CAPÍTULO 07

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Mis ojos no dejan de captar cada detalle de la plata baja, todo es tan rústico y sencillo, se ve que solo viven ellos dos en este lugar.

Siento sus miradas sobre mí y es cuando me doy cuenta de que desde que salí están observando como reaccionó. Ahora que los tengo de frente puedo observar bien cada detalle de ellos, el pelirrojo es menos corpulento, pero sin ser delicado tanto en su cuerpo como en su rostro, sus facciones son finas, ojos color café, su barba que apenas empieza asomarse y su cabello es largo al menos ya se le alcanza a hacer una coleta; el peli-claro es más ancho y corpulento, no gordo sino al contrario, su cuerpo se nota que es musculoso, ligeramente más alto que el otro, se ve más desalineado en su cabello, más largo, su barba un poco mas tupida, su mirada es de un verde intenso y su ceño fruncido, en comparación a mi altura le llego sobre el pecho mientras que él pelirrojo estoy a la altura de su clavícula.

No sé cuándo tiempo llevo observándolos a detalle, pero él peli-claro me toma por los hombros y me sienta en una de las sillas del comedor, el otro hombre me extiende dos cambios de ropa, extiendo frente a mi cada uno y me doy cuenta de que son 2 camisas enormes de cuadros, se nota que cada pieza es de ellos. No me quejo, al menos ya tendré ropa que ponerme y no andaré desnuda como hasta ahora. No pierdo el tiempo tomo la segunda opción, me pongo de pie e introduzco la camisa por mis hombros que me llega hasta la mitad de los muslos, cubriendo mis partes íntimas a plena vista del par de ojos que no me quitan su mirada, como siempre no dicen palabra alguna y solo asienten en aprobación.

El pelirrojo empieza a servir la comida en la mesa, me sorprende que este colocando tres platos y no dos. Aún sigo de pie a un lado de la mesa, el peli-claro indica que tome asiento, la verdad no pienso discutir con él así que tomo asiento.

Espero a que ambos estén sentados y empiezan a comer, espero un momento para iniciar a comer yo, en mi pecho se empieza a instalar una sensación de paz y bienestar, estoy confundida porque lo último que siento es eso, al contrario, ignoró de donde venga esta sensación ajena a mí. Pasados unos minutos ellos terminan de comer, terminan antes que yo y me sorprende que el tipo peli-claro se pone de pie colocándose detrás mío, a mí me falta poco para terminar de comer todo lo del plato cuando él toma el respaldo de mi silla y la jala hacia él, me pongo de pie y esté empuja mi espalda hacia enfrente para quedar mi pecho sobre la mesa, antes de tirarme sobre la mesa el pelirrojo mueve los platos.

El peli-claro levanta la camisa dejándome totalmente expuesta, escucho como se baja los pantalones e intento levantarme, pero su mano en mi espalda me lo impide, mientras el pelirrojo va recogiendo toda la mesa dejándola totalmente despejada. Empiezo a sentir una oleada de placer en todo mi cuerpo, me reprendo mentalmente, no debería de sentir estas sensaciones, no sé qué le está pasando a mi cuerpo últimamente; después de aquel día dónde ambos me mordieron aparte del dolor que sentía en el área también como palpitaba en ambas heridas, aun ni se cierran mis heridas de eso, empecé a sentir un mar de sensaciones, emociones y sentimientos  tan intensos y sé que algunos de lo que siento no son míos.

Introduce dos dedos en mi interior y empieza a penetrarme muy rápido, empiezo a respirar trabajosamente cuando estoy a punto de correrme se detiene, trato de recuperar el aliento y de regular mis respiraciones cuando siento que su miembro entra, al contrario de sus dedos que eran rápido ahora es lento y profundo, como si disfrutara el ir así, él tiene los ojos cerrados pero con su ceño fruncido, echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos, trato de concentrarme y distraerme, me odio por sentir en estos momentos placer, no debería de sentirlo así los odio profundamente por haberme arrancado mi vida perfecta y traerme a este infierno. Su velocidad aumenta y de un momento a otro se empieza a hinchar en mi interior y sé que con eso se está corriendo, con su dedo pulgar hace círculos en mi clítoris pasado unos minutos cuando su hinchazón baja, me toma por ambas muñecas sobre mi espalda con una mano en mis muñecas y la otra enreda sus manos con mi cabello, ahora me toma rápido y profundo no puedo evitar gemir por cómo lo está haciendo, así pasan minutos hasta que nuevamente se corre con su característica hinchazón.

Cuando sale de mí, el pelirrojo me pone boca arriba quedando mis piernas al aire, aprovecha para tomar mis piernas y posicionarlas alrededor de sus caderas sin más me penetra empezando lento y suave, una de sus manos se encuentra en mi clítoris masajeando mansamente y la otra pellizcando de manera sutil hasta se podría decir que con cariño uno de mis pezones, suspiro ya que esto diferente de hace unos momentos. Después de unos minutos empieza aumentar su ritmo poco a poco profundizando sus penetraciones se acerca a mí cuello donde él mordió y pasa su lengua, esto es demasiado siento un éxtasis de placer. La combinación de sus penetraciones, los movimientos en mi clítoris, turnándose en mis pezones todavía su lengua en esa zona sensible, mandan oleadas inmensas de placer a todo mi cuerpo, estoy sudando, jadeando siento que mi cuerpo cada vez se está debilitando de manera estrepitosa, cuando estoy a punto de nublarse mi vista totalmente  siento su hinchazón y sé que corre dentro, mis muslos se encuentran totalmente mojados, literalmente estoy goteando, tanto mis fluidos como los fluidos de ambos en mí.

Aun el pelirrojo se encuentra dentro de mí y poco a poco voy perdiendo la fuerza entrando en las profundidades de mi imaginación y caigo en un profundo sueño. 





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Secuestrada por Hombres LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora