CAPÍTULO 01

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Estoy corriendo al ritmo de la música que está a todo volumen en mis audífonos, llevo 4 kilómetros recorridos, uno más y seria todo por hoy, aumento la velocidad en el último kilómetro para hacer menos tiempo que ayer. Cuando estoy a punto de llegar a la meta...

Me despierto por la fría agua que cae sobre mí, todo era un maldito sueño.

Quisiera que mi sueño fuera la realidad y lo que vivo fuera mis pesadillas, pero sé que no es así, mi vida cambió tan rápido que aún me duele el pecho cada que recuerdo como era todo anteriormente, no sé cuánto tiempo llevo aquí, solo sé que estoy a punto de perder mi voluntad de vivir.

Tengo vagos recuerdos de mi vida antes de que aquellos hombres que me encerraron en este lugar, yo era feliz, era una mujer comprometida con mi novio planeando la boda que ambos siempre soñamos, en un par de semanas sería su esposa, ahora que lo pienso, ¡que ilusa!

Estoy sumergida en la oscuridad de este lugar, hace mucho tiempo no veo la luz del sol, solo cuándo aquella puerta se abre se logra ver si es de día o noche. Si es que se llega abrir, sé que a veces pasa mucho tiempo entre cada "visita", por lo que no puedo llevar el conteo de cuánto tiempo llevo en este sitio.

Hace tiempo, mientras mi prometido y yo estábamos en un viaje, fui secuestrada por dos hombres y desde entonces mi vida cambió, no sé si mi prometido salió con vida, sé que luchó por mí, pero ellos le ganaban en cantidad y fuerza.

Luche con todas mis fuerzas para zafarme de ellos, pero eran demasiado fuertes o yo era muy débil. Sé que me inyectaron algo en el cuello y aquello me empezó hacer efecto de inmediato, por más que me resistía a cerrar los ojos, cuando más trataba de escapar más débil y oscuro se volvía todo. Cuando por fin pude despertar ya estaba en este lugar, desde entonces nunca he salido de estas cuatro paredes, claro que al principio intentaba frecuentemente escapar y a cambio recibía un castigo por eso, ya con el tiempo lo he dejado de intentar y sé que por más que lo intente es imposible de lograr.

Salgo de mis pensamientos cuando aquel hombre camina hacia mí me deja la bandeja de comida en la mesa a unos metros, un plato de comida y una botella de agua, me mira por un instante y se retira junto con el otro hombre que me aventó el agua fría mientras dormía.

Espero un tiempo para poder acercarme a la mesa hasta donde me permite la cadena en mi tobillo, ni doy tiempo a observar lo que dejaron y sin pensarlo empiezo a devorarlo, tenían tiempo de no dejarme comida y ya me sentía mareada por la falta de alimento y agua.

Cuando termino trato de poner la botella vacía y el plato lo más lejos posible. Hubo ocasiones en las que algunos de ellos me rompían el plato en la cabeza solo por no comerme toda la comida que me dejaban o me pateaban, ahora no me detengo a pensar ¿qué es?, ni que sabor tiene. Una vez que ya terminé de comer dejo todo y me voy a mi rincón al colchón todo feo y apestoso que tengo de cama.

No sé cuánto tiempo ha pasado hasta que me quedo dormida otra vez. Me despierto de golpe y por un instante no sé qué pasa, hasta que soy consciente de mi cuerpo y lo que sucede con él.

Estoy acostada de lado y justo detrás de mi esta uno de ellos penetrando mi vagina de un solo movimiento, siento su aliento en mi nuca, cuando se percata que estoy despierta continua de manera dura y rápida. Trato de no gritar ni llorar porque sé que ve a empeorar; solo se escuchan sus gemidos y el sonido de los dos cuerpos chocando, mientras yo me tapo la boca y en ocasiones muerdo mi mano para no gritar o emitir algún otro ruido que me pueda perjudicar, no doy espacio a que se desquite por algo que le pudiera enojar.

Mi vida últimamente se ha convertido en no quejarme, no gritar, no poner resistencia y solo dejar hacer lo que ellos quieran hacerle a mi cuerpo. Me ha costado muchas torturas de parte de ellos para que por fin entendiera que mi cuerpo ya no me pertenece a mí, sino les pertenece a ellos.

Cuando por fin termina dentro de mí, se hincha su miembro por unos minutos, mientras el aprovecha para posicionar su dedo índice y medio en mi clítoris y empezar a moverlos de manera circular y hacerme retorcer mi cuerpo como si de un gusano se tratase, intento aun así de no gemir, ni gritar, ni pensar en quitarle su mano de mi intimidad, se lo qué pasaría si lo llegase hacer. Cuando por fin se baja su hinchazón se retira, se cambia para después retirarse del sótano del que me encuentro.

Cuando sé que nadie más bajará, empiezo a limpiarme, a un metro y medio se encuentra el retrete y una llave en la pared, misma que me ayuda a limpiar mi cuerpo la mayoría de las veces. Cuando termino de enjuagar mi cuerpo, me incorporo en el colchón sentada con la espalda en la pared intento imaginar una vida fuera de este lugar y con ese pensamiento me quedo dormida por unos instantes hasta que la puerta nuevamente se abre.

Lo que imaginaba, es el turno del otro hombre, él es más agresivo que el anterior, me hago bolita en una esquina pero de un solo tirón me jala de un tobillo y me pone boca abajo, se quita el pantalón y su bóxer y sin preámbulo me penetra hasta el fondo, aguanto gritar desde el fondo de mi pecho, eso realmente duele, sale y me da una fuerte palmada en mi glúteo y con la otra mano levanta mi cadera para penetrante más duro, ya en la posición de cuatro con sus rodillas me abre más mis piernas, quedando mi pecho en el colchón y el teniendo un mejor acceso a mi vagina. Sus movimientos son duros como rápidos, al poco tiempo se corre dentro de mí y empieza a hincharse, me masturba un poco el clítoris y una vez que baja su hinchazón continua su vaivén otra vez, él siempre es así, lo hace varias veces, de pronto siento como jala mi cabello hacia su pecho, haciendo que me levante quedando mi espalda pegada a su torso, empieza otra vez a penetrante duramente, posa una mano en mi cadera con la otra en mi cuello, en esa posición decide hacerlo, cuando siente que se correrá de nuevo aprieta su agarre en mi cuello un poco más fuerte, siento mi vista borrosa por la falta el aire a mis pulmones, espero que esto termine porque estoy a punto de desmayarme; de un momento a otro solo veo oscuridad y sé que perdí la consciencia.

Cuando abro nuevamente los ojos me encuentro tirada en la cama y sola nuevamente.







Secuestrada por Hombres LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora