Cap. 5: Dazai el espanta modelos

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—¿Qué hacías con esos raros?

Chuuya rodó los ojos por la pregunta casi acusatoria.

—Lo dices como si estudiar gastronomía te hiciera normal— Bromeó.

—No es eso Chuu, es que... todos en la universidad saben que los de diseño no son personas normales. Especialmente su líder, Osamu Dazai.

—¿Por qué lo dices?—En realidad, a Chuuya no le interesaba en lo más mínimo los chismes de Tachihara, pero este en particular le causaba cierta intriga.

— Las modelos que trabajaron con él, ninguna tuvo suerte en la industria. — Observó a su amigo, para ver si este le prestaba atención y cuando lo confirmó siguió su relato— La primera modelo que contrató, fue una chica rubia, blanca y de 1, 75 cm de alto. La había contratado para el concurso de primavera/verano del segundo semestre, pero no apareció.

—¿Qué le pasó?— Preguntó. Estaban caminando rumbo a un puesto de comidas rápidas, aunque ninguno prestaba atención al camino, ya que Tachihara conocía de memoria el trayecto y Chuuya realmente solo se dejaba llevar.

— Fue despedida por su agencia un día antes, no se sabe el porqué, pero todos calculamos que fue por haber trabajado con el extraño de Osamu.

— ¡Vaya tontería!— Exclamó el pelirrojo. — Eso no puede ser posible, pudieron despedirla por cualquier otra cosa.

—¡Pero déjame continuar que aún hay más!— Intentó convencerlo el más alto, mientras ponía sus manos en forma de súplica.

—¿Tan lejos está ese puesto de comida?Me rugen las tripas— Ignoró lo anterior, cosa que a Tachihara no le importaba en absoluto para continuar su relato.

— La segunda modelo que contrató era una pelinegra con ojos azules, que media aproximadamente 1, 78cm. Realmente bella. La había contratado para el concurso del año pasado.

Finalmente llegaron al lugar, ordenaron lo que iban a comer cada uno y fueron a esperar su pedido en una de las mesas vacías. Se acomodaron, y mientras Chuuya tomaba un refresco, el otro continuó.

— La modelo no pudo llegar, porque sufrió un accidente automovilístico.

—Eso es fuerte... pero otra vez, Dazai no tiene que ver en eso.

—¡Piensa Chuuya! Que tu modelo no llegue una vez es aceptable, pero dos veces... —Su piel se puso de gallina.

—Puede pasar. —Bufó, ya algo cansado de las tonterías de su amigo.

—Sí, tal vez— Suspiró, pero luego sus ojos se iluminaron como si hubiera imaginado la cosa más increíble del mundo— pero tres veces no.

—¿Perdón?

—Recordé que hubo una tercera vez, no hace mucho, fue en el concurso para la recaudación de fondos de la universidad, donde se haría un mega desfile. Él contrató a una modelo pero esta no llegó, porque se quedó embarazada.

—¡¿De Dazai?!— Se levantó, golpeando la mesa con las palmas de su mano.

—Disculpen, aquí les traigo su orden— Saludó amablemente la camarera y dejó las cosas en la mesa.

—Gracias— Sonrió, cambiando su rostro en el momento que la camarera estaba a una distancia considerable— No tonto, de uno de los profesores.

—¡¿Qué?!

— ¿No crees que Dazai tiene algo que hace a las modelos las más desdichadas de la industria? Nadie quiere trabajar con él.

— Embarazada de un profesor... — Repetía Chuuya, ya sentado en su asiento y con las piernas acurrucadas cerca de su pecho. Estaba calculando si contarle ahora o más tarde la propuesta que el castaño le había hecho ese mismo día.

— Me alegro que tú nunca aceptarías una propuesta así— Soltó, llevándose una de las papas fritas a la boca, pero al no recibir respuesta abrió los ojos amenazantes hacia su amigo— ¿Verdad que no, Chuuya?

El más bajo se aclaró la garganta.

—De hecho...

—¡No! — Interrumpió. — ¡Me niego!

—¡Déjame hablar! —Suspiró— No va a pasarme nada, es una buena oportunidad para mí. Es la primera vez que alguien me dice que siente una inspiración hacia mí y...

—Seguro se lo dice a todo el mundo, Chuuya, nadie quiere trabajar con él más.

El contrario se mordió los labios ante ese comentario, y bajó su mirada al suelo intentando calcular si realmente podría ser así o no. Tachihara ante aquello, notó que su comentario fue cruel.

— Lo siento... no era lo que quería decir. Si es lo que quieres, yo te apoyo.

—¿De verdad?— Los ojitos de ilusión del pelirrojo lo estaban por derretir, así que Tachihara no lo pensó mucho.

— ¡Claro! — Fingió— Confío en tí.

Se abalanzó hacia su amigo, envolviendolo en un abrazo cálido.

—Te amo, eres el mejor amigo del mundo.

"Amigo"

Al día siguiente, Chuuya se levantó y fue a la universidad a la misma hora que el día anterior. Para su sorpresa, cuando llegó solamente estaba Dazai, apoyado por el muro de entrada, como si lo estuviera esperando ya hace mucho.

Petit— Saludó, con ese apodo que a Chuuya le parecía irritante pero decidía ignorar. — Estoy feliz de que te decidiste a participar conmigo en este concurso.

—Antes que nada, quiero dejar algunas cosas en claro— Habló.— No soy un modelo experimentado, por eso no voy a cobrarte nada, pero si llegas a perder en esta competencia, a mí no va a servirme de nada, por eso quiero que si ganas me des el 50% del mérito.

—¿Y si pierdo?

—Te patearé el trasero hasta que ya no puedas levantarte.

—Hecho. —Extendió su mano, que rápidamente fue estrechada por el otro, cerrando así el trato.

Chuuya prefirió no preguntar ni contar que estaba enterado de la suerte que tuvo cada modelo que trabajó con él.

Tal vez sería diferente ahora.

Petit MuseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora