Han pasado pocos días en esta casa, ya me familiaricé con la casa y Christian trata de desocuparse temprano para pasar el resto del día juntos, en ocasiones caminamos por el bosque que queda a unos metros de la casa.
Ayer tuve otro arranque de excitación cosa que Christian aprovecho para bajarme un poco el calor, me da miedo seguir avanzando más y más esto, empiezo a tolerar su toque y su proximidad. Salgo de bañarme y aun con el pelo escurriendo me voy a mi habitación para cepillármelo e irme a la cocina donde Christian está haciendo la cena.
No puedo dormir por los recuerdos de hace unas horas, hace tiempo no sentía estas sensaciones y se creó un ambiente de tensión sexual entre nosotros dos, los pequeños roces, las miradas cómplices, creo que siento una atracción enorme y sin darme cuenta me estoy enamorando de él.
No de nuevo, trato de conciliar el sueño, pero en vez de eso estoy recordando lo de hace rato, me muevo por toda la cama y no puedo dormir, mi mente está muy activa no ayuda el que solo tenga imágenes de sus hermosos ojos cafés, su piel almendrada, sus hombros, espalda, todo. Me siento otra vez excitada solo con recordarlo.
Christian toca la puerta y asoma su cabeza en el interior.
- ¿Puedo pasar?
-Claro, no puedo dormir por más que lo intento.
-Créeme que lo sé, siento tu necesidad.
-Christian ya basta, no tienes que venir cada vez que me siento así, siento que te estoy solamente utilizándote.
-Y yo con gusto vengo, lo que para ti es utilizarme, para mi es aprovecharme de la situación. Ambos ganamos de toda esta situación que prefiero mil veces que sea conmigo y no con alguien más.
-Pero aun así eso no quita que te estoy utilizando nada más para mi placer.
- ¿Que soy tu esclavo sexual que me manejas a tu antojo?
Me sonríe con disimulo y empieza a caminar sigilosamente hacia mí.
-No seas así, sabes a que me refiero.
-Lucía no me molesta para nada, esto es parte de tu embarazo y no miento al decirte para mi es un placer y un honor cubrir tus necesidades. ¿Si yo no te hubiera traído conmigo hubiera una fila de hombres a tu alrededor queriendo cortejarte y que los elijas para pasar tu embarazo y posteriormente unirte a ellos, acaso eso quieres?
-Claro que no quiero a otros hombres, me da miedo.
-Entonces ¿estás bien conmigo?
-Si lo pones de esa manera, claro que sí, yo no quiero a nadie cerca de mí, solo a ti.
-Eso me parece más que bien.
Me dice con una amplia sonrisa. Se recuesta a mi lado y dormimos juntos toda la noche.
Esa noche durmiendo juntos en la madrugada siento otra ola de placer, cosa que Christian aprovecho y por fin se unió a mi completamente.
Estamos en la barra de la cocina almorzando un omelet con queso y aguacate. No dejamos de sonreírnos mutuamente cada que nuestras miradas se cruzan, las declaraciones de ayer en la noche me tienen satisfecha, espero haber tomado una buena decisión y todavía tengo flotando los recuerdos de la madrugada, cuando su voz me saca de esa nube.
-Hoy en la noche debió de haber llegado nuestro líder de su largo viaje, hoy llegare tarde, también lo invitare a cenar para que se conozcan, no te preocupes por él, es alguien serio, pero es un buen tipo. No tienes nada de qué preocuparte está bien.
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Secuestrada por Hombres Lobos
Hombres LoboAquí no hay síndrome de Estocolmo, es una historia de una chica que es secuestrada por dos hombres lobos, usándola como su juguete sexual, con el tiempo ella va perdiendo toda esperanza de escapar y de seguir viviendo. Hasta que pasa algo inesperad...