— ¡Dazai!¿Qué haces afuera todavía? Ve a dormir.
— ¿Por qué papá se fue? ¿No me quería? ¿No era suficiente para él?
— Claro que no hijo, tu papá es bueno, él te quiere.
—Entonces... ¿por qué nos abandonó?
— Dazai...
●
—Mamá...
●
— Dazai, este vestido que diseñaste es precioso.
—Es para tí, lo hice con todo mi cariño.
— De grande vas a ser el mejor diseñador de modas de la historia.
—¡Vas a estar en primera fila para verme!¿verdad?
— Claro que sí mi niño...
●— Mamá va a estar en primera fila para ver tus diseños.
El sonido de la licuadora lo despertó bruscamente, y con la respiración agitada se puso a mirar sus manos. ¿Qué había soñado exactamente?
—Buenos días— Saludó un contento pelirrojo, con un plato lleno de tostadas en sus manos. —Ven a desayunar cuando gustes.
Su nariz cosquilleó cuando olió las tostadas y su brillante sonrisa regresó a su rostro, fue una lástima que le durara tan poco.
— Por cierto, hace una hora atrás te llamó un hombre, pero como no quería despertarte le dije que en cuánto pudieras le volverías a llamar.
—¿Un....hombre? — Sus labios temblaron al pronunciar aquello, ya sabía de quién se podría tratar.
— Sí— Reafirmó Chuuya algo preocupado por el semblante ajeno— Luego revisa eso, ven a desayunar conmigo.
Durante el desayuno, ninguno de los dos emitió palabra alguna. El ambiente para Dazai era normal, sin embargo, Chuuya no era de callarse tanto, y estaba sobrepensando alguna pregunta que no incomodara al castaño y pudiera ser el inicio de una conversación amena.
Como siempre, eligió el peor tema de todos.
—¿Tienes padres?
— No. Mi mamá está muerta y mi papá es una mierda.
Silencio incómodo. Se mordió la lengua y pensó en una respuesta ante aquello.
— Lo siento.
— Yo también, pero no hay nada que hacerle.
Doble mordida de lengua.
Dazai notó aquello y soltó una risita, tal vez estaba siendo algo duro. Como para aliviar el ambiente que formó con sus declaraciones, esta vez el que preguntó fue él.
—¿Y tú? ¿Tienes padres?
— Pues... tengo una hermana mayor que es como una mamá para mí, siempre me insiste en que vuelva con ella al restaurante que nos dejaron como herencia papá y mamá pero realmente no quiero vivir en ese pueblo toda mi vida como ella. — Confesó.
—¿Entonces es tu hermana quién te mantiene?
—Sí— Dijo algo apenado— No gasto mucho al mes, realmente como lo necesario y a veces menos, pensé en trabajar pero ella no quiere.
— Qué lindo que sigan en contacto a pesar de la distancia.
Chuuya observó a Dazai, quien le estaba sonriendo calidamente y le devolvió durante unos segundos la sonrisa. El bonito ambiente que se formó se vio interrumpido por el celular del castaño sonando.
— Atiende, tal vez sea el mismo hombre de hace rato.
— No— Dijo con firmeza el más alto.
—Dazai... ¿Quieres que atienda yo?
—No.
El pelirrojo se limitó a callar y juntar los platos de la mesa, con ayuda del contrario. Mientras lavaban los cubiertos, y recogían todo para salir del departamento, el celular de Dazai no dejaba de sonar, por lo que se decidió en apagarlo.
El resto del día, no volvieron a hablar del tema, a pesar de la curiosidad que le causaba al más bajo aquella situación. Pensó si Atsushi o Akutagawa conocían a aquel hombre que llamaba al chico, pero no quiso preguntar.
—Está quedando tan hot este concepto que a este paso le pongo los cuernos a Aku contigo— Sonrió alegremente el peligris, mientras cortaba unos trozos de tela semitransparente. Chuuya soltó una risa.
Habían quedado solos hace quince minutos en el Atelier, pues Dazai salió con Akutagawa, no sabía exactamente a dónde.
—Atsushi...
—Mm— Contestó, todavía concentrado en su trabajo.
— ¿Por qué tu novio y tú ayudan a Dazai? Si no van a conseguir nada cuando él gane.
—No— Paró lo que estaba haciendo para prestarle total atención al pelirrojo. —Justamente por eso estamos ayudando. Dazai- san hizo mucho por nosotros, y estamos devolviendole ese favor ahora.
—¿En serio?
— Sí, con decirte que gracias a él Akutagawa y yo seguimos juntos.
Cuando Atsushi iba a comenzar su relato, fue interrumpido por la voz del castaño.
—¡Ya llegamos!— Exclamó, entrando al lugar con dos bolsas en sus manos, y atrás de él Akutagawa, con cinco bolsas que apenas se le podía ver el rostro.— La fila era larguísima.
—¿Qué fueron a comprar Dazai-san?
— Son cosas para la colección, pensé en un concepto salvaje, pero que tenga también el toque tímido de Chuuya.
— ¿Cómo sería eso?
— Pronto lo verás, mon petit. — Guiñandole el ojo, bajó las bolsas que traía en la mesa. —¿Qué estaban haciendo en mi ausencia?
— Realmente nada, corté algunas telas y estaba hablando con Chuuya-san.
—¿Sobre qué?— Preguntó el azabache.
— Sobre nuestra relación. Le estaba por contar nuestra "romántica" historia.
El pelinegro se sonrojó y ocupó su atención en sacar las cosas que compraron de la bolsa, como evitando tocar el tema. A Atsushi aquella acción le divertía, por lo que en la hora de la cena, le contaría la historia a Nakahara si o si.
♥︎
Hellooo, el siguiente capítulo va a ser un flashback total, así que prepárense.
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Petit Muse
FanfictionDónde Chuuya Nakahara es la inspiración de un diseñador. O dónde Osamu Dazai participa de un concurso de diseñadores y encuentra inspiración en un modelo de 1,60cm. • Historia Soukoku • Los personajes y fotos no me pertenecen, son del manga/anime b...