Extra 2

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Esos tres años no fueron fáciles para Kasane, y no por Yokune, su familia era el problema. Empezando su último año escolar, la obligaron a cambiar de casa alegando una vez más que la más joven retenía a su hermano mayor de alguna manera, esta vez Ted no pudo hacer nada más que ayudar a Teto a empacar y llevar todas sus cosas al nuevo departamento.

Su departamento era pequeño, constaba de una sala que estaba directamente conectada con una pequeña cocina en la cual estaba su lavadora, su baño era pequeño y sólo tenía una habitación y un pequeño ropero de 2x2. Lo único bueno es que ahora tenía privacidad total y el edificio estaba en el centro de la ciudad. Cerca habían tiendas, cafeterías y la universidad a la que Kasane aspiraba entrar.

Después vinieron los estudios, aún si ya no la querían como parte de la familia, seguía llevando el apellido Kasane, la imagen era importante para ellos. A Teto le interesaba una carrera un poco más artística, comunicación audiovisual era su primera opción, pero un fotógrafo en la familia no era algo muy prestigioso, por lo que sus opciones (a fuerzas) eran arquitectura, derecho, medicina, administración o actuaría. Simplemente eligió derecho siguiendo a su hermano mayor sabiendo que para estudiar tendría su apoyo.

Entrando a la universidad volvieron a insistir en el matrimonio, aquel chico de la familia Satoru seguía interesado en ella y de hecho ahora lo estaba aún más, decían que era un buen hombre con un futuro prometedor y mucho dinero, sus padres decían que la perdonarían y la dejarían volver a la familia si se casaba con aquel chico y ayudaba a unir ambas familias. Teto hacía tanto como podía para atrasar la verdadera conversación sobre el tema, pero, por supuesto, su familia no se quedaría de brazos cruzados, habían hablado con el chico sobre la posibilidad de que Teto aceptara salir con él en un par de citas, obviamente nunca consultaron nada con ella, ahora tenía al chico pegado como sanguijuela llendo a verla cada vez que se presentaba la oportunidad.

La presión por el examen de ingreso a la universidad la carcomió su último año escolar, debía entrar si o si a derecho y a esa universidad en particular. Tuvo un par de crisis de pánico y estuvo unos meses con problemas alimenticios y demás, pero poco a poco se fue recuperando. Como era de esperarse, Teto sacó un puntaje impecable, lo suficiente para ganar una beca y tener que pagar sólo el 25% del total de la carrera.

Después vinieron los problemas financieros, si bien su hermano le daba algo de dinero, no era suficiente y sus padres no le daban nada, ya le habían comprado el departamento y no le darían nada más hasta que no acepatara casarse o agachara la cabeza y pidiera perdón, por lo que se vio forzada a buscar trabajo. Era mesera en una cafetería pequeña que pertenecía a una abuelita muy simpática, con un horario de medio tiempo en la tardes de lunes a viernes y un sueldo bastante decente podía pagar mensualmente lo de su universidad, cuentas de luz y agua, comida y materiales para la universidad. La abuelita había tomado la costumbre de mimar a Teto, decía que le recordaba a su nieto mas pequeño, por lo que cada noche de viernes le regalaba algún pastel o un dulce y no aceptaba un no por respuesta.

Ya no se reunía tanto con sus amigos, Rook estudiando en EE.UU, Miku de camino a ser idol, Kaito estudiando administración, Rin a nada de hacerse luchadora profesional de boxeo y Len trabajando para reunir dinero y entrar a la universidad al año siguiente. Hablaba de vez en cuando con Kaito, por suerte sus horarios coincidían a veces y podían reunirse a hablar o estudiar juntos aún si sus carreras eran completamente opuestas.

Ahora luchaba con su carrera, tanto que leer y memorizar, se pasaba cada día encerrada en la biblioteca, si no estaba trabajando estaba en clases o en la biblioteca. Su vida era relativamente tranquila, su familia le buscaba pelea de vez en cuando, pero luego de un tiempo aprendió a simplemente ignorarlos.

-Me duele la cabeza -Se quejó el de pelo azul tirando sobre la mesa un lápiz -Estoy cansado.

-Yo tengo que rendir un final el viernes, estoy a nada de llorar -Respondió Kasane.

"Solo físico"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora