CAPÍTULO 09

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Ha pasado mucho tiempo desde que estoy aquí abajo, cuando desperté poco después de que había intentado escapar y al parecer tuve un aborto a causa de las repetidas patadas que me propinaron aquellas bestias había un charco seco de sangre a mi alrededor, de vez en cuando bajaba alguno de ellos a ponerme comida en los últimos escalones de las escaleras lo que me negaba rotundamente a comer, había entrado en una etapa de depresión, era demasiado para mí de sobrellevar, todo este tiempo había tratado de anteponerme a la situación dejándome envolver y resignar a mi situación actual las cosas no pintaban nada bien y no había indicios de mejora, trataba de no dejarme caer en la desesperación, tristeza, dolor y no perder la cordura, cosa que había llegado a mi limite, estaba al borde era demasiado que procesar y tolerar para este entonces.

Negándome a comer desde hace días y desde ayer no ingiero agua, mi cuerpo a empezado a cobrar factura, mis labios están partidos por la resequedad, me duele todo el tiempo la cabeza, me mareo cada que intento acomodarme en el rincón en el que me encuentro, me duele el pecho y al plantearme todas las situaciones en las que he estado desde que ellos me secuestraron y me trajeron a este lugar no ayuda a mi situación.

Duermo demasiado todo el tiempo, cosa que le atribuyo a la falta de nutrientes a mi cuerpo, ya no tengo motivación a seguir con vida, lo he perdido todo.

Mis uñas están un poco largas lo que aprovecho para rascarme y enterarlas en mis palmas y muñecas no me detengo hasta que sangro, poco a poco en mi cuerpo siento una sensación de alivio y paz y vuelvo a dormir.

Pasado unos días bajan ambos tipos con algunas cosas en sus manos lo cual ignoró y no logro ver por la poca luz que entra, supongo que afuera es de atardecer o noche.

Acomodan una silla con reposabrazos, me amarran a ella de piernas y brazos, quedando totalmente inmovilizada, abro mucho los ojos por la sorpresa y el pánico que siento al ver lo que lleva uno de ellos en sus manos.

¡No puede ser, no pueden hacerme eso! Trato de moverme inútilmente de la silla lo qué es imposible ya que estoy fuertemente amarrada a ella.

El peli-claro me levanta mi cabeza con la vista hacia arriba y aprieta mi mandíbula lo que provoca que habrá la boca un poco, introduce el embudo en mi boca hasta llegar a mi garganta, siento el sabor óxido en mi garganta y el pelirrojo aprovecha para vaciar su contenido completamente, contra mi voluntad, la comida hecha liquido va directo hacia mi esófago sin mi autorización, mis lágrimas empiezan a caer. Se niegan a que pierda mi vida por falta de alimento y agua. Cuando el embudo queda vacío lo retiran, el pelirrojo cierran mi boca y nariz, pasa segundos hasta que retiran la mano de mi boca y sin poder evitarlo aspiro, tragando todo lo que tenía en mi garganta.

En los últimos días cada que bajan a dejarme la comida y no lo ingiero hacen lo mismo con el embudo, mi garganta ya está muy dañada, en ocasiones trato de emitir algún sonido y no puedo, por lo que mis cuerdas vocales están dañadas gravemente por la brusquedad con la que me tratan.

Pasadas unas semanas de usar ese método de alimentación, ellos ven que no pienso ceder ante ellos, la verdad estoy cansada de ceder de una u otra forma a lo que ellos quieran, no pienso generar cariño hacia ellos, no seré adiestrada a sus modos, no pienso consentir porque me opongo a conformarme con tan poco, merezco ser feliz y tener una familia basada en el amor y respeto, no a hombres que humillan a las mujeres para obtener lo que quieren; al principio por el nuevo método de alimentación que me imponen ambos no me tocaban sexualmente, pero ahora, desde ayer empezaron con sus ultrajes, solo baja para violarme o alimentarme.

Ha pasado como dos semanas y mi día a día se basa en alimentarme con el embudo, violarme varias veces al día, cuando puedo me autolesiono para aliviar un poco el dolor que tengo en mi pecho y por ello soy castigada "ligeramente" porque me amordazan y me vendan los ojos, supongo que es para evitar que me haga daño a mí misma con mis manos o con lo que encuentro a mi alrededor.

Desde hace 2 días empiece a notar nuevamente los fluidos que salen de mi involuntariamente, ese placer cuando me penetran, siento mis pechos ultrasensibles, náuseas, cansancio y ahora se con certeza que nuevamente hay vida en mi interior. Cuando pensé que mi vida así sería hasta el día de mi muerte, otra vez mi vida se iluminó con un rayito de esperanza, o al menos eso pensé. 




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Secuestrada por Hombres LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora