CAMARA BANDA, YA SE LA SABEN!
Escenas, One Shots y pedazos de historias sobre Alemania y Canadá, asi como sus hijitos, Viveka y Fritz niño liciado :v
Au's que aqui se manejan:
Happy Pills
Alemania bottom-Canadá top.
Valle de la esperanza
Reencarnaci...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El cuarto era azul con decoraciones en todas las gamas del mismo, tenían ya la cuna en una esquina, su cambiador con espacio para ropa y otras cosas, los peluches perfectamente acomodados en un mueble, la ropa lavada y doblada con delicadeza y todas mantas tejidas posibles, debían estar preparados para su llegada.
Su pequeño Elías tendría todo cuando llegara a casa.
O eso pensaban ellos.
— Tomen asiento — los invito OMS, señalando las sillas frente a ella.
En la oficina estaba también UNICEF, ella había estado haciendo de puente en los trámites con los trabajadores sociales, así que verla allí los asusto.
— ¿Qué está pasando? — pregunto Austria con precaución, tratando de no sonar asustado.
— ¿Le pasó algo a nuestro bebé? — pregunto Fritz, sintiendo la boca seca, su estómago estaba revuelto incluso, tenía un mal presentimiento.
— No, mmm... El bebé nació bien y a terminó, se le hicieron sus pruebas correspondientes y no hubo complicaciones en el parto — dijo de manera sería la organización de la salud, haciendo suspirar a los otros dos.
— Entonces, ¿Cuál es el problema?, No nos trajiste aquí solo para decirnos eso — Austria sonaba a la defensiva, pero es que se sentía hasta cierto punto amenazado.
UNICEF se acercó y se colocó junto a la silla de su hermana.
— La madre llamo a los trabajadores sociales del hospital y dijo que estaba en peligro de que le quitarán a su bebé — la pareja bricon en sus asientos al oír eso —. Les dijo que alguien intentaba llevárselo y al revisar sus registros pues nos llamaron, hablé con ellos y le dije que el niño estaba en trámites de adopción y les mostré los documentos que ella había firmado desde el principio, dejando claro que nadie iba a quitarle al bebé a la fuerza, pero...
— ¿Pero que? — Fritz temblaba pero trataba de mantenerse sereno, sintiendo como su esposo le tomaba la mano y se la apretaba, tratando de tranquilizarlo.
— Los trabajadores sociales insistieron en que ella no parecía querer dar al bebé, después del parto hablamos con ella y... Dijo que ya no iba a darles al bebé, decidió cederle la custodia a sus padres y firmaron un documento frente a un juez hace unos días sin avisarnos... Lo siento — la mujer lucía apenada, no era para menos, ella había visto a esos dos emocionarse mes tras mes, habían apoyado en todo lo posible a la madre del bebé, la habían acompañado a sus consultas e incluso la habían dejado quedarse en su casa unos días dado que se había quedado sin hogar porque sus padres la habían hechado de casa al enterarse del embarazo.
Y ahora le estaba dando la custodia del pequeño a esas personas.
— Pero... Pero ella ya había firmado todos los documentos, legalmente ya casi éramos sus padres, solo faltaba que naciera para poner nuestros nombres en su partida de nacimiento — dijo el azabache con voz temblorosa, tratando de retener el llanto.
