme la puerta, por favor –Desde adentro escuchó un sollozo y sintió algo dentro romperse, la había hecho llorar otra vez, con ese pensamiento se dio media vuelta y se fue.

Hoy no hay gato, quizás para la próxima

¿Me creerían si les dijera que ya tengo listo el capitulo final? Está listo, escribiré lo que me falta del desarrollo y luego el capitulo final, así que esperenlo

¿Debería hacer especiales?




"Solo físico"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora