147.- Brownies

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Au del internado

Brownies "espaciales"

Las clases estaban llegando al final del semestre y del año escolar, lo cual era sinónimo de trabajos extensos e importantes que quitaban el sueño, y eso les pesaba.

Estaban tan enfrascados en obtener notas muy buenas que estaban sacrificándose hasta físicamente.

Canadá terminaba quedándose dormido en algunas clases, y Alemania se ponía de mal humor la mayor parte del día, pero sus calificaciones eran importantes para ellos.

—Un trabajo extra más y juro que voy a golpear al profesor de física —expresó con fastidio Alemania, caminando junto a su grupo de amigos y su novio hacia la salida del edificio.

—Hay que pincharle las llantas de su carro, ya me tiene hasta la madre —comentó México, masajeándose el cuero cabelludo ya que sentía un dolor punzante en su cabeza.

—Mejor hay que darle un café con laxante, se lo merece por no dejarme ir al baño, sigo tomando los medicamentos para la infección que me dio —Chile caminaba del brazo con Argentina, quien asentía con la cabeza.

En días pasados, el chileno había querido salir al baño en mitad de una clase "intensiva" del profesor Antártida, pero este le había negado la salida, alegando que eso debió hacerlo antes de entrar a la clase, asi que el chico había tenido que aguantar por una hora, generándole una infección por aquello.

Y el profesor no había asumido su error, sino que culpaba al chico.

—Yo solo quiero dormir sin preocuparme de su tarea, estoy harto —murmuro Canadá, su tono era tan lastimero que Alemania lo abrazó y le dio un beso en la frente.

El profesor no solo era cruel con las salidas, sino con sus tareas y proyectos.

—Solo dos semanas más y seremos libres... Nos estaremos graduando, arreglando los trámites de la universidad, ustedes estarán viendo con sus abogados lo de su salida y seremos ciudadanos normales —USA era el más optimista, finalmente podrían salir su hermano, cuñado y novio de sus sentencias.

Podrían explorar el mundo.

Canadá suspiró, aunque estaba feliz por finalmente salir del internado, se sentía incómodo con vivir afuera, tendría que adaptarse a un nuevo entorno, una nueva casa, y los más seguro es que tendría que lidiar con sus abuelos, quienes estaban muy enojados con él por apoyar el divorcio de sus padres y por estar emparejado con un chico.

En específico uno con antecedentes penales.

—Si... Facultad de derecho, puedo olerte —Ale murmuró con una sonrisa, estaba cerca de ir a cumplir uno de sus sueños.

—Yo puedo ya oler el viaje en carretera que prometiste que haríamos, hay muchas paradas que quiero que visitemos para que nos tomemos fotos —respondió Canadá a su novio, sonriendo.

Había tenido mucho tiempo para mentalizarse para aquel viaje.

Hacía algunos meses, Federal le había prometido al pelirrojo que una vez salieran se embarcarían en un viaje en carretera hasta el momento en que iniciarán las clases del alemán, o durante un año en caso de que su liberación se atrasara lo suficiente para perder su trámite de ingreso universitario.

—¡Argentina! —gritaron a espaldas del grupo.

Todos se detuvieron y voltearon, curiosos ya que el argentino no hablaba con casi nadie en realidad.

—Jamaica, ¿qué pasó? —preguntó el interpelado, mirando con sorpresa.

Era un chico un año menor que ellos, así que nadie del grupo era cercano al chico, aunque habían visto al argentino hablar con él.

Entre Waffles y Salchichas || CountryHumans AleCanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora