—Chuuya deberías dejarte de esas tonterías y venir a trabajar en el restaurante conmigo — Le intentaba convencer por décima vez en el día su hermana, quien estaba al otro lado de la línea.
—Ya te dije que no.
—Ser modelo no es lo tuyo, corazón. No me malentiendas, eres sexy, pero no para modelo— Suspiró, intentando sonar lo menos crítica posible. —Te verías más sexy vestido de camarero.
— Sí solo me llamas para intentar convencerme de volver a esa horrible ciudad del que tanto me costó salir, voy a dejar de atender tus llamadas— Amenazó, ignorando lo dicho anteriormente.
—¡Bien! Pero sabes que cuando quier-
Colgó.
Estaba cansado de Kouyou y sus estúpidos intentos de persuadirlo para regresar a trabajar en aquel aburrido restaurante que sus padres les dejaron como herencia.
De niño, Chuuya vivió en Hiroshima con su hermana Kouyou, quien lo había criado desde que tenía cuatro años de edad. Trabajaban juntos en el restaurante que sus padres, antes de morir, les habían entregado. No es que Chuuya fuera malagradecido, pero estaba harto de aquella ciudad y de aquel restaurante.
Estaba aburrido de la rutina.
Por lo que al cumplir catorce años se enamoró del modelaje y comenzó a ahorrar para viajar a Tokio en busca de sus sueños.
Llevaba dos años viviendo fuera de casa, y no había un solo día en el que su hermana no lo llamara para pedirle volver a su lado. No le molestaba, al contrario, le daba una sensación de que se sentía importante. Pero todo eso desaparecía cuando la mujer comenzaba a decirle que haber ido allí era en vano.
Su propia hermana no confiaba en él, y eso afectó su salud mental los primeros meses que se mudó, hasta que decidió ignorarla.
Así como ignoraba a todo aquel que le decía lo bajo que era y lo inútil que sería cualquier esfuerzo realizado para ingresar a un desfile.
Así como ignoraba a cada agencia que lo rechazaba y a cada scouting que le decía que no cumplía requisitos.
Y así como estaba ignorando al joven parado frente a él que le estaba chasqueando los dedos para que le prestara atención.
— Chuuuuu, ¿estás ahí? — Preguntó, bajando la mano luego de notar que el pelirrojo comenzó a reaccionar.
—Oh, hola Tachihara,¿hace cuánto que estás ahí?
—No mucho... realmente estaba de paso hasta que te vi y decidí preguntarte si quieres ir a un concierto este fin de semana.
—¿Concierto?
—Sii, una banda bastante conocida aquí en Tokio se presentará y quería invitarte... si... no estás... ocupado— A medida que terminaba la oración, su tono de voz fue disminuyendo y su mirada bajó al suelo.
—Me encantaría.
El día del concierto, Chuuya había preparado su outfit con bastante entusiasmo. Vestía un top plateado brillante que le dejaba a la vista sus abdominales, no tan marcados pero sí bastante tonificados, además de un pantalón ajustado negro y sus converse. El pelo lo llevaba recogido en una coleta de caballo y sólo se había puesto corrector de ojeras y delineado negro, para resaltar sus ojos.
Decidió que pasaría la noche como nunca antes. El timbre de su departamento sonó y fue a abrir la puerta, dejando sin palabras al otro pelirrojo que solo llevaba puesto sus jeans y la remera de su club de fútbol favorito.
—¿Es en serio? — Se burló.
—Y-yo no sabía que ibas a ir tan bonito, me hubiera puesto por lo menos la remera de Messi con la copa del mundo, que es para acontecimientos más importantes.
Chuuya lo observó unos segundos y luego comenzó a carcajear.
En el lugar, las personas comenzaban a llegar. No había asientos cerca por lo que permanecerían parados toda la noche, los pies de Chuuya comenzaron a doler de solo imaginarlo. El escenario se iluminó y la banda salió, los gritos que te dejaban casi sordo no se hicieron esperar.
Realmente ambos pelirrojos se estaban divirtiendo como nunca. Tachihara compró bebidas y, aunque Chuuya no conocía las canciones de la banda, con dos o tres tragos de lo que sea que tomaban con su amigo, no dejaba de bailar.
Todo hubiera sido más divertido si el animador hubiera cerrado la boca durante toda la noche. Pero al muy listo se le ocurrió interrumpir.
— ¡Excelente presentación de los Black Stones! —Exclamó, alargando el nombre y recibiendo como respuesta el barullo del público entusiasmado— En unos minutos más regresan los artistas, pero antes, tenemos una sorpresa para ustedes.
El público comenzaba a callar.
— Hoy estaremos realizando una competencia de tragos, subiremos a tres personas del público aquí y entre ellos mezclarán... ¡todas las bebidas que puedan! — Señaló la mesa que se estaba subiendo al escenario, donde un hombre comenzó a colocar todos los tipos de bebidas que se vendían en el lugar— Y el ganador se llevará...
Mientras creaba suspenso, unos redobles se escucharon.
—¡CINCO MIIIIL YEEENES! — Exclamó, y el público enloqueció como si hubiera anunciado un monto demasiado elevado de dinero. — Y bien... ¿quienes serán los valientes?
—¡YO!— Levantó la mano una mujer bastante hermosa, que llevaba una hebilla de mariposa en el pelo.
—¡Interesante, damas y caballeros! La primera valiente... ¡es una mujer!— Aplaudieron, mientras la joven subía al escenario—¿Quienes serán los otros dos que se animen a enfrentarse a esta chica con los ovarios bien puestos?
Antes de que el hombre pudiera parpadear, el micrófono le fue arrebatado.
—¡Dazai! ¡Sube o te meteré este micrófono por donde no te da el Sol! — Amenazó, señalando con su dedo índice al alto joven que Chuuya reconoció al instante.
—¡El loco de la ruta!— Exclamó para sí mismo, pero Tachihara lo observó con rostro confundido.
—¿Lo conoces?
— Es una larga historia...
El castaño, que estaba recostado por la pared al final de la multitud, se acomodó sonriente y comenzó a caminar rumbo al escenario, con las miradas de todos sobre él.
"¿Acaso es su novio?", "es bastante apuesto", "tiene carita de modelo", "que tonta, ella tratándolo mal y yo queriendo conseguirme uno igual" Susurraban las mujeres entre ellas. Chuuya no le veía nada de eso, realmente era alto, más no era su tipo.
—¡Bien! Solo nos falta uno más— Volvió a hablar el hombre—¿Quién será el tercer valiente de esta noche?
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Petit Muse
FanficDónde Chuuya Nakahara es la inspiración de un diseñador. O dónde Osamu Dazai participa de un concurso de diseñadores y encuentra inspiración en un modelo de 1,60cm. • Historia Soukoku • Los personajes y fotos no me pertenecen, son del manga/anime b...