CAPÍTULO 11

13K 589 25
                                    

La silueta de la sombra se cierne sobre las escaleras por la luz natural del exterior dando un aspecto tétrico como de película de terror, sus ojos curiosamente están brillantes, pero no de felicidad su aura es de buscar su próxima víctima, escudriña con su mirada todo el interior del sótano hasta que da conmigo y mi reacción es hacerme más hacia el rincón, baja las escaleras tomándome por los cabellos y empieza a olfatear todo mi cuerpo cuando está en mi vientre empieza a gruñir suavemente, me retira el cabello hacia atrás y me dejan al descubierto mi cuello y clavícula su gruñido cambia totalmente a una amenazadora y no puedo evitar sollozar un poco temiendo por mi vida.

Con la mano aun tomando mi cabello empieza a jalarme hacia la planta baja, tomo mi cabello evitando más dolor en mi cuero cabelludo, subimos rápidamente las escaleras pasando toda la casa hasta llegar fuera de ella, una vez en el exterior me avienta hacia el suelo.

Empiezo a sentarme en el suelo y miro a mi alrededor, frente de la casa hay varios hombres que me rodean y a un par de metros de mí, se encuentran mis secuestradores en el suelo gravemente heridos, sus rostros están golpeados y con sangre, sus cuerpos están heridos con diversas lesiones e inclusive sus ropas están rotas y su piel expuesta en sangre. Cuando se percatan de mi presencia empiezan a gruñir furiosamente lo que ocasiona que los otros hombres se pongan en alerta.

-Miren ni si quiera pueden articular ninguna palabra, ya ven como tengo razón, ellos ya no son humanos.

- ¿Y esta mujer en qué condiciones la tenían?, ve su ropa y su aspecto eso es inhumano.

Me remuevo y trato de voltear a ver a todos los hombres a mi alrededor y puedo ver un poco sus miradas de lastima, tristeza, enojo. Mis secuestradores aumentan sus gruñidos y de inmediato bajo mis ojos al suelo.

- Ellos ya no son aptos para vivir con nadie y esta mujer corre peligro estando con ellos. Necesitamos hacer algo ya, no podemos permitir estas circunstancias por más tiempo.

- Pero ¿quién se hará responsable de lo que haremos sino fueron órdenes?

- Todos seremos responsables, es un acto humano y bondadoso, estamos en crisis, pero no por eso abusaremos de los más débiles.

Hablan entre ellos ignorando que yo esté aquí y de la mujer de la que hablan soy yo, veo que todos asienten, pero no entiendo de que están hablando cuando cinco de esos hombres empiezan avanzar al centro del lugar donde nos encontramos nosotros tres. Dos de ellos someten al pelirrojo y otros dos al peli-claro a base de puros golpes. Me quedo paralizada cuando el quinto hombre de sus dedos le salen una especie de uñas puntiagudas como si fueran garras y con ello desgarra la garganta del pelirrojo. Cuando este empieza a convulsionar y expulsar mucha sangre de la garganta sale y este cae de frente y a su alrededor se va formando un charco de sangre. Puedo atreverme asegurar el momento exacto en el que murió en cuanto su corazón dejo de latir.

No pude evitar llorar, no por amor a él, cuando murió al mismo tiempo sentí la falta de aire y un agudo dolor se empezó extender en mi pecho y la cabeza me palpitaba, la herida de mi clavícula que él mordió tiempo antes sentía que se quemaba y esa sensación se expandía a mi cuerpo.

-Con cuidado, ella puede morir en el proceso y ahora es valiosa.

-No se puede evitar el dolor, no hay otra forma de hacerlo, solo espero que sobrevivan.

No entendía sus conversaciones, pero me alegraba que se preocuparán por mí, cosa que hace tiempo no sentía, pero en sus conversaciones eran extrañas y no entendía que ocultaban. Seguía derramando lagrimas por aguantarme el dolor cuando nuevamente el hombre con garras se dirige al peli-claro empieza a presionar su pecho enterrando las garras en donde se ubica el corazón que provoque los gritos desgarradores por su evidente agonía, conforme sigue presionando y sus dedos se van hundiendo en su pecho perforando la piel, mi vista se empezó a nublar.

