28 - Cena navideña

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–Llámame si pasa algo, no dejes entrar extraños y si sales no vuelvas muy tarde, si vas a casa de tus amigas o algo avísame y deja cerrado con llave en la noche, deja las ventanas con seguro, no le abras la puerta a religiosos y no vayas al centro sola –Recomendó el fiscal

–Ted, estamos en un quinto piso, ¿Quién se va a meter por la ventana? –Remarcó Kasane algo aburrida por el discurso de siempre, ni que fuera la primera vez que se quedaba sola en casa por los viajes de su hermano –Estaré bien, tranquilo, vete rápido o perderás el tren.

–Cuídate, volveré el 2 de enero, prometo traerte un regalo –El tono de voz del hermano mayor era apenado, se notaba que le desagradaba la idea de dejar sola a su hermana durante las fiestas.

–Tráeme un amuleto del templo –El mayor asintió para después llevar su mano al bolsillo interno de su abrigo para sacar de este una tarjeta de debito y extendérsela a su hermana.

–Cómprate algo para cenar en navidad y año nuevo, gasta lo que quieras, hay ¥550.000, cómprate algún regalo también si ves algo que te guste –La menor tomó la tarjeta sonriendo de oreja a oreja, no tendría que cocinar en esas fechas y podría tener un regalo –Recuerdas la clave, ¿verdad?

*aproximadamente unos 3,862 dólares estadounidenses 

–Sí, es 1945.

–Muy bien –Dio unas palmadas en la cabeza de su hermana menor y salió cerrando la puerta detrás de si. 

–¡Casa sola! –Exclamó apenas su hermano cerró la puerta.

Finalmente era 25 de diciembre, navidad, afuera nevaba, las luces brillaban en la ciudad y había un gran ajetreo. Habían pasado casi dos semanas desde que su hermano se había ido a Hiroshima a ver a la familia por las fiestas, esos días de soledad se pueden resumir en series coreanas, limpieza general, cantar como si estuviera dando un concierto, dormir, cocinar hacer llamadas grupales con Rin y Miku y simplemente disfrutar de su soledad. Para la cena de esa noche simplemente se compró una pequeña torta de fresa.

–BABY, LET ME BE YOUR... –Nuevamente cantando como si estuviera en un concierto, cantaba y se movía al ritmo de la música con su cabello suelto ya bastante desordenado – ...LET ME BE YOUR LAST FIRST KISS –Su animado canto fue interrumpido por el golpeteo de la puerta, esto le extraño pues no esperaba a nadie, pausó la música y se acercó a la puerta para abrir creyendo que algún religioso predicando, de todos modos no valía la pena fingir que no estaba en casa debido al ruido. Se sorprendió al ver ahí de pie a Yokune abrigada hasta el cuello con una bolsa de papel en la mano –¿Yokune?

–Hola, ¿Cómo estás? –Saludó la mayor, la cara de confusión de Kasane no se quitaba, ¿Qué hacía ella ahí?

–¿Qué haces aquí? 

–Yo...

1 HORA ANTES

La pelinegra se encontraba acostada en su cama sin mucho que hacer.

–¡Ruko! –Escuchó a su madre llamar desde la cocina, se levantó y al asomarse vio a su mamá hirviendo algo de pollo.

–¿Qué pasa? 

–Ruko, cariño, ¿podrías ir a la tienda de la señora Minamoto y traer unos taiyakis en lo que termino de hacer la cena? 

–Sí, claro –Sin rechistar tomó su abrigo, llaves, su teléfono y el dinero que le había entregado su madre para pagar los dulces. 

–Son 6 taiyakis, el dinero está justo y dale las gracias de mi parte a la señora Minamoto y que perdón por las molestias –Ordenó su madre envolviendo una bufanda en el cuello de Yokune.

"Solo físico"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora