"Solo físico"

27 - Familia

Miércoles por la mañana, exactamente las 8:27, los hermano Kasane terminaban de ordenar los ultimo detalles de la casa para recibir a sus padres que llegarían en cualquier momento a compartir la mesa en un desayuno que se esperaba saliera bien. El mayor se veía tranquilo mientras acomodaba los cojines del sofá, la hermana menor por otro lado ordenaba la mesa cabizbaja, su mente estaba enfocada en algo más allá que la visita de sus padres, en una situación normal ella estaría de la misma manera, pero con la imagen de sus padres molestos o quizás decepcionados inundando su cabeza, pero su mente estaba llena de las palabras que había oído la noche la anterior por parte de su senpai, el largo monologo de la mayor la había dejado pensando más de lo que le gustaría.

–Teto –Llamó el mayor. Esta alzó la mirada en dirección a su hermano –Ya llegaron –Y se escucho el golpeteo de la puerta principal casi como si estuvieran sincronizados. Una nueva ola de nervios inundó a Kasane, la imagen de Yokune había sido reemplazada al instante por la imagen de sus padres –Yo abriré, tu quédate aquí –El mayor se dirigió a la puerta mientras la chica acomodaba rápido su vestido. Se abrió la puerta y enseguida de oyeron las voces de los padres de Teto saludar afectivamente al mayor –Adelante, pasen –Los tres se asomaron por el pasillo conversando sobre el viaje que había sido aparentemente tranquilo pues la carretera estaba bastante despejada para ser finales de noviembre –Aquí está Teto –Interfirió Ted, la mencionada hizo una reverencia a sus padres.

–Hola, mamá y papá –Saludó.

–Hola –Contestó el padre mirándola –¿por qué estás aquí y no en la escuela?

–Yo le dije que faltara hoy para que pudieran verla un momento, Teto también tiene mucho que contarles.

–¿Es así? –Su padre preguntó algo dudoso, sin decir mucho más se sentó a la mesa siendo seguido de su esposa y su hijo mayor.

–Iré por el té –Menciono la menor de la familia y se retiró a la cocina dejando a su hermano con sus padres, no tardó demasiado en volver con la tetera para servir a todo el té verde.

Estando ya todos con su respectiva taza servida, la menor de la familia se sentó junto a su hermano. La madre no paraba de hablar de como su sobrina se había vuelto a embarazar, este era ya su tercer hijo, todos en la familia estaban felices por la noticia y esperaban impacientes a que Ted anunciara su matrimonio, a fin de cuentas él era el único que no mostraba interés en el matrimonio.

–¿Ya sabes que me dijo tu tía al respecto? –Su madre dijo con una pizca de molestia –"¿Qué tal que él también es homosexual como su hermana? Beniko, ¿y si tus dos hijos son defectuosos?". Por dios, esa idea me aterra –Al oír aquello, la menor estrujó la taza con sus manos, ¿ahora verían mal también a su hermano por su culpa?

–Nada de eso, mamá, claro que quiero casarme con una buena mujer y formar una familia, pero en este momento me importan otras cosas.

–¿Qué puede ser más importantes ahora mismo? Tienes 28 años, casi 30 y aun no nos has presentado a alguien –Interrumpió el padre.

–Quiero buscar a la mujer adecuada, además está mi trabajo y Teto aún me preocupa.

–Ella es suficientemente capaz de estar por su cuenta, si es Teto lo que te detiene entonces le conseguiremos un departamento aquí para que se mude –Habló Beniko, Ted iba a interferir cuando su madre miró a la chica de coletas esperando una respuesta de esta, ella miró por un segundo a su hermano que se veía preocupado por ella, después volteó hacia sus padres que esperaban una respuesta de su parte.

¿Irse? Era obvio que no estaría viviendo a costa de su hermano toda su vida, pero no esperó tener que irse así de rápido y tan repentinamente, estando por su cuenta tendría que compatibilizar sus estudios y un trabajo a medio tiempo, pagar renta, comida, luz, agua, útiles escolares y otras cosas más. Pero también debía pensar en su hermano, no podía seguir dependiendo de él de esa manera, tenía que dejarlo hacer su propia vida, él ya había hecho más de lo que debería.