En mi pecho donde el hombre lo estaba perforando empecé a sentir en mi cuerpo un dolor tan intenso que empecé a gritar que pararán, que se detuvieran, pero fui totalmente ignorada, en mi desesperación empecé a buscarme como detener mi dolor y la herida que pensé que tenía, pero en mi pecho no había nada, con la camisa al descubierto no me veía la sangre ni cicatriz, no entendía lo que me estaba pasando.

-Hazlo rápido ella siente todo y no creo que soporte más dolor.

Al escuchar eso siento una punzada de dolor, pero mucho más fuerte de la que ya estaba sintiendo y no pude evitar gritar tan fuerte que la poca voz que aún me quedaba en mi garganta se fue, poco a poco mis cuerdas vocales ya no podían emitir sonido alguno, tenía sobre mi pecho mis manos que trataba de arrullarme y así poder minorar mi dolor, estoy sentada en forma de rezo, de pronto empiezo a sentir mis muslos un poco húmedos tratando de controlar mis sollozos, mi vista se va poniendo más borrosa y trato de no desmayarme, mi cuerpo trata de procesar todo el dolor que está sintiendo, me sorprende que en este estado, ya que no me han golpeado en ningún momento, solo el jalón de cabello para sacarme del sótano.

-Tomas, revísala y asegúrate que este bien.

Ordenó un hombre con voz dura, otro hombre se acerca y empieza a revisarme por todos lados y se percata que estoy sangrando de mis muslos.

-Está empezando a sangrar.

-No podrá caminar hasta allá, así que carga con ella y asegúrate que llegue con el doctor.

-Entendido.

Con esa orden empiezo a sentir que me empieza a cargar delicadamente, trato de voltear y visualizo a mis dos secuestradores muertos en el suelo, el hombre que tenía en sus dedos extrañas garras tiene en su mano un bulto rojo y veo que lo tira al suelo pisándolo. Escucho que ordenan quemar la casa con los cuerpos muertos dentro de ella. No soportando más todo el dolor que estoy sintiendo voy cerrando mis ojos.

Siento pequeños movimientos y la cabeza me palpita y me cuesta abrir los ojos, mi clavícula me arde en el lugar donde mis secuestradores me mordieron, queriendo hacer un esfuerzo de abrir mis ojos, intento, pero no puedo, algo me lo impide.

-No te esfuerces demasiado, descansa y recupérate del cansancio que nosotros te llevaremos a un lugar seguro.

Me dice aquella voz me remuevo y siento sus brazos tensarse un poco.

-No te muevas demasiado, por favor no nos temas, te llevaremos a un lugar donde podrás descansar y mejorar.

Estoy preocupada, no puedo abrir mis ojos y mi cuerpo está muy cansado como para huir de ellos, ahora por fin soy libre y puedo regresar a mi casa con mi familia, no soy capaz de moverme por mí misma para irme. ¿Intento hablar, pero mi voz no sale sonido, tan mal me encuentro como para no poder despertarme ni poder hablar?

Empiezo a removerme más de lo que parece, estoy en sus brazos llevándome, cargando y caminando por el bosque, pero mi cuerpo no responde como espero porque yo pienso que me estoy moviendo mucho, pero muy apenas mis brazos y pies se mueven.

-Se que tienes dudas, pero estás demasiado débil y grave de salud, por favor recupérate un poco y al despertar te aclararemos muchas dudas y te ayudaremos.

Escucho atentamente al hombre y tiene razón, en este momento no tengo control de mi cuerpo también necesito recuperarme para poder regresar a mi casa y continuar con mi vida y superar todo esto.

Con esas palabras poco a poco vuelvo a dormir, junto con el balanceo de su caminata y el sonido del viento con los movimientos de los árboles.




..

Secuestrada por Hombres LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora