Buen ojo para la moda, ¿Cierto?

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A la mañana siguiente Julia estaba puntual en la oficina de Scott, quien ahora tenía el puesto de su padre Craig Mitchell, quien se había jubilado un año atrás, aunque Julia sabía que el Sr. Mitchell aún estaba encargado de todos los asuntos de la empresa, no se hacía nada sin su autorización previa, que le delegara a su hijo dicho puesto quería decir que confiaba en su capacidad, después de todo algo bueno debía tener Scott Mitchell pensó con ironía Julia.

El outfit de Julia de esa mañana consistía en una playera de una de sus bandas favoritas Queen, de color negro y deslavada con algunos pequeños hoyos por el desgaste, de hecho, era su playera de la suerte, o lo sería, pantalón café de lino, flojo, lo uso en su última salida a la playa y calcetines NIKE blancos, por supuesto que quería ir a la moda, zapatos crocs color morado, muy cómodos, la comodidad era primordial para un buen desempeño laborar, peinado un chongo sin lugar ni forma, maquillaje nada, ni una gota, aunque Julia se podía dar el lujo de andar sin maquillaje y ser bella solo que aún no se daba cuenta de ellos. Llevaba un morral y una agenda en la mano mientras estaba sentada esperando a que lo pasaran a la oficina. Cualquiera hubiera pensado que Julia era una especie de hippie o era parte de una secta.

--- Por aquí srita. McCarthy --- le dijo la secretaria preguntándose si era que Julia sufría algún tipo de enfermedad mental

Julia entró a la oficina y vio a Scott, quien estaba en su escritorio mirando unos papeles, las revistas no le hacían justicia, era más guapo en persona, era alto y vestía un pantalón azul marino con un cinto café y una camisa blanca arremangado en sus brazos, la ropa se le pegaba como una segunda piel dejando ver su fabuloso cuerpo, era musculoso sin exagerar, su cabello castaño oscuro, sus ojos eran azules como los de Julia solo que los de él daban un toque más oscuro casi gris. En aquella posición Julia estaba tentada a tomarle una fotografía, hubiera sido muy buena. Pero se limitó a toser para buscar su atención

---¿Sí? ¿Disculpa, te puedo ayudar en algo? --- Scott subió la mirada, sin duda no esperaba ver lo que se encontró frente a él, estaba una mujer con cabellos castaño claro, despeinada, muy despeinada, llevaba una playera y pantalón flojos, parecía un costal sin fondo, era gorda quizá por eso trataba de esconder su gordura, lo único que salvaba a aquella mujer eran sus ojos, azules como el cielo los cuales los rodeaban unas pestañas largas y tupidas, quizás los ojos más hermosos que nunca hubiera visto, le daba la sensación de que no era la primera vez que veía a aquella mujer. No sabía quién era, pero sin duda esa mujer había perdido el deseo de vivir y lo podía notar en cómo iba vestida, probablemente no tenía ningún tipo de aspiración en la vida.

--- ¿Y tú eres? --- le pregunto Scott aun esperando una explicación al no tener respuesta a su primer pregunta y ver que la mujer no decía nada.

--- Julia McCarthy a tu servicio --- le dijo sonriendo

---¿Julia McCarthy? --- le pregunto extrañado. Esa no era la Julia que recordaba, tenía muchos años si verla, ¿pero qué demonios le había pasado? Pensaba Scott mientras la veía de arriba abajo nuevamente.

En vez de contestarle, Julia abrió su agenda y prosiguió a escribir mientras leía en voz alta lo que ponía

--- No escucha bien -- dijo en tono lento, --- ya sabes anoto, siempre hay que anotar todo, tú sabes busco la eficiencia ante todo --- le respondió ella cínicamente pero él la ignoró

---¿No te recordaba así, qué demonios llevas puesto? --- le dijo desconcertado, a Julia le gusto su reacción

---Si bueno, me gusta estar cómoda mientras trabajo, tú sabes, hay un estudio que dice que las personas que se sienten cómodas con lo que usan, pueden llegar a ser más productivo en el trabajo ---

UN AMOR SIN ENFOQUE, A PLUS SIZE STORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